Ya finalizada la semana de la moda masculina de Milán, quedaron los grandes shows y las marcadas tendencias inspiradas en los años 90, en la ropa deportiva y en un estilo que se basa en prendas cómodas que se adapten a las prisas del día a día.
Este fin de semana de moda, también dejó muchos nombres nuevos que “ganaron un lugar para mostrar sus diseños. Lo que muestra aires de cambio y transformación en una industria en la que vemos a los mismos una y otra vez” comentó el cuerpo italiano de la moda, la Camera Nazionale della Moda Italiana.
Versace
Donatella marcó esta semana de la moda, con una colección traída directamente de los años 90 para ser la tendencia del futuro (primavera verano 2019).
Fue una pasarela en donde participaron famosas modelos como Bella Hadid y Kendall Jenner, quienes desfilaron con dos de las piezas más representativas de la temporada.
En cuanto al público masculino, Versace ha conquistado con una colección muy rica en aplicaciones, materiales nuevos y prints llenos de color. La casa italiana ha presentado una propuesta donde las capas y la superposición de prendas domina los looks.
Dolce & Gabbana
Domenico Dolce y Stefano Gabbana mostraron lo que es probablemente el desfile más clásico de la temporada. Por fuera de la inspiración deportiva y de los 90, la marca prefirió una onda más clásica inspirada en Sicilia, por lo que el mapa de esta región italiana estuvo presente en muchos estampados.
También estuvieron presentes los típicos cánones de la casa italiana, coronas, cruces, Madonnas y brocados en oro, con la diferencia de que apostaron por trajes de bloques de color, como verdes brillantes, rojos y amarillos.
Con motivo de la onda clásica de este desfile, asistieron la actriz italiana Mónica Belluci y la top model Naomi Campbell para desfilar con trajes masculinos como las musas más icónicas de la marca.
La firma también apostó por mostrar su mirada de la familia, por lo que en la pasarelas desfilaron parejas homosexuales con y sin hijos, todo bajo el lema de ‘Love is love’.
Armani
Conocido por ser el rey de la elegancia discreta, Giorgio Armani presentó un desfile donde la inspiración estuvo basada en el archivo de los años ochenta y en la presencia de logos por todas partes.
Además de esto, el diseñador hizo énfasis en los trajes cruzados y los colores claros, como el blanco tiza, el cáñamo gris y el azul para el verano. Mochilas, mocasines y alpargatas acompañaron los trajes elegantes, con sólo algunos accesorios mínimos que complementaban looks.
Aunque los trajes de Armani, son uno de los clásicos emblemas, estos se adaptan en cada temporada, bien sea en estilo o forma. Esta vez el diseñador optó por cambiar la forma, con una onda mucho más ochentera (cintura alta, chaquetas sin costuras, sobre camisetas y estampados con teñido anudado).
