Paola Baldión: “Somos ciudadanos del mundo”

Paola Baldión emprendió un proyecto para descubrir el ADN de las personas que se volvió viral. Su apuesta busca ahora llevar el proyecto a escala global.
 
Paola Baldión: “Somos ciudadanos del mundo”
Foto: Mariangela Quiroga
POR: 
Enrique Patiño

¿De dónde es la actriz Paola Baldión? La pregunta parece propia de un juego de concurso. La primera inclinación sería decir que es colombiana porque habla con un acento bogotano inocultable, creció en la capital y su primera aparición en televisión fue en el seriado Amor a mil.

Pero nació en París. Entonces, ¿es francesa? En realidad, sus ancestros provienen de Italia y su padre todavía vive allí. Es más, el primer idioma que aprendió fue el italiano, y el que mejor hablaba hasta que viajó a Colombia en su infancia. ¿Así que es italiana? Más o menos, porque hay ascendencia alemana en su familia a partir del apellido Fischer de su mamá. ¿Es europea? Sí y no, porque ahora vive en Estados Unidos, radicada en Los Ángeles y estudió en Canadá. Pero no. No es de ninguna de estas partes.

Paola Baldión contó con el apoyo de Angélica Blandón para la realización del documental.


Según un test de ADN que se realizó, el linaje del que proviene y que se puede rastrear hasta 200 años atrás indica que es un 30 % de la península ibérica, un 29 % nativa americana, un 22 % italo-griega, un 10 % británica, un 3 % de Oriente Medio, un 2 % norafricana y un 1 % del Asia Central, irlandesa, escandinava y polinesia a la vez.

Saque cuentas de ahí para atrás, en los últimos 200.000 años de la historia de la humanidad, cuando los actuales sapiens ganaban terreno en el mundo mientras exterminaban y se mezclaban con denisovanos y neandertales, y quizás otras especies. Entonces, ¿cuál es el miedo al otro? ¿Por qué les tememos a los extranjeros, a los otros, a los distintos, si no hay ser humano que no sea una mezcla de decenas de cruces migratorios a lo largo de los siglos, incluido usted?

El águila aparece al final del largometraje como símbolo de libertad. Foto: Lucas Cristo.


La pregunta se la hizo Paola Baldión después de realizarse la prueba de ADN. Con los resultados en mano supo que había algo que la mayoría ignoraba y era necesario visibilizar.
“Somos todos hijos de la Eva africana. Eso es un punto crucial contra el racismo”, anota.

Para probarlo, quiso ir más lejos. La inquietud sobre sus orígenes había surgido luego de la victoria de la ultraderecha estadounidense, representada en Donald Trump, cuando conquistó la presidencia de Estados Unidos con su discurso contra los migrantes, a favor de la supremacía blanca, y un mensaje cargado de xenofobia y de amenazas de muros y expulsiones masivas.

Ella estaba con su esposo, el australiano Jamie Toll, en la granja de Clint Eastwood y reaccionó, indignada, tras conocer los resultados en los que el presidente migrante escocés, casado con una eslovena, perdía en número de votantes, pero ganaba las elecciones. Junto con su esposo entendieron que migrantes como ellos, con un cierto grado de visibilidad, debían expresarse y hacerle contrapeso al sinsentido.

Paola Baldión

Baldión descubrió que tiene 1% de raíces de la Polinesia.


Hicieron preguntas abiertas a conocidos sobre sus orígenes, que solían ser resueltas con una mirada veloz al árbol genealógico más cercano. Paola se dio cuenta de que las respuestas se matizaban con la palabra “orgullo”: “Orgulloso de ser colombiano”, “orgulloso de mis raíces negras”, “orgullo de mis ancestros vascos”, “orgulloso de ser americano” y otras por el estilo. Pero la respuesta, casi siempre, era equivocada. Nadie era solo de donde creía ser.

De hecho, vive en el barrio Hollywood, pero no sueña con la industria masiva. “Mi comunidad no tiene que ver con ellos. Trabajo con películas independientes porque son más profundas y tratan historias humanas de personas reales”. Se ríe de la ironía de vivir donde todos quieren ir, cuando ella entiende ahora que es un espejismo más.
Ya que sabe de dónde viene. ¿A dónde va con todo esto Paola Baldión?

Un futuro de migrante

Después de contemplar posibilidades, a Paola se le ocurrió hacer un video que mostrara los distintos orígenes que conformaban su ADN. Tardó dos meses en investigar y conseguir un vestuario respetuoso que le rindiera un justo homenaje a cada una de las culturas de las que provenían sus ancestros. Cuando grabó el video en Los Ángeles y lo subió a las redes, el impacto fue casi inmediato. Corrían las elecciones en Francia, donde la derecha había cobrado fuerza, y su etiquetado de #IAmMigration ganó adeptos.

Lucas Cristo fue el camarógrafo del documental I Am Migration.


Su declaración de principios pasó a ser viral y llegó a conseguir 17 millones de visitas. Tres compañías de ADN le propusieron apoyar su causa. Ella se inclinó por una de perfil moderado que deseaba apoyar su proyecto humanitario. Le ofreció 400 kits de ADN y ella aceptó porque vio la posibilidad de hacer un documental con ello.

