Qué podemos decir, 2025 está cada vez más cerca de acabarse, y lo cierto es que fue un año que nos entregó lo mejor de sí en materia artística. Y como en Diners nos ponemos un poco sentimentales por estas fechas, nos gusta compartir con nuestros lectores esos productos que maravillaron nuestros corazones.
Ya sea porque contaron con argumentos que iban más allá de lo aparente, o porque nos hicieron reír con cada ocurrencia, hay algunas películas que se disfrutan más que otras. Y como entendemos que no siempre se tiene el tiempo o la atención, es normal que entre tantos estrenos que suceden a la vez uno no se entere de las joyas que se pierde. Es por eso que decidimos dar un paso hacia adelante, y recomendarle las que para nosotros fueron las mejores películas del año, y que usted no puede dejar de ver antes de que llegue el 2026. Vaya preparando el maiz pira y póngase cómodo, esta es nuestra selección.
F1
El mundo de las carreras automovilísticas está más vivo que nunca, y la prueba la recibimos este año con F1, una historia en la que importa muy poco si uno es conocedor del deporte o si solo fue al cine porque en la portada estaba Brad Pitt, quien la ve se lleva una experiencia de adrenalina como pocas. Ya que se trata de una colaboración entre Warner Bros, Apple y la mismísima F1, había que poner toda la carne en el asador; y lo hicieron con réplicas reales de los bólidos, diseños especiales para la película y apariciones de figuras destacadas como Lewis Hamilton y Max Verstappen. Luego de verla, le aseguramos que se va a interesar más por este nicho.
Pecadores
Ambientada en un pequeño pueblo del sur de Estados Unidos, la historia sigue una serie de sucesos inquietantes que parecen estar conectados con antiguos pecados comunitarios, esos que nadie quiere mencionar pero todos conocen. Bajo esa premisa, la cinta construye un clima de tensión alrededor de la culpa, la fe y las heridas raciales que siguen vivas en la región. Pecadores funciona porque cada personaje se siente atrapado en un pasado que no termina de morir, y es ese peso histórico el que convierte la película en algo más profundo que un simple thriller sobrenatural. Ah, y hay vampiros también, así que punto extra.
Superman
Tuvimos bastantes películas de superhéroes este año, unas peores que otras, y seguramente Superman no fue la mejor ejecutada. Sin embargo, hay algo especial en esta versión del hombre de hierro que no podíamos dejar pasar, y es la forma en cómo simboliza la esperanza. James Gunn, la nueva cabeza creativa del Universo DC, planteó a su protagonista como ese personaje del que muchos fans se enamoraron en los cómics: un ser con el suficiente poder como para reinar sobre la tierra, pero con la suficiente bondad para no hacerlo.Uno que lucha todos los días por un mejor mañana porque cree en el bien que hay en cada uno, punto. El superman de Gunn es también una reflexión sobre la xenofobia, pues siendo un alienígena se siente más humano que cualquier persona, y eso debería decirnos mucho sobre cómo tratamos a los demás.
Weapons
Zach Cregger, que ya había sorprendido con Barbarian, regresa con Weapons para darle una vuelta de tuerca al horror coral. La trama empieza con la desaparición misteriosa de casi toda una clase de tercer grado, un hecho que desarma por completo a su comunidad y abre una investigación plagada de sospechas, teorías insostenibles y silencios incómodos. Sin embargo, lo realmente interesante está en cómo la película va saltando de un grupo de personajes a otro, mostrando distintas formas de enfrentar el trauma: desde el miedo paranoico hasta el deseo de encontrar culpables donde sea. Cregger nunca se limita a crear escenas perturbadoras por puro impacto, sino que el foco está en los estragos de la histeria colectiva.
