Carlos, el gastrobar de lujo en la Zona G de Bogotá

Mesas de mármol, lámparas de araña, espejos, sillas en cuero y una atención de lujo desde la entrada, son algunas de las cosas que encontrará en Carlos, un nuevo gastrobar ubicado en la carrera 5 No. 66a-24, que le apuesta a la cocina nikkei y mexicana, acompañada de lo mejor de la coctelería internacional y de autor.

Carlos y Ana María Garzón son los creadores de este concepto que no pretende imitar ideas de otros restaurantes, sino ofrecer al comensal un espacio donde la experiencia gastronómica se combine con la atención personalizada de su equipo de trabajo.

“Somos un administrador y una contadora que no tenemos nada que ver con la gastronomía, pero sabemos cuál es el tipo de atención que merece la gente. Por eso nos aliamos con chefs expertos en cocina internacional para crear un gastrobar donde los sabores, los licores y la atención hagan la diferencia”, cuentan los hermanos Garzón, quienes también son los fundadores del restaurante Cecilia, en Bogotá.

La sencillez es elegante

Es gratificante encontrar un lugar que no es pretencioso con el nombre sus platos y en donde le dicen al comensal claramente qué es lo que tienen para ofrecer. Carlos ofrece platos irresistibles que se acercan bastante a ser un bocado de felicidad, como es el caso de las empanadas de cangrejo y sus tostadas de carpaccio.

Y el secreto está en tener ingredientes premium preparados con técnicas que potencian el sabor del plato y se conviertan en un recuerdo sensorial difícil de olvidar.

Se puede decir lo mismo de los cocteles, los cuales son una obra maestra de los bartenders de Carlos, que realmente aman su trabajo y están encantados de poder explicarle al comensal el origen de lo que se está tomando, como puede pasar con el mezcal del Caribe: un trago suave al paladar que juega con el balance de dulce, ácido y amargo, para dejarle un retrogusto refrescante que durará toda la noche.

“Nuestro objetivo es que el cliente reciba todo lo que está pagando por la experiencia, que tenga ganas de volver a Carlos, porque manejamos un balance entre calidad y precio. Por ejemplo, el ticket promedio por persona está en los $60.000 pesos”, comenta Ana María Garzón.

El gastrobar ‘instagrameable’

Si bien un gastrobar o restaurante se juzga por sus platos, hoy, como cuentan los hermanos Garzón, hay que prestar atención a toda la experiencia, pues en Carlos no solo se trata de tomarse unos cocteles, sino de ofrecerle al comensal una noche divertida, con la música que desea y espacios donde pueda tomar aire y fotos para sus redes sociales.

“La arquitecta María Alejandra Manotas nos ayudó a remodelar esta casa victoriana de la Zona G para que la gente pueda disfrutar todos sus espacios. Las paredes verde con dorado, evocan al lujo y la barra decorada con esculturas, la hacen perfecta para una noche de chicas”, comenta Ana María.

Nuestros recomendados

Para su primera vez en Carlos le recomendamos empezar con una entrada de mazorcas baby con queso costeño, polvo de tocineta y alioli de pimentón ahumado.

De fuerte, un arroz frito con langostino, camarón, pollo, panceta de cerdo, res y vegetales salteados; o un ceviche mixto con pulpo, calamar, gambas en ají amarillo y pesca del día. O disfrute de un T-Bone de corte internacional.

Y no se puede ir sin su postre y su coctel. Empiece por el dulce sabor del clásico tres leches bañado en Licor 43 y un shot de espresso y continúe con un Tanqueray Long, con kiwi, eucalipto y ginger beer.