Recuerdo alguna vez que para un vuelo de trabajo, de esos en los que no hay espacio para los errores ni demoras, que justo llegué tarde al check-in. Tenía la mente ocupada con pendientes y la voz de mi jefe en el teléfono cuando llegué al mostrador con cara de perro mojado a implorar por el registro de mis maletas. artículos que requieren autorización La señorita, con un tono amable que contrastaba con mi apuro, me preguntó si llevaba un computador portátil en el equipaje de mano.
No escuché bien y respondí con un automático “sí”, sin pensar demasiado. Ella levantó una ceja, digitó algo en la pantalla y me explicó que en algunos vuelos, ciertos dispositivos electrónicos necesitan autorización para ir a bordo, especialmente si contienen baterías de litio de gran capacidad. Me quedé en silencio, sorprendido. Siempre había creído que el computador era parte del equipaje habitual de cualquier viajero moderno .
Resulta que no todos los vuelos aceptan sin revisión los equipos con baterías grandes, sobre todo cuando estas superan los límites establecidos por organismos de seguridad aérea. En esos casos, la aerolínea puede exigir que se declare el dispositivo, o incluso que viaje en la bodega con un embalaje especial. La razón es que las baterías de litio pueden sobrecalentarse y generar incendios difíciles de controlar en pleno vuelo. Así descubrí que no era cuestión de capricho burocrático. Foto de Suhyeon Choi en Unsplash Durante décadas, las reglas sobre qué se puede llevar o no en un avión han cambiado tantas veces como los modelos de aeronaves que surcan el cielo. No se trata de fastidiar al pasajero, solo de evitar accidentes, interferencias y sustos innecesarios.
Los sistemas de comunicación aérea son sensibles, y cualquier aparato que emita señales o guarde energía puede alterar la seguridad si no se maneja correctamente. Vea también: Siete consejos para conseguir el puesto de avión que usted desea A esto se le suma que después del atentado a las Torres Gemelas en Nueva York del 11 de septiembre de 2001, las medidas se reforzaron con una severidad inédita. Se prohibieron objetos comunes que en otras circunstancias pasarían inadvertidos, y se establecieron controles más exhaustivos. La imaginación del cine nos enseñó que un vidrio puede romperse y desatar el caos en cuestión de segundos, pero la realidad demostró que los riesgos verdaderos suelen ser más discretos y técnicos. En Diners reunimos diez artículos que requieren autorización especial para ir en el equipaje durante un vuelo. Varían un poco según la aerolínea, aunque las normas internacionales suelen coincidir en su mayoría.
1. Baterías de litio de alta capacidad Los objetos que contienen baterías de litio, como computadores de alto rendimiento, drones o cámaras profesionales, necesitan verificación. Si la batería supera los 100 vatios hora, es posible que requiera aprobación previa de la aerolínea. El motivo es la posibilidad de un sobrecalentamiento que genere fuego o gases tóxicos. artículos que requieren autorización
2. Encendedores y fósforos artículos que requieren autorización No todos los encendedores son iguales ante los ojos de la seguridad aérea. Los de tipo plasma, antorcha o aquellos con combustible líquido deben declararse. Los fósforos solo pueden transportarse en cantidades mínimas y dentro del equipaje de mano. Un encendedor extraviado en la bodega puede convertirse en un peligro latente. artículos que requieren autorización
3. Aerosoles y desodorantes presurizados Aunque parezcan inofensivos, los aerosoles contienen gases inflamables. Si la cantidad excede los 100 mililitros o pertenece a la categoría industrial o deportiva, la aerolínea pedirá autorización. Se almacenan bajo condiciones controladas para evitar fugas o explosiones provocadas por los cambios de presión.
4. Drones y equipos de grabación El sueño de grabar una ciudad desde el aire puede truncarse si no se declara el dron antes del vuelo. Estos aparatos, además de las baterías potentes, pueden interferir en los sistemas electrónicos de la aeronave. La mayoría de aerolíneas solicita autorización previa, y algunas incluso exigen embalajes especializados en extinguir cualquier rastro de fuego que se presente.
5. Equipos médicos con baterías o líquidos Los marcapasos externos, concentradores de oxígeno o dispositivos de nebulización deben registrarse antes del embarque. En algunos casos requieren certificados médicos y revisión técnica. Las aerolíneas priorizan la seguridad sin impedir que el pasajero transporte elementos esenciales para su salud.
6. Herramientas y equipos eléctricos Taladros, sierras, soldadores o linternas industriales necesitan aprobación porque pueden provocar chispas o contener componentes inflamables. Aunque no sea común viajar con una caja de herramientas, los técnicos y contratistas suelen hacerlo, y por eso existen protocolos específicos.
7. Instrumentos musicales con componentes eléctricos Una guitarra eléctrica o un teclado con batería recargable puede parecer inofensivo, pero también necesita revisión. Las aerolíneas verifican la capacidad energética y el tipo de material con el que se transporta. En algunos casos, el instrumento debe viajar en cabina si el tamaño lo permite.
8. Sustancias químicas o muestras de laboratorio Los científicos y estudiantes que transportan muestras o reactivos deben presentar documentos que certifiquen su inocuidad. Cualquier sustancia con riesgo biológico o inflamable necesita un permiso especial. Los laboratorios acostumbran enviar estas cargas por vía aérea con embalaje doble y etiquetas visibles. artículos que requieren autorización
9. Vehículos eléctricos pequeños Patinetas, monociclos y bicicletas eléctricas se convirtieron en protagonistas de la movilidad urbana, aunque su entrada al avión no es sencilla. Sus baterías superan con frecuencia los límites de seguridad, y por eso deben declararse. En muchos casos, el viajero debe retirar la batería y transportarla aparte.
10. Líquidos inflamables o alcoholes concentrados Perfumes, lociones y botellas de licor pueden parecer inofensivos, pero cuando la cantidad es considerable se requiere autorización. Los líquidos con alto contenido de alcohol pueden reaccionar ante la presión del aire o las variaciones de temperatura. Las aerolíneas suelen limitar el transporte a dos litros por persona en envases bien sellados.
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