Jorge Enrique Abello no solo ha habitado a icónicos personajes de la televisión colombiana; ahora, después de más de tres décadas frente a las cámaras, se atreve a construir los suyos propios desde la escritura con su primera novela Saturno Tropical, publicada por la editorial Planeta . El amor por la literatura no es nuevo en el actor de 57 años. El protagonista de la telenovela más famosa del mundo “Yo Soy Betty, la fea” y de producciones como “En los tacones de Eva” y “La costeña y el cachaco” realizó estudios en literatura en la Universidad Javeriana paralelos a su carrera de Comunicación Social. Años después sería socio de la librería La madriguera del conejo y desde hace un tiempo comparte su pasión por las letras en sus redes sociales recomendando libros a través de la sección “Bruce Lee”. Jorge Enrique Abello ya había colaborado con su amigo el actor Raúl Ocampo en el libro «La despedida», una conversación entre ambos sobre la muerte, el duelo y el sentido de la vida, inspirada por la partida de la actriz Alejandra Villafañe. La novela surge de una inquietud profunda que lo persiguió durante años: entender la oscuridad detrás de quienes destruyen la belleza del mundo. Todo comenzó en 2014, tras conocer de cerca la historia de Natalia Ponce de León. Movido por el impacto de ese hecho y por la necesidad de explorar el alma desde otro lenguaje, Abello empezó a escribir una historia que combina introspección, misterio y una mirada crítica sobre el tiempo y la condición humana.

Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por Raul Ocampo (@ocamporao) “Saturno Tropical” es una novela del género detectivesco, en la que incluso contó con la asesoría de psicólogos forenses y hasta del general Humberto Guatibonza, su amigo desde hace años. Aunque para muchos, como lo dice la frase promocional del libro, el actor quizás sea un autor inesperado, él tiene claro que está viviendo uno de los sueños que siempre tuvo. Diners conversó con el actor y esto fue lo que nos contó: Todos lo conocemos como actor, pero quizás no todos saben que usted también cursó estudios literarios. ¿Cómo comenzó su conexión con los libros? Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por Jorge Enrique Abello (@jeabello) Yo soy el menor de cinco hermanos, todos ellos mucho más grandes, y de alguna manera aprendí a jugar solo. Mi relación con los libros también fue por esa razón, porque eran una muy buena compañía y porque de alguna manera me alejaban de la realidad, que no siempre es tan chévere, tan amable, me ponían en realidades distintas que me producían una curiosidad enorme. ¿Y recuerdas esos libros, esos primeros libros que te acompañaron en tu infancia? Me acompañó mucho todos los cuentos de Oscar Wilde, que son historias divinas: “El fantasma Canterville”, “El príncipe feliz”… Stevenson, con La isla del tesoro; me acompañaron todas las aventuras del barón Munchausen.
El mundo de Archie me pareció algo que todavía recuerdo con mucho amor. Nunca me imaginé que Mark Twain iba a ser una de mis adoraciones de la adultez cuando leía Tom Sawyer. Vivía rodeado de Tintín, de Astérix, de Mafalda, de Quino, de gente muy amorosa que escribió cosas maravillosas que despertaron mi curiosidad. Usted ha interpretado diversos personajes que ya están estructurados, pero al escribir una novela usted los crea desde cero. ¿Cómo fue enfrentarse a esa posibilidad infinita -y hasta cierto punto también aterradora- de crear sus personajes? Es una delicia porque como actor tú tienes límites, los límites que impone el texto, los límites que impone el tono que el director quiere, y aquí estás totalmente libre, pero con el conocimiento de poder construir maravillosos personajes.

