Apoyar diferentes causas sociales y humanitarias a través de la moda no es algo nuevo. Lo han hecho desde estrellas de la música, como Bono, de U2 y Madonna, hasta actrices de Hollywood como la norteamericana Kate Hudson o la británica Emma Watson, y diseñadores de moda como Stella McCartney, Ralph Lauren y Blake Mycoskie, de la marca TOMS.
La idea surge de un concepto sencillo pero exitoso. “Se trata de un gana-gana. Las personas adquieren una prenda de buen diseño y calidad, y parte de los ingresos de esa compra se destinan para contribuir a diferentes iniciativas filantrópicas”, explica Catalina Casas, de la Fundación Ellen Riegner de Casas, que cuenta entre sus embajadoras e influenciadoras a la presentadora Andrea Serna, la diseñadora Angélica Castillo –más conocida como Miss Balanta–, la consultora Gloria Saldarriaga y la modelo y empresaria Ingrid Wobst.
Todo inició hace más de un año, cuando un grupo de colaboradoras de la fundación, liderado por Karen Moreinis, María Isabel Herrera y Vicky Chehebar en busca de alternativas a la tradicional y, a veces, monótona manera de recolectar fondos, comenzaron a darle vuelta a la idea de dar y recibir. El objetivo era encontrar una ecuación que funcionara tanto para quien hace la donación como para quien la recibe.
Además, querían que la iniciativa reflejara el espíritu y la razón de ser de la fundación. Creada hace 15 años, en memoria y cumpliendo los deseos de la fotógrafa Ellen Riegner de Casas, su misión consiste en procurar el bienestar y mejorar la calidad de vida de los pacientes oncológicos de bajos recursos a través del apoyo psicológico, económico y social durante su tratamiento.
El Pink Day, un día en que el color rosa y la moda son protagonistas, nació en 2017 como una de las estrategias para reunir recursos, a fin de cumplir con dicho compromiso. Para la primera edición, la marca Pink Filosofy diseñó una camiseta que se convirtió en símbolo de este nuevo emprendimiento. Para la próxima –que tendrá lugar el 26 de abril– hicieron lo propio, pero en esta ocasión se unieron otras marcas, como Ellipse, Joyería Schumacher y Postino, que crearon las piezas exclusivas con las que posaron algunas de las embajadoras de la fundación.
La iniciativa ha sido tan exitosa que decidieron mantenerla todo el año, de esta manera a quienes les gusta comprar y a la vez ayudar pueden hacerlo sin limitaciones.
Angélica Castillo
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Famosa por sus turbantes que diseña, Miss Balanta posó con una camiseta de Pink Filosofy. $160.000, que en un costado tiene una arandela que replica la forma del lazo que identifica la lucha contra el cáncer.[/diners1]
Esta diseñadora gráfica y bloguera caleña, que goza de reconocimiento en el ámbito de la moda gracias a su marca de turbantes Miss Balanta, fue invitada a un evento de la fundación que consistía en recolectar pañoletas, para que luego, durante una visita al Instituto Nacional de Cancerología de Bogotá, les enseñara a las pacientes diferentes formas de ponérselas.
“Me pareció una experiencia interesante y gratificante, y desde entonces he seguido participando en muchas actividades con ellos. La verdad, vivo enamorada de ese proyecto tan lindo”, dice con su sonrisa amplia y generosa.
Fue durante su estadía en Barcelona, donde cursó una maestría en Comunicación Publicitaria, que se dio cuenta de que los turbantes que utilizaba como parte integral y sello distintivo de su look, causaban curiosidad y llamaban la atención de la gente.
“Así nació mi marca, y descubrí el poder de la moda. Creo que bien utilizada puede cambiar vidas y aportar a la sociedad”, explica Miss Balanta, quien además de diseñar productos para comercializar, se siente orgullosa de crear accesorios para las mujeres que los necesitan. “Eso es lo más bonito, crear piezas que le suban la autoestima a quienes pasan por un proceso de quimioterapia, o a las mujeres en general, que busquen un elemento diferenciador que las haga únicas”.
Andrea Serna
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La camiseta con palabras de empoderamiento, de Pink Filosofy, $160.000, da una voz a quien la viste. La tote de Postino, $430.000, está hecha en cuero tinturado de rosa pálido, y tiene sutiles detalles en tonos oro o plata. Las rosas son de Don Eloy.[/diners1]
“Cuando escuché a Catalina Casas hablando de los logros de la fundación en diferentes escenarios sociales, me motivó muchísimo y quise ser parte de eso, por eso ofrecí ayudar en lo que necesitaran”, recuerda la presentadora caleña, quien en el transcurso de los años y de su carrera en televisión ha desarrollado un estilo propio y se ha convertido en referente. No es raro encontrarla en los listados de las mejor vestidas del país.
