Gran Turismo, la película de carreras y automóviles más emocionante de 2023

70 latidos por minuto es el promedio de pulsaciones que tiene una persona promedio en el mundo. Estos pueden aumentar gradualmente con ejercicio o con, por ejemplo, el estreno de Gran Turismo, la última joya del cine, protagonizada por David Harbour, Orlando Bloom y el joven inglés Archie Uchena Madekwe.

Bajo la dirección del sudafricano Neill Blomkamp, este largometraje sigue la vida de Jann Mardenborough, un joven jugador del simulador de carreras Gran Turismo, quien a través de un concurso de Nissan, logra unirse a su equipo de carreras profesionales llamado Nismo.

Sin embargo, ante la noticia, los corredores profesionales se oponen a que Mardenborough y otros gamers entren a un automóvil que alcanza los 300 kilómetros por hora, pues son adolescentes que nunca han conducido un automóvil de carreras y nunca han sometido su cuerpo a las fuerzas G. Y es aquí donde empieza la acción.

Un homenaje a Gran Turismo

Lejos de tener diálogos elaborados, Gran Turismo busca darle a la audiencia una historia concreta en la que un personaje se gana el cariño del público y por el que usted sería capaz de apostarlo todo, así lo decepcione. A su vez, se rinde un homenaje a Kazunori Yamauchi, creador del videojuego de Gran Turismo, quien durante 10 años ha logrado perfeccionarlo hasta ser considerado el mejor simulador de carreras del mundo.

Por otro lado, usted no necesita ser un conocedor de terminologías de autos o cuáles son las grandes carreras del mundo, pues Gran Turismo es una película para ser disfrutada en familia y engancharlo de principio a fin.

“Gran Turismo es un híbrido de adaptación de videojuego y película biográfica, por lo que Blomkamp nos ofrece una de las mejores imágenes inspiradas en videojuegos de los últimos tiempos”, comenta Jonathan W Hickman, en Rotten Tomatoes, donde está calificada con un 98 % de aprobación.

El papel de David Harbour

El actor de 48 años, conocido por HellBoy, Stranger Things y Black Widow, encarna a Jack Salter, un expiloto de carreras e ingeniero que entrena a Mardenborough para convertirse en el piloto que necesita Nissan, para clasificar a las carreras internacionales. 

Su papel es crucial para que la película pase de ser una pieza de entretenimiento mecánica y acelerada, a ser una historia que le recuerda a los espectadores el poder del cine: demostrar que la vida real es mucho más emocionante que la ciencia ficción.

A esto se le suma el componente emocional, que obliga al protagonista a buscar su determinación personal y ponerla a prueba en la pista a pesar de los obstáculos y la mala prensa. 

El mejor comercial de Nissan

Gran Turismo es la puerta a más de 9.5 millones de jugadores que pueden encontrar en Nissan un aliado a futuro. Este es uno de los argumentos que presenta Orlando Bloom, en la piel de Danny Moore el jefe de marketing que se inventó el concurso para llevar a los gamers a las pistas más importantes del mundo. 

Es inevitable sentir que la película, en parte, es un gran comercial a la marca japonesa, pero también una realidad de este deporte saturado de patrocinios, productos y publicidad al mejor estilo capitalista. 

Si va al cine a buscar una película de premios Óscar o con una alta dosis de crítica al deporte, Gran Turismo no es su película. En cambio si quiere acelerar los latidos de su corazón, sentir la presión de los corredores y la emoción de ganar una carrera, esta es la mejor oportunidad de pasarla bien en el cine. Una recomendación perfecta para despertar sus emociones por las carreras y poner en su lista de deseos: “asistir a Le Mans”.

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