Durante siglos una botella de espumoso ha funcionado como un gesto simbólico que anuncia el cierre de un año y la promesa de otro, un acto casi teatral que resume la idea de celebración colectiva, abundancia y deseo de buenos augurios, una costumbre que no nació por una mezcla de historia y ritual social que se fue refinando con el tiempo. vinos espumosos, 31 de diciembre
El origen de esta tradición se remonta a la región de Champagne en Francia, exactamente del siglo XVII, donde los vinos espumosos comenzaron a asociarse con la nobleza y la realeza europea, en parte porque su producción era compleja y costosa y porque su carácter efervescente transmitía una sensación de lujo inmediato, que pronto se convirtió en protagonista de coronaciones, tratados y festejos cortesanos.
Con el paso de los años los vinos espumosos dejaron de ser un privilegio exclusivo de palacios y se transformó en un símbolo universal de celebración, especialmente en la noche del 31 de diciembre, cuando ese sonido de descorche llama la atención y todos los presente se reúnen embelesados por el líquido dorado que se sirve en copas flauta.
La llegada de los espumosos a Colombia
En Colombia la costumbre de brindar con vinos espumosos llegó de la mano de las élites urbanas a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, cuando las importaciones europeas empezaron a marcar las pautas de consumo en celebraciones formales, bodas y fiestas de fin de año, una práctica que con el tiempo se popularizó y se adaptó a los contextos locales sin perder su carga simbólica.
Durante décadas fue visto como un lujo reservado para ocasiones muy específicas, aunque el crecimiento del mercado vinícola y la llegada de espumosos de Italia, España, Argentina y otras regiones permitió que el brindis de Año Nuevo se democratizara, integrándose de manera natural a la mesa colombiana junto a cenas familiares, platos tradicionales y reuniones entre amigos.
Una selección especial de Diners para la noche del 31 de diciembre
Pensando en ese momento clave que ocurre cuando el reloj se acerca a la medianoche, Diners presenta una selección de 7 vinos espumosos que recorren distintos estilos, orígenes y perfiles aromáticos, todos pensados para acompañar la celebración del 31 de diciembre con criterio, información y placer bien entendido.
1. Prosecco Mionetto Brut Glera

El Prosecco Mionetto Brut es un espumoso italiano elaborado con uva Glera 100% que se presenta en botella de 750 ml y ofrece una vista de color luminoso amarillo paja, mientras que en nariz se reconoce por una combinación de aromas florares y sabores que van desde las flores a las frutas, con notas de miel, acacia y albaricoque, una expresión aromática que anticipa una boca suave
y seca en el paladar, ideal para acompañar carnes durante la celebración.
2. Chandon Extra Brut Box

Desde la región de Mendoza en Argentina llega el vino espumoso Chandon Extra Brut en presentación de botella 750 ml en estuche de caja, elaborado con 60% Chardonnay y 40% Pinot Noir, pensado para consumirse a una temperatura de 6° C, con una vista amarilla de leves tonos dorados, una nariz fresca y elegante que se distingue por su fineza, precisión y equilibrio, y una boca donde aparecen sabores de durazno blanco, lima, jazmín, frutos rojos, ananá y brioche, una elección natural para una buena tabla de quesos.
3. Freixenet Cordon Negro vinos espumosos, 31 de diciembre

El espumoso Freixenet Cordon Negro es un vino de España que llega en botella de 750 ml y se elabora con uvas Parellada, Macabeo y Xarel·lo, una etiqueta pensada para celebraciones entre amigos que presenta un color amarillo pálido con tonos verdosos y brillante, aromas finos y delicados en nariz y una boca limpia y equilibrada con toques de manzana, pera y cítricos que lo hacen versátil y fácil de disfrutar.
4. Codorniu Cava Brut vinos espumosos, 31 de diciembre

Codorniu Cava Brut es un espumoso blanco de España de estilo ligero y tipo Brut que se recomienda servir entre 6 y 8º C, adecuado para maridar con entrantes, salteados de verduras, pescados, mariscos, carnes braseadas y postres, con una vista amarillo brillante con reflejos verdosos y un gusto cremoso, amplio y persistente que sostiene su carácter gastronómico a lo largo de la degustación.
5. Prosecco Zonin Blanco Otra Cepa

El Prosecco Zonin Blanco Otra Cepa es un espumoso blanco de Italia de tipo Brut, con un perfil cítrico y grados de alcohol 0.11 %, elaborado a partir de uva y pensado para acompañar preparaciones como ensalada caprese, pasteles de cangrejo y salmón, una opción fresca que se integra con naturalidad a mesas donde la ligereza y la frescura marcan el ritmo de la noche.
6. Champaña Veuve Clicquot vinos espumosos, 31 de diciembre

La Champaña Veuve Clicquot es una referencia clásica de Francia dentro de la categoría de vino espumoso blanco, recomendada para servirse entre 6 y 8°C y reconocida por un gusto largo y muy equilibrado, con una vista dorada y un perfil aromático donde aparecen fruta blanca y cítricos, una elección que dialoga de manera directa con comidas de carácter intenso como la comida mexicana durante el cierre del año.
7. Champagne Laurent Perrier

La Champagne Laurent Perrier es francesa, se presenta en botella de 750 ml y se elabora con Chardonnay 50%, Pinot Noir 30% y Pinot Meunier 20%, ideal para consumirse entre 8 y 10 ° C, con un reflejo dorado pálido y una burbuja muy fina que alimenta un cordón de espuma persistente, una nariz delicada con aromas a cítricos frescos y flores blancas que evolucionan hacia notas de melocotón de viña y frutos blancos, y una boca que ofrece un equilibrio preciso entre frescura, perfecta para disfrutar con mariscos en la noche del 31 de diciembre.