Mientras armaba su gran plan, continuó rodando dos cintas para el cine: Love Doll y La Virgen de Guadalupe, de estreno próximo este año en Estados Unidos. Paola había comenzado su carrera cinematográfica en Colombia con Retratos en un mar de mentiras, dirigida por Carlos Gaviria, que llegó a ganar premios en Berlín y Guadalajara, y le permitió llevarse el galardón a mejor actriz en Colombia, así como en los festivales de Guadalajara y Amiens. En la última década se había dedicado a proyectos independientes, uno con el actor James Franco llamado The Long Home, y había rodado en tres años cinco producciones, entre ellas Nobody’s watching y La palabra de Pablo.

Paola Baldión

Durante dos meses Baldión viajó con su equipo en una camioneta rodante por Estados Unidos.


En una pausa entre sus rodajes hizo un viaje con su esposo, decidida a seguir las rutas de los primeros colonizadores europeos. Asesorados por un historiador trazaron el mapa de las ciudades intermedias que habían recibido a los migrantes iniciales cuando estos, en su fiebre del oro y de nuevas tierras, cruzaron del este al oeste estadounidense. La pareja hizo el viaje en una casa rodante, sin preproducción, con preguntas por acá y por allá al panadero y a la mesera, al hombre de la gasolinera o al vecino que dormitaba en la esquina. A todos ellos les ofrecieron la posibilidad de hacerse la prueba.

Los grabaron, enviaron las muestras y esperaron los resultados. Luego volvieron a hacer el viaje, cámara en mano, para registrar las reacciones. La cara de asombro de la mayoría de los participantes cuando descubrieron que no eran estadounidenses puros fue tan hermosa como contundente.

“Hubo sorpresas, como el caso del panadero, Mark, de ascendencia musulmana, que descubrió ser un 13 % judío. Su esposa, cuando la conocimos, dijo ser de San Petersburgo, Rusia, pero que había sido adoptada. Con el test descubrió que venía de los países bálticos. Bobby, de la tribu nativa paiute, descubrió que era un 44 % centroamericano. Lo sorprendió saber que no era totalmente nativo, pero sí absolutamente americano”.

Una vida de artista al límite

Tras dos meses de camino y un año de edición tenían el material listo. La idea siempre fue liberarlo sin costo alguno. Así lo hicieron. Hoy #IAmMigration está disponible en las plataformas de video sin ánimo de lucro, tanto en inglés como en español.

Esa road movie la llevó a entender lo que ya sabía desde años atrás: que además de ser actriz era artista. Al igual que su esposo, que amplió su perfil a productor de cine sin que lo uno implicara abandonar lo otro, emprendieron el proyecto Dos Almas Films. Ahora, su plan comprende llevar el proyecto de #IAmMigration en una docuserie por América Latina y el mundo, al estilo de Anthony Bourdain en recorridos ligados a la etnografía y el turismo. Un seriado de ficción con una productora en Colombia y unos largometrajes escritos por la misma Paola están en su lista de proyectos venideros.

Paola Baldión

El 29% del ADN de la actriz es nativa americana.


“En La Virgen de Guadalupe encarno a esta figura religiosa determinante en la cultura mexicana. El director Pedro Pernet pretende acercarse a las generaciones de mexicanos que crecieron en Estados Unidos y siguen conectados con su ascendencia. Cuando hice el casting y le conté al director mi proyecto, insistió que yo debía ser la virgen porque ella unificó al pueblo mexicano dividido entre nativos y españoles, y que dejó en la calle a los hijos nacidos de las violaciones de los colonizadores. Ella les recordó que había solo una madre en común para todos”.

Paola sabe que, incluso en esa historia, hay muchas lecturas. El mundo hoy es un campo minado pleno de desinformación y miedo. Por eso el tema ambiental la ha vuelto más comprometida, al punto de que decidió no comprar más ropa, sino usar solo prendas de segunda mano. “No necesitamos hacer ropa nueva. Con la que hay basta y sobra para vestir al mundo entero”, recuerda.

Paola Baldión

Paola Baldión caracteriza sus raíces norafricanas, que representan un 2% de su ADN.


De hecho, decidió no ir más a las tiendas, inspirada en el frac y vestido que usaron en todas las ceremonias Joaquin Phoenix y Jane Fonda, respectivamente. “No es fácil para una actriz que va a eventos, pero hay tiendas de ropa vintage y trueques que lo permiten”, recuerda. De paso, trabaja con su esposo en la producción de obras relacionadas con el mundo en crisis climática y las trampas que se tienden a los migrantes. “Somos ciudadanos del mundo. Debemos hacer algo desde lo personal para impactar a escala global”, insiste.

Sonríe como una niña. Entonces confiesa, por fin, su sueño mayor: hacer comedia y presentarse como anfitriona invitada en Saturday Night Live. No es casualidad que sus padres la inspiren a seguir rompiendo esquemas: su papá, Raúl Baldión, ofrece aún su espectáculo callejero de títeres en la plaza de la Santa Croce, en Florencia, Italia, por puro amor al arte. Su mamá, Claudia Fischer, pasó de la restauración de obras a hacer documentales.

Paola Baldión

El video de Paola Baldión llegó a tener 17.000 millones de reproducciones.


“Desde cuando tenía 4 años hacía con mi papá el espectáculo callejero de títeres en Italia. Mi amor a las tablas viene de allí; interpretaba a Pinocho, colgada con hilos, y divertía a los niños. Oír su risa me llenaba el alma. La risa nos hermana”.

No solo la risa. Todo nos hermana, y Paola lo sabe ahora más que nunca: todos venimos del mismo origen, somos hermanos de sangre y procedencia. La artista está decidida a demostrarlo al mundo.

         

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marzo
31 / 2020