En Antioquia existe una montaña que parece sacada de un mito. Se trata del Cerro Tusa, a 1.850 metros sobre el nivel del mar, con la particularidad de tener la forma precisa de una pirámide, que evoca a las megaconstrucciones del antiguo Egipto. Sin embargo, sin intervención humana, este cerro natural es el más alto del mundo y se encuentra en el municipio de Venecia, a solo dos horas de Medellín, listo para quienes quieren someter el cuerpo a un reto físico y, al mismo tiempo, atravesar un camino marcado por la historia indígena. Vea también: ¿Qué hacer en Venecia, el municipio de Colombia con la pirámide natural más alta del mundo? ¿Cómo llegar a la pirámide natural? Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por Walter (@surfbum616) Desde el terminal del sur de Medellín se toma un bus hacia Venecia por unos $17.000.
Luego, para llegar a la base de la montaña hay que tomar un colectivo hasta el sector conocido como El Potrero, donde la tierra ya huele a bosque y la sombra de Cerro Tusa cae sobre la tierra. Frente a usted se extiende un coloso verde con pendientes de hasta setenta grados que recuerdan que no cualquiera puede conquistar su cima. Subirla exige disciplina, por lo que es importante que utilice guantes de hilo para sujetar las cuerdas en los tramos más empinados, botas de senderismo que agarren bien la tierra suelta, dos litros de agua por persona, un sombrero, bloqueador y ropa que resista tanto al calor como a los arañazos de la vegetación. La caminata se divide en tres momentos: los cinco kilómetros desde el pueblo hasta la base, los tres que conducen al campo base, y finalmente el ascenso de un kilómetro y trescientos metros hasta la cima, que dura entre dos y tres horas y pone a prueba la fuerza física y mental.
En el camino se encontrará con objetos de antiguas peregrinaciones indígenas. Por ejemplo, entre sus piedras aún sobreviven los vestigios de caminos usados por los Zenufaná, y en la base se alza la llamada Piedra de las Escalas o Altar de Sacrificios, un sitio ceremonial donde se hacían ofrendas. Allí también se distingue el perfil de una mujer tallado en la roca, conocido como la diosa del espejo, una presencia que convierte la montaña en un templo natural. El Cerro Tusa es de todos los colombianos Hoy, el cerro hace parte de los parques de Comfama, por lo que el ingreso requiere reserva previa y acompañamiento obligatorio de guías locales. Los cupos diarios son limitados, tanto para proteger la montaña como para garantizar la seguridad de los caminantes.
Esto garantiza que la experiencia no sufra de turismo masivo, por lo que puede disfrutar el esfuerzo, el aire puro y el respeto por este lugar sagrado para antiguos habitantes de la región . Entre tanto, el descenso exige tanto cuidado como la subida. El terreno se vuelve más resbaloso y los músculos tiemblan de cansancio, pero el paisaje recompensa. Desde la cima, el suroeste antioqueño se extiende como trenzas verdes de montañas suaves, pueblos coloridos y ríos brillantes que siguen su curso bajo el son. De esta forma se sube y se baja la pirámide natural más alta del mundo, conocida como un altar indígena y por los vecinos como el viejo Cerro Tusa.
