Carolina Rodríguez: trazos que definen la nueva ola musical en Latinoamérica

En un mundo que cada vez menos aprecia las portadas de los álbumes de música, la ilustradora colombiana Carolina Rodríguez se dedica a crearlos y darles visibilidad por medio de sus ilustraciones que ya atraviesan fronteras.
 
Carolina Rodríguez: trazos que definen la nueva ola musical en Latinoamérica
Foto: Cortesía Carolina Rodríguez
POR: 
LAURA CAMILA RAMOS CONDE

En medio del bullicio creativo de Bogotá, una ciudad que en los últimos años ha visto emerger una potente ola de músicos independientes, destaca el nombre de Carolina Rodríguez o ‘Mange’, como es conocida en sus redes sociales, una joven ilustradora colombiana que se ha convertido en la creadora visual de esta revolución sonora. Su trayectoria artística, entrelazada con el auge de bandas como Nicolás y los Fumadores y Armenia, es un claro ejemplo de cómo la ilustración y la música pueden converger en un potente diálogo cultural.

Sus comienzos en la ilustración

Carolina se sumergió en el mundo de la ilustración de manera casi accidental, pero inevitable. “Yo estaba estudiando con esa gente, con esas bandas que estaban empezando a crear una escena”, recordó. Fue en ese ambiente creativo que Carolina comenzó a notar una carencia en el aspecto gráfico que acompañaba a estos músicos. No había quien diseñara los flyers, ni las portadas, ni ningún tipo de material visual que fuera necesario para representar a estas bandas emergentes. “Yo empecé a hacer eso gratis porque no tenía los medios, pero esto cautivó mucho”, comentó sobre sus primeros trabajos.

Este primer paso fue crucial no solo para ella, sino para la escena en general, que hoy ve cómo esas primeras ilustraciones han cobrado una relevancia significativa. El tiempo ha demostrado que lo que comenzó como un acto casi fortuito se convirtió en una pieza clave para la consolidación de una nueva identidad visual en la música alternativa bogotana.

Su identidad dentro de las ilustraciones

Con el tiempo, la ilustradora se dio cuenta de que su portafolio tenía una dirección clara: la música. “Me di cuenta de que absolutamente todas las piezas que yo tenía para mostrar de alguna u otra manera tenían que ver con la música y me encantaba”, comentó, destacando cómo decidió abrazar la identidad de artista gráfica para la industria musical.

Uno de sus proyectos más memorables fue la campaña para el artista Daniel Torres, donde su trabajo no solo fue la portada de un disco, sino una narrativa visual completa. “Hicimos toda una campaña, porque era como una serie de cómics… era muy chévere ver cómo se mezclaba lo brillante entre la realidad y la ficción”, dijo Carolina.

Otro proyecto destacado fue con Benjamín Walker, un cantante chileno con quien trabajó en una serie de portadas utilizando técnicas experimentales como la cianotipia. “Fue como un proceso de búsqueda… nos sentamos a ver discos en tiendas del centro, a tomarles fotos y decir ‘esto es lo que queremos hacer'”, relató Carolina. Este trabajo enmarca su proceso creativo, pues ella aseguró a la revista que el trabajo colaborativo es fundamental para sus ilustraciones.

Su visión como mujer en la industria

El camino de Carolina no ha sido fácil. Desde sus inicios, ha tenido que navegar en un mundo donde la ilustración, especialmente para la música, no siempre ha sido valorada como merece. “Yo siempre dudaba mucho porque sentía que no había una especialidad o algún tipo de estudio para que uno se considerara como un artista gráfica”, confesó. 

Sin embargo, a medida que fue construyendo su portafolio, se dio cuenta de que todas sus piezas estaban vinculadas de alguna manera con la música, lo que la llevó a abrazar su identidad como artista de portadas y a enfrentar el gran reto de seguir creando piezas gráficas que, hoy en día, no son tan relevantes para todo el público debido al auge de las plataformas de audio.

Pero Carolina no solo ha encontrado su voz en el papel. Su estilo, que ella misma describe como una combinación de “lo cotidiano y lo nostálgico con lo absurdo y lo fantástico”, es inconfundible. Su paleta de colores, que va desde tonos pastel hasta combinaciones atrevidas como un asesinato representado en rosados y amarillos, refleja una visión del mundo única y personal. “Creo que mis dibujos tienen algo de absurdo, pero es una combinación muy linda entre lo cotidiano y lo nostálgico”, aseguró.

El camino de las artista no ha estado exento de desafíos, especialmente como mujer en una industria dominada por hombres. Sin embargo, su talento y determinación le han permitido abrirse paso y trabajar con artistas de renombre. Hoy, sus ilustraciones no solo representan la música de una nueva generación, sino que también son un símbolo de cómo las mujeres están redefiniendo su papel en la industria cultural.

Mirando hacia el futuro, la artista sigue comprometida con su arte y con la creación de contenido que inspire a otros artistas a romper con las creencias limitantes. “Creo que hay muchas presiones al momento de hacer arte, de encontrar un estilo propio, pero he tenido el privilegio de poder hacer las cosas a mi manera”, reflexionó. Su próximo proyecto es ofrecer creaciones para todos los amantes de su trabajo y que puedan adquirirlas. 

Carolina Rodríguez es, sin duda, un nombre que seguirá resonando en la escena artística colombiana. Su capacidad para transformar la música en imágenes y su búsqueda constante por redefinir su lugar en el mundo artístico la convierten en una figura clave de esta nueva ola cultural alternativa. 

         

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agosto
13 / 2024