Entonces, más que terror, lo que me dio es una libertad enorme para construir lo que yo siempre deseaba de un personaje. Fue maravilloso, fue muy interesante, muy alegre. Ahora hablemos de la novela. ¿De qué trata Saturno Tropical? Saturno Tropical es una historia de un crimen que sucede en Puerto Colombia, en la Costa Atlántica, en el Caribe colombiano. Un crimen tan extraño, donde no hay ninguna posibilidad de obtener una prueba que culpe a alguien de ese crimen, que es necesario que lleven a una mujer especialista en crímenes atroces contra la mujer, que es la detective Olea -o como la llamamos en la novela, La Milagrosa, porque es una sobreviviente de un atentado en una “olla” en Bogotá- y a su maestro de criminología, que es un semiólogo, lingüista, experto en criminología, que es el profesor Félix Fuenmayor. Es tan raro lo que ha pasado en ese crimen que piensan que tiene que ver con cosas que no son de este mundo y por eso llama a dos personas que, fortuitamente no estarían juntas para descubrir un crimen normal.
Y lo que van a descubrir es realmente apasionante. Eso que descubren tiene que ver con nuestras raíces migratorias en el Caribe, con nuestra esencia y de la razón por la cual los seres humanos cometen crímenes. ¿Por qué ubicó la novela en Barranquilla? Foto de oscar garces / Shutterstock Porque vengo observando Barranquilla desde hace muchos años. Es más fácil observar lo de otro que lo propio, porque mi esposa es barranquillera y porque finalmente entendí que por Puerto Colombia, Barranquilla, entró el mundo y la historia a Colombia, a través de ese recorrido de la vena abierta que es el río Magdalena para nuestro país. Siempre me llamó la atención esa mezcla de culturas, de etnias, de religiones, de razas que hay en Barranquilla y lo que produce, porque realmente toda esa amalgama de cosas, toda esa mixtura es lo que hace que seamos lo particularmente que somos como colombianos. Entonces imagínate quién tiene la oportunidad de contar una historia donde el nombre del país sea la pequeña ciudad donde transcurre: Puerto Colombia. La novela negra va más allá del crimen. ¿Cuáles son los temas que componen el espíritu de Saturno Tropical? El tema principal es ¿Por qué matamos lo que amamos? ¿Por qué destruimos lo bello? Lo siguiente es la mujer: creo que no hemos terminado de descubrir, por más de que tengamos hoy en día una manifestación de feminismo tan poderoso como la que tenemos en el discurso social, político de nuestra época, no hemos sabido descubrir qué es la mujer, ni como hombres, ni culturalmente.

Y aquí sí vamos a dar paso a eso en esta historia, a descubrir el verdadero poder de la mujer que está en la esencia de la vida. Además, porque había una enorme necesidad de hablar de temas que a mí me han obsesionado durante toda la vida, como el tema del tiempo. Porque resulta que la dramaturgia y la escritura y la actuación son simplemente la construcción y reconstrucción de unidades de tiempo diversas y eso está íntimamente relacionado con la física y por eso necesitaba hacer una narrativa basada en el tiempo. Y, finalmente, porque cuando decides contar una novela a través del género detectivesco, pues te vas a enfrentar a dos seres humanos que van a escarbar en el fondo, en los cimientos de cómo están construidas las familias. Y lo que van a hallar es, sin dar spoilers, muy fuerte. El título de la obra recurre a un personaje que es muy poderoso en la mitología, que es el dios Saturno, aquel que se comió a sus hijos. ¿Qué autores del género detectivesco lo inspiraron? Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por Jorge Enrique Abello (@jeabello) Yo creo que cada quien trata de hacerlo particular, porque finalmente, pues sí, yo soy muy amante del detective Guillermo de Baskerville, de Eco; de Sherlock Holmes, de Conan Doyle; de Poirot, de Agatha Christie; de los detectives de Poe; de los detectives de Hammett; también de los latinoamericanos. Pero yo quería hacer otra cosa, quería verme yo como detective, por eso lo escribí, me parece delicioso ponerme en esa lógica y esa lógica, como yo soy particular, soy yo, pues, no soy los otros.
Entonces me inspiré más en cómo construyo un personaje para una película, para una serie, qué haría yo en esa situación y como yo como vivo las cosas, de cómo las podría vivir Félix Fuenmayor, el protagonista. ¿Qué tanto de autobiográfico hay en sus personajes de la novela, especialmente en el profesor Fuenmayor? De todo, pero todo a través de la ficción. Entonces todo, todo cambia y todo cambiando. ¿Y cómo se gestó? ¿Cómo fue el proceso de escritura? Yo gracias a Dios he tenido una vida que la gente debe soñar de una manera distinta a como es, que es la vida del espectáculo. Y resulta que la vida del espectáculo, para que la puedas hacer bien, te tienes que levantar muy a las cinco y media de la mañana, a veces a las cuatro, para lograr hacer las cosas que tienes que hacer, trabajar 18 horas al día y ser profundamente disciplinado para lograr salir al aire, así estés enfermo, así te sientas mal, así las cosas estén en contra tuya, avanzar y contar una escena de ficción, y llevar al público para que llore y ría contigo, eso ge