¿Puede diferenciar entre ser perfeccionista y adicto al trabajo? Ambas se quedan hasta tarde en la oficina hasta terminar el último informe; creen que es la única persona que puede hacer bien sus funciones; se considera indispensable en su grupo laboral y procura que su trabajo sea impecable.
A grandes rasgos no tienen ninguna diferencia, pero cuando se trata de personalidad son distintas. Por un lado, el adicto al trabajo es feliz aunque le digan que debe corregir ciertas cosas, por otro, el perfeccionista sufre de ansiedad con tan solo pensar que su trabajo tiene un error.
Esta es la conclusión a la que llegaron los expertos de la revista científica Journal of Applied Psychology, quienes analizaron 95 estudios científicos, recopilados desde 1980 hasta hoy, en los que encontraron que ser perfeccionista es, en realidad, un problema para su vida laboral y familiar.
La perfección está directamente relacionada con el éxito. Así lo creen 42 mil jóvenes, quienes fueron entrevistados por la revista Psychological Bulletin y aseguraron ser más exigentes para estar a la altura de las circunstancias.
Sin embargo, ¿hasta donde está bien llevar el perfeccionismo? Los expertos aseguran que se puede ser perfeccionista siempre y cuando sea flexible con sus ideas y responda por todas sus responsabilidades, todo esto al mismo tiempo que le presta atención a su familia y deja los problemas del trabajo, en el trabajo.
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