Para ella, el tema de la moda surgió como algo orgánico, una consecuencia de su trabajo. “Cuando estás frente a una cámara, especialmente cuando presentas grandes formatos, debes pensar en qué estás comunicando con la manera como te vistes, hay que tener en cuenta aspectos como el escenario, la situación y el público objetivo, si quieres transmitir cercanía o si por el contrario, debes ser misteriosa o intimidante”. Y aunque muchos califican la moda como frívola o superficial, ella ha comprobado de primera mano su poder e importancia.
“Un buen ejemplo son las camisetas con diferentes frases o enunciados, en este caso, no solo estás adquiriendo una prenda, sino que te está dando una voz, se convierte en un medio para expresarte, decir con lo que estás de acuerdo o con lo que no. Puedes ser portadora de lo que piensas, de tu filosofía”, reflexiona mientras se pone una camiseta con las palabras Bravery, Empowerment (coraje, empoderamiento).
De hecho, su pasión por el diseño le ha abierto puertas, impulsándola a emprender otros caminos, no solo como embajadora de diferentes marcas, sino como cocreadora de las mismas. “Esto me ha llevado a estar pendiente de las tendencias, a investigar, a conocer un poco más detrás de la historia de este universo lleno de creatividad e ingenio”. Y aunque está al tanto de lo que sucede en el ámbito internacional, está convencida de que la moda nacional pasa por su mejor momento. “Mi clóset da fe de eso, prefiero invertir en una prenda de un diseñador colombiano antes que comprar afuera”.
Gloria Saldarriaga
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El top de Ellipse es una prenda versátil, que se adapta a diferentes estilos. La combinación de encaje con algodón suave, lo hace sexi y muy femenino. $100.000.[/diners1]
No sigue tendencias ni tiene un estilo definido. Nunca está a la moda. Le aterraría estarlo. Para ella la moda va más allá, y la encuentra en lugares inesperados. Una plaza de mercado, un cultivo de flores, la tienda de un pueblo, el rancho de una artesana… Es un arte, y ella posee un talento innato e inagotable para descubrirlo. Tiene gracia y elegancia, pero también humor e ingenio para que todo lo que se pone y la manera como lo combina se vea bien. Ha sido galerista, curadora, escritora y modelo. Estudió diseño gráfico.
Ella se define como entusiasta de la moda y el arte, y acompaña la labor de la fundación hace más de un año. “Sororidad es una palabra que me gusta mucho, porque se refiere a la hermandad y solidaridad entre mujeres para crear redes de apoyo y lograr cambios sociales. Sin ser activista, creo que cuando las mujeres nos reunimos hay una energía diferente, surgen nuevas ideas. Esto es lo que sucede con este tipo de iniciativas”.
Además de la satisfacción de participar en esta causa, la motiva crear consciencia sobre el cáncer. “Es una enfermedad que le puede dar a cualquiera, pienso que hay que perder el temor de hablar al respecto, y más bien informarse y saber que existe la posibilidad de curarse”. En relación con la colección de prendas y objetos que se diseñaron este año para el Pink Day, resalta que “todo está hecho con amor. Es una forma de aportar y además de agradecimiento, recibir algo bonito a cambio”.
Ingrid Wobst
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El dije de la pulsera creada especialmente por la joyería Schumacher, está inspirado en el infinito, símbolo del Pink Day 2018. En oro, $580.000; en plata, $250.000.[/diners1]
Las relaciones públicas son el fuerte y la pasión de esta bogotana que estudió economía y cine, pero que se dio a conocer por su belleza y desenvoltura en las pasarelas. Esa experiencia, sumada a la que adquirió cuando estuvo al frente del departamento de mercadeo en el canal RCN, le permitió crear su propia empresa, dedicada a manejar con un grupo de socios temas de comunicación y relacionamiento, específicamente con marcas de moda.
“El diseño de moda me ha gustado desde niña, siempre lo he visto como una forma de expresarme”, explica la exmodelo, que a través de su firma ha apoyado a la fundación con la convocatoria a diferentes eventos y la divulgación del trabajo de la misma.
“La idea es multiplicar las personas que puedan apoyar esta causa. Para mí ha sido una experiencia enriquecedora y muy emotiva, y estoy agradecida por la oportunidad de compartir con las pacientes, que nos dan una lección de valentía y coraje todos los días.
Es maravilloso contribuir a que su tratamiento sea un poco menos traumático con pequeñas cosas, que muchas veces damos por sentado”, reflexiona Wobst, que asegura que con este tipo de iniciativas el poder de la moda consiste en acercar a las personas a una realidad que no conocen o que a veces prefieren no ver, de una manera positiva e intuitiva. “La gente no se imagina la diferencia que hace a la vida de una persona, con el solo hecho de comprar una camiseta o uno de estos accesorios”.
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