Matáte, amor
Basada libremente en la novela de Ariana Harwicz, Matáte, amor explora la mente de una mujer atrapada entre la maternidad, el aislamiento rural y un matrimonio que se cae a pedazos. Lejos de romantizar la vida en el campo, la película construye un retrato visceral de la depresión post parto, donde su protagonista oscila entre el deseo de escapar y el miedo a enfrentarse a sí misma. La narrativa juega con lo ambiguo, pues nunca sabemos si lo que vemos es real o una distorsión de su fragilidad emocional, y esa incertidumbre es lo que la hace tan potente. Uno termina mentalmente agotado cuando se acaba, así que véala con discreción.
Un simple accidente
Jafar Panahi es un cineasta que ha estado dos veces en la cárcel debido a que su trabajo artístico es bastante vocal contra el régimen iraní. De primera mano conoce los horrores que suceden ante la injusticia, la tortura, y por eso tiene toda la utoridad para narrar esas vivencias. Y aún con esas, en Un simple accidente optó por una mirada más bien cómica, con una serie de situaciones bizarras una tras otra en la que uno no puede sino llevarse las manos al rostro y pensar “Dios mío, lo que faltaba” cada que algo nuevo sucede. No por nada fue merecedora a la Palma de Oro en el Festival de Cannes 2025, y ahora es un nombre sólido a considerar para los premios Óscar 2026.
Valor sentimental
De la mano de Joachim Trier, Valor sentimental se posicionó rápido como uno de los dramas más comentados de la temporada tras su paso por Cannes. La historia gira en torno a dos hermanas que deben lidiar con el regreso de su padre, un cineasta que quiere filmar una película basada en los conflictos internos de la familia tras la muerte de su ex esposa. No obstante, esto abre viejas heridas, resentimientos y recuerdos que cada una había tratado de ocultar bajo la rutina adulta. Es un relato sobre la vulnerabilidad y lo difícil que puede ser reconciliarse con quienes uno quiere, así que si la ve prepare algunos pañuelos para las lágrimas.
Zootopia 2
Una de las secuelas animadas más esperadas de la temporada tenía que llegar desde la casa del ratón, Disney. Tras casi 10 años de espera, la segunda entrega de Zootopia cumple con esa dosis de humor a la que sus fans estaban acostumbrados, a la vez que introduce nuevas razas y especies en un mundo donde todo parece más cercano de lo que uno creería. En esta ocasión, la historia gira en torno a un misterioso libro robado por Gary De’Snake, una pitón azul que involucra a los protagonistas en un caos donde todos son sospechosos.
Una batalla tras otra
Si usted es una de esas personas que les gustan las emociones fuertes en la pantalla grande, póngase cómodo porque esta es su película. En Una batalla tras otra no hay puntos de descanso, la persecución solo va de menos a más y en todo momento pareciera que DiCaprio, en su rol protagónico, está a punto de perder la cordura. Fuera del conflicto político en el que se centra el argumento, Paul Thomas Anderson, su director, plantea un escenario en el que el amor paterno es capaz de superar cualquier obstáculo, incluso si eso significa encontrarse con viejos enemigos o afrontar los fantasmas del pasado.
Un poeta
No podía faltar la cuota colombiana dentro de nuestra selección de las mejores películas que debe ver antes de acabar el año, y no es simplemente porque nos acoja el sentimentalismo patriota, sino porque genuinamente consideramos que su calidad se puede plantar cara a cara con las grandes producciones extranjeras. La historia del artista Óscar Restrepo, interpretada por Ubeimar Ríos y dirigida por Simón Mesa, es todo lo que el cine independiente ha temido hacer durante varios años: revelarse en contra de la porno-miseria y los establecimientos que ven en los concursos artísticos una forma de validar sus perspectivas moralistas. Eso sí, con un humor ácido en el que uno se divide entre sentir vergüenza o pena ajena.
Un poeta se volvió además un boom cultural, pues su campaña de difusión en redes sociales nos ha regalado toda clase de memes y stickers, lo cuál solo edifica aún más ese estatus de película de culto que seguramente seguiremos recordando con el pasar de los años. En últimas, quizás sea porque simplemente tiene un guion jocoso, pero también puede ser que en el fondo todos seamos poetas tratando de escribir un poema feliz.
