Desde 2015, la UNESCO anuncia anualmente los Prix Versailles, una distinción internacional que busca destacar lo mejor de la arquitectura y el diseño contemporáneo en el mundo. Los galardones reconocen desde campus universitarios hasta hoteles, restaurantes y aeropuertos. En la edición pasada, los tres aeropuertos más hermosos del mundo fueron el Aeropuerto Internacional Zayed, en Abu Dabi; la Terminal 2 del Aeropuerto Changi, en Singapur; y el Midfield Satellite 1 del Aeropuerto Suvarnabhumi, en Bangkok. Este año no se repiten nombres ni hay representantes latinoamericanos en la lista, aunque algunos no quedan tan lejos. En Diners le contamos cuáles fueron los criterios de selección y cuáles son los cinco aeropuertos más imponentes de 2025, y por qué. Criterios de selección Foto: Kowshi L. en Shutterstock / Singapore Changi Airport. El objetivo del Prix Versailles es promover la sostenibilidad inteligente, en la que la cultura no solo habite el espacio, sino que lo trascienda. En este sentido, Jérôme Gouadain, secretario general del certamen, explicó que el jurado busca aeropuertos cuya infraestructura sea capaz de “resolver formidables dificultades en términos de gestión de flujo y de las propias aeronaves”. Sin embargo, esto no significa que se deje de lado la estética: las instalaciones también deben ser “obras de arte, o al menos objetos de belleza”. Otro criterio clave fue cómo estos espacios logran “compartir valores, cultura o incluso un homenaje al pasado”, dado que las huellas que dejan los aeropuertos surgen de un intercambio internacional en constante expansión y deben ser “símbolos del diálogo interno de la humanidad”. El jurado del año pasado estuvo compuesto por ocho artistas de diferentes nacionalidades y cinco disciplinas, entre ellos violinistas, actrices, diseñadoras de moda, bailarines y, por supuesto, arquitectos. Aunque la lista de este año aún no ha sido publicada, cabe esperar un enfoque y una diversidad similares. 5. Aeropuerto Internacional de Portland / Terminal Principal (Estados Unidos) Foto: Cortesía de PDX , Ema Peter / Aeropuerto Internacional de Portland. Inspirado en el bosque histórico de Oregón, el estudio de arquitectura ZGF quiso reflejar la belleza natural del noroeste del Pacífico con un techo ondulado de madera maciza de más de 36.000 metros cuadrados, acompañado por pasillos que evocan un tranquilo paseo entre árboles. Para lograrlo, se integraron más de 70 ejemplares y 5.000 plantas, distribuidas estratégicamente. El techo, además de recordar visualmente las copas de los árboles, cumple funciones similares: sus láminas de madera difunden la luz como lo haría un follaje y permiten que el 60 % del espacio se ilumine con los rayos del sol que logran filtrarse. Al revisar los materiales empleados en la construcción, algunos podrían cuestionar los criterios de sostenibilidad del certamen, y no son los únicos. El aeropuerto implementó un sistema de seguimiento llamado “del bosque a la estructura”, que garantiza que toda la madera utilizada haya sido replantada. Esto fue posible en gran parte gracias a que la extracción se limitó a un radio de apenas 500 kilómetros desde las instalaciones. La terminal fue diseñada para duplicar la capacidad del aeropuerto, y se estima que, para 2045, podrá albergar hasta 35 millones de pasajeros al año. 4. Aeropuerto Internacional de Kansai / Terminal 1 (Japón) Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por Prix Versailles (@prixversailles) A simple vista, la elección del Aeropuerto Internacional de Kansai en el Prix Versailles podría parecer poco sorprendente. Sin embargo, no hay que olvidar que sus instalaciones fueron diseñadas hace más de 30 años por Renzo Piano, y construidas sobre una isla artificial en medio de la bahía de Osaka, Japón. Integrar un nuevo edificio a esa estructura original no fue tarea sencilla, pero el resultado parece haber realzado aún más este ícono arquitectónico. Con una forma alargada y elegante, diseñada para favorecer la aerodinámica, Kansai ostenta el título del aeropuerto más largo del mundo. El desafío para el estudio Populous fue aprovechar la infraestructura existente y garantizar el crecimiento sostenible del complejo, algo que lograron con éxito. Las nuevas instalaciones ampliaron en un 60 % las áreas de salidas y comercios, incorporando más de diez nuevas tiendas y servicios de comida. Con ello, la capacidad de pasajeros aumentó en un 25 %. En cuanto al diseño interior, la propuesta busca replicar la característica elegancia japonesa combinada