Brick y Maggie son una pareja con serios problemas. Hace muchos años no tienen relaciones sexuales; él es alcohólico y sufre de depresión. Ella quiere tener un hijo, y aún lo ama con locura. Ambos son atractivos. Ella es de origen humilde, él proviene de una familia millonaria. Y de repente todo explota con una fuerza inusual en una fiesta para celebrar los 65 años del padre de Brick, que padece de una enfermedad terminal.
La gata sobre el tejado de zinc, la obra de teatro del genial escritor estadounidense Tenesse Williams, y que le valió un premio Pulitzer en 1955, sigue tan vigente en esta adaptación que el Young Vic estrenó el año pasado en el teatro Apolo de Londres. Sus protagonistas, la espectacular Sienna Miller y Jack O’Conell, nos dejan sin aliento durante las tres horas y quince minutos que dura la obra. Sus deseos, dramas y miedos más profundos salen a relucir en la primera parte de la obra. Luego, todo se complica aún más cuando la familia de Brick llega, y esa imagen de perfección se rompe, pues en realidad cada personaje está quebrado por dentro, con rabias y dolores, ocultos durante años.
Benedict Andrews, su director, quien también dirigió con gran éxito Un tranvía llamado deseo, otra de las grandes obras de Williams, traslada el drama a un solo escenario: una habitación con una cama, una ducha y un tocador, nada más, elementos que son suficientes para mantener la tensión dramática de una historia universal.
La obra podrá verse solamente el próximo sábado 15 y domingo 16, al mediodía, en varias ciudades de país. Tenga en cuenta que incluye desnudos, un receso de quince minutos y una corta entrevista que hace el nuevo director artístico del Young Vic, Kwame Kwei-Armah, al antiguo, David Lan.
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