Foto: FIMC
enero 3, 2013
Cultura Música

¿Qué es el Concerto Italiano y cuál es su legado en la música clásica?

El Festival Internacional de Música de Cartagena en su séptima edición estará dedicado a la tradición barroca italiana, un estilo que apela al placer y de donde maestros como Haendel y Bach tomaron muchos elementos para sus propias composiciones. Nueve días imperdibles entre violines y arpas.
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Cervantes, a través de Don Quijote, citaba el refrán popular “Quien canta sus males espanta”. Por supuesto, es solo una de la enorme cantidad de referencias que encontramos en el arte sobre el poder de la música, y por algo será. Y una muy buena manera de empezar el año es con música y el Cartagena Festival Internacional de Música nos abre esa posibilidad con su séptima versión, del 5 al 13 de enero de 2013. El festival estrena director artístico, el italiano Antonio Miscenà quien se desempeñó como director técnico de la edición anterior del festival y quien ha dedicado gran parte de su vida a la producción y gestión de importantes eventos musicales a nivel mundial. Miscenà y su equipo han determinado que el tema central esta vez sea El Estilo Italiano, con énfasis en el repertorio barroco. Y para trasladarnos desde Cartagena a la Italia del barroco con la música, el festival ha tenido el acierto de contar con un experto en el tema como supervisor artístico, el maestro Rinaldo Alessandrini. Él ha dedicado su vida al repertorio italiano como estudioso, clavecinista y como director y fundador del Concerto Italiano. Sostuvimos una larga conversación telefónica con Alessandrini, a propósito del festival y su participación en él.

El estilo italiano fue tan popular que tuvo influencia en compositores de otros países, entre ellos Bach, Haendel y tantos otros, ¿por qué? ¿Qué encontraron los compositores de otros países en el estilo italiano?

Estos compositores tuvieron a su disposición un vocabulario musical extremadamente complejo de derivación seguramente teatral. En el siglo XVIII, como sucede hoy, la música era un fenómeno de moda. Había cantantes y compositores que estaban de moda. En ambos casos había que responder a las exigencias del gusto del público. Italia, ya fuera por la gran cantidad de teatros que estaban en funcionamiento, o por las reconocidas escuelas de canto y de violín, se hallaba muy a la vanguardia de un estilo muy preciso que era diferente del estilo francés que estaba ligado a la actividad de la corte. Los alemanes tendían a combinar elementos. Haendel se puede definir, sin duda, como un compositor con educación italiana. A inicio del siglo XVIII pasó tres años en Roma que marcaron definitivamente su formación. Bach leía la música italiana impresa y admiraba mucho a Vivaldi que era un compositor muy conocido en toda Europa, por fama y por la difusión de sus obras, y asimiló así el lenguaje violinístico y de las partes solistas y orquestales.

Para aquellos que no son músicos, ¿cuáles son las características de esta música que gusta tanto, incluso al público de hoy?

Es una música extrovertida y comunicativa, que requiere una forma dinámica de escucharla. El oyente está involucrado por sus sensaciones personales, sus propios estados de ánimo. Es música que involucra, por principio, a quien la escucha desde un punto de vista emotivo.

En varias ocasiones usted ha dicho que la música barroca es una música conversacional, ¿qué nos puede decir sobre esto?
Sí, es una música de conversación pues su objetivo es entretener y no existe sin el público. La música barroca tiene sentido cuando hay un público involucrado. Claro que esto es válido para toda la música, pero el nivel de participación, de solicitud al auditorio, es muy distinto al de la música del romanticismo, porque en realidad no plantea problemas. Es una música que parte de experiencias personales, de la vida, toca a veces cuerdas muy privadas del compositor o del oyente.

Hablemos ahora sobre el Concerto Italiano. Usted creó esta orquesta en 1984, hace casi treinta años y es muy distinta de una orquesta moderna. ¿Cuáles son sus particularidades?

Es distinta porque utiliza instrumentos de época, aunque eso es algo que hoy en día tienen muchas agrupaciones en toda Europa y en el mundo. Quizá la particularidad es que el Concerto Italiano no es solo una orquesta, sino también un grupo mixto de cantantes e instrumentos que después de 30 años insisten en dedicarse a la ejecución de un repertorio a veces muy desconocido, buscando investigar momentos de la historia que no son particularmente estudiados, como el siglo XVII con el cual estamos muy conectados.