con una eficiencia pulida, mediante una paleta de materiales naturales. En términos funcionales, se incorporó un sistema inteligente que ofrece soluciones optimizadas para los viajeros: control automático de puertas de embarque, guiado a los carriles de inspección de seguridad y ajuste dinámico de filas mediante datos de flujo en tiempo real. 3. Aeropuerto de Roland Garros / Terminal de Llegadas (Francia) Powered by how to embed youtube video and låna pengar snabbt Entre el verdor del paisaje paradisíaco de la Isla Reunión, en Francia, la nueva terminal de llegadas no solo añade 13.000 metros cuadrados a las instalaciones existentes, sino que marca un hito al convertirse en el primer aeropuerto bioclimático tropical del mundo. Es, además, el más vanguardista en sostenibilidad de todo el Prix Versailles 2025. (Siga leyendo: Francia en cinco destinos imperdibles ) La firma AIA Life Designers —al igual que ZGF en Estados Unidos— diseñó los interiores con el objetivo de brindar a los viajeros una experiencia sensorial, mediante un uso generoso de madera y vegetación autóctona. En el exterior, destaca un imponente cañón central que actúa como chimenea térmica, permitiendo la ventilación natural del edificio. Este sistema aprovecha el clima local gracias a más de 830 conjuntos de persianas ubicados en la fachada, conectados a sensores que ajustan su ángulo según sea necesario. Esta proeza técnica fue posible gracias a la participación del 91 % de empresas locales. 2. Aeropuerto de Marsella-Provenza / Terminal 1 (Francia) Foto: Cortesía de Aeropuerto de Marsella-Provenza / Entrada a la terminal 1 del Marsella-Provenza. A pesar de que el Prix Versailles busca celebrar la arquitectura a escala global, no sorprende encontrar dos aeropuertos franceses entre los ganadores de un certamen de origen parisino. Eso sí, su presencia no es menos merecida. Este proyecto no comienza con una ampliación, sino con la restauración de 28.000 metros cuadrados de la terminal original, diseñada en la década de 1960 por Fernand Pouillon, e integrada ahora con la intervención posterior de Richard Rogers, realizada en los años noventa. Una vez preservado el legado arquitectónico, la firma Forster asumió el desafío de unificar la Terminal 1 mediante una ampliación de 22.000 metros cuadrados, pensada para transmitir el glamour de la Provenza a los pasajeros desde el inicio de su viaje. Tras pasar el control de seguridad bajo una elegante capota de madera, los viajeros acceden a una zona comercial inspirada en las casas de avena del Puerto Viejo de Marsella. Las fachadas de cristal garantizan una total transparencia, combinando vistas de la Provenza interior con la laguna marítima. En cuanto a su huella ecológica, la nueva terminal supera las remodelaciones anteriores. El vestíbulo acristalado, con 22 metros de altura, fue construido con un 70 % de acero reciclado. Su diseño incluye un techo de vigas invertidas y una claraboya en red con un marco de aluminio. A esto se suman sus cualidades sostenibles y una ventilación natural especialmente eficiente. 1. Aeropuerto Internacional Yantai Penglai / Terminal 2 (China) Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por Prix Versailles (@prixversailles) Una obra que conjuga arte y funcionalidad como la Terminal 2 del Aeropuerto de Yantai Penglai solo fue posible gracias a una colaboración ambiciosa. La firma Aesdas convocó a CSWADI y al Instituto de Diseño e Investigación del Aeropuerto de la Nueva Era de Shanghái para desarrollar una instalación de 167.000 metros cuadrados que rindiera homenaje al paisaje costero de la ciudad. No obstante, su primera fuente de inspiración fue la montaña Kuny. Con un tejado amplio y ondulante, y una terminal en forma de “e”, el diseño transmite una sensación de armonía al tiempo que optimiza el flujo de pasajeros. Además, su estructura elevada minimiza el impacto sobre el terreno existente. La cúpula acristalada que corona el atrio central de varios pisos refuerza esa atmósfera natural, permitiendo la entrada ininterrumpida de luz solar. En el interior, las curvas estructurales reinterpretan cascos de antiguos barcos de madera dispersos a lo largo del espacio, en un guiño a la Ruta de la Seda. Esta edificación, de tradición y modernidad, no solo ha incrementado la capacidad del aeropuerto a más de 20 millones de pasajeros al año, sino que promete convertirse en un nuevo emblema de la península de Shandong. Vea también: Estos son los 10 lugares más impresionantes que la UNESCO proclamó Patrimonio Mundial en 2025
