La zona costera de Val do Salnés, comarca ubicada en la provincia de Pontevedra (Galicia), es testigo de la creación de un vino que nació del sueño de 50 viticultores que en 1985 decidieron fundar las Bodegas Martín Códax. Allí, en homenaje al trovador medieval Martín Códax, la casa de vino expresa en cada botella un profundo respeto por el terruño y las familias que han dado forma al albariño, una uva autóctona de la región que crece en terrenos graníticos y arenosos, pero que, con el aire del Atlántico, produce cosechas de frescura y mineralidad.
Y es que esta uva, que se recoge mediante la vendimia manual, se cultiva en sistema de emparrado, el cual protege la cosecha y asegura su expresión más pura. De ahí que Martín Códax surja como un estandarte en el mundo de los vinos blancos, que reconoce ese trabajo colectivo, capaz de transmitir en una copa el paisaje que lo rodea.
Este vino, con aromas de cítricos, se presenta limpio y brillante en copa. También evoca al mar con un final salino rodeado de limón maduro, pomelo y un toque floral que recuerda al azahar. En boca se presenta una claridad sensorial que despierta los sentidos y entrega notas de manzana, pera y un toque increíblemente fresco, que se potencia con peso en boca muy envolvente, el cual se equilibra mediante un ligero paso por barricas con lías, el secreto que le da esa complejidad aromática que se puede disfrutar una y otra vez.
Gracias a ese perfil único en el mundo, Martín Códax Albariño se ha convertido en una tradición heredada de generación en generación, que se engrandece con herramientas contemporáneas que amplían la visión del viñedo, entre ellas el uso de teledetección aplicada con drones y modelos predictivos que permiten cuidar cada parcela con atención milimétrica, todo con el fin de elaborar vinos con personalidad y carácter.
El icónico Martín Códax Albariño

Este vino blanco seco tiene presencia en 60 países, lo que demuestra su solidez en el mundo sin perder su arraigo a las tierras de Galicia, pues la bodega impulsa un modelo cooperativo que fortalece a las familias locales que han dedicado su vida a la viticultura.
Y nada de esto sería posible sin la apuesta firme por la sostenibilidad, respaldada por la certificación Sustainable Wineries for Climate Protection (SWfCP), que reconoce el compromiso ambiental y social de una bodega que entiende la viticultura como una responsabilidad a largo plazo.
Es así como el trabajo de Martín Códax se convierte en un orgullo regional, donde la cultura gallega se ve expuesta en cada botella de vino, al igual que en el calendario local, donde aparece la fiesta Os Xoves de Códax, que reúne música y vino en un mismo espacio, además de la entrega de los premios Martín Códax de la Música, que celebran el talento local. Allí también aparece el Outono Códax Festival, que rinde tributo a la música negra, actividades que revelan una intención clara de fortalecer las manifestaciones artísticas y mantener vivo el vínculo entre comunidad y territorio.
*Distribuido en Colombia por Marpico Vinos y Licores. Más información en marpicovinos.com.