Una de las obras más populares de este repertorio es Las cuatro estaciones de Vivaldi, que hemos escuchado en tantas versiones y aversiones también. Usted hizo una grabación maravillosa en el 2003. Háblenos sobre su acercamiento a esta obra en la cual la naturaleza es la protagonista.

Las cuatro estaciones son cuatro conciertos a veces demasiado conocidos. Interpretarlos conlleva muchos problemas porque el público sigue buscando cierta frescura en los conciertos que, por la frecuencia con que se interpretan, no suponen muchas sorpresas, y con el paso de los años tiende a confiarse en el texto de Vivaldi sin mayores elaboraciones, pues a fin de cuentas su texto desnudo funciona y tiene los efectos que él quiso representar.

La ópera estará presente por primera vez en el festival con La Serva Padrona de Pergolesi, un compositor que murió muy joven, ¿cuál es la importancia de esta obra?

La Serva Padrona, que es más un intermezzo que una ópera, marca un cambio en el estilo, hace más referencia a una toma de conciencia de la naturalidad del aspecto humano, de la emoción y de la expresión. Y se convierte en un paradigma en la segunda mitad del siglo XVIII de la nueva cara de la ópera de estilo italiano, sobre todo si se compara con la extrema artificialidad de la ópera francesa, o con la complejidad de la ópera seria de estilo sello italiano, por ejemplo Haendel o Vivaldi. La Serva Padrona simplifica el discurso teatral y lo hace más fluido en un punto crucial de la historia de la música.

De Pergolesi también se interpretará en el festival su Stabat Mater, ¿por qué es una de las obras más populares del repertorio?

Porque indudablemente la calidad de la música es muy alta y porque el vocabulario de Pergolesi es muy potente desde el punto de vista de la expresión. Hay una fascinación melódica, y de parte de Pergolesi existe una actitud de involucrar al compositor fuertemente en el aspecto emotivo. Es música de calidad.

Maestro, para aquellos que se acercan por primera vez al repertorio barroco, ¿qué obras o compositores sugiere usted para comenzar el recorrido por el barroco italiano?

Cualquier cosa está bien. La música del siglo XVIII nace siempre con el objetivo de entretener, de divertir. No es nunca una experiencia intelectual. Se convierte en intelectual, como dije antes, en el siglo XIX, por lo que la actitud es muy relajada. Se trata de asimilar los mensajes que son muy simples y muy transparentes. Por eso es un poco fuera de lugar tratar de buscar significados muy complejos. Por el contrario es una música hedonista, basada en el placer auditivo, que es lo que el oyente debe buscar.

La actitud hedonista de la que habla Alessandrini es fácil adoptarla a través de la programación que veremos. Hay conciertos pensados desde las tres ciudades más relevantes musicalmente de la época: Roma, Venecia y Nápoles, música vocal sacra y profana, conciertos solistas, repertorio de cámara, además de la música latinoamericana y colombiana que dialoga con las obras italianas de varias épocas.

El festival cuenta también con la participación del reconocido violinista Salvatore Accardo, otra de las figuras indiscutibles de la música italiana. Desde los 13 años de edad ha estado interpretando el violín de forma magistral. Inolvidable su interpretación de los 24 caprichos de Niccolò Paganini.

Algunos de los cuartetos de cuerdas de Paganini serán interpretados por el cuarteto Salvatore Accardo y amigos en Cartagena, así como obras de Boccherini y Verdi para completar el cuadro histórico de la música en Italia. Como si fuera poco, Accardo actuará como director de la Orquesta Filarmónica Joven de Colombia el último día del festival, un sueño hecho realidad para una orquesta en formación.

El repertorio para este concierto fue escogido por el propio Accardo quien solo se encontrará con la orquesta en Cartagena, unos días antes del concierto. Entre tanto, la Orquesta, que a lo largo del 2012 ha venido trabajando el lenguaje posromántico y del siglo XX, se ha venido preparando arduamente para dominar el estilo del clasicismo y el romanticismo. Además, podremos escuchar obras de Mendelssohn, Rossini, y el Concierto para violín de Mozart, en el que Accardo será a la vez solista y director.

Hay que destacar igualmente la presencia del arpista Xavier De Maistre, que trae un hermoso repertorio de enorme dificultad y virtuosismo, y del violonchelista Mario Brunello, con su quinteto, quien nos introducirá en la música de cámara de Boccherini y Vivaldi. La oferta de música italiana está complementada con canciones tradicionales napolitanas a cargo de la Nuova Compagnia di Canto Popolare. Serán nueve días intensos en los que las sonoridades históricas de Italia se fundirán con los paisajes de la ciudad heroica.

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