Así se ven las 7 maravillas del mundo antiguo

Probablemente en sus clases de historia sus profesores le hablaron de las siete maravillas del Mundo Antiguo, mientras las ilustraban con impactantes imágenes.

Aunque es poca la evidencia de la existencia de estas majestuosas construcciones, los bocetos, textos y relatos pasados, fueron suficientes para que la aseguradora australiana Budget Direct le pidiera al arquitecto Keremcan Kirilmaz y a el diseñador Erdem Batirbek, que crearan de forma digital las siete maravillas del Mundo Antiguo como si existieran actualmente.

El Coloso de Rodas, el Faro de Alejandría, los Jardines de Babilonia, la estatua de Zeus en Olimpia, el templo de Artemisa, el Mausoleo de Halicarnaso y la Gran Pirámide de Gizeh, fueron diseñadas de nuevo y este es el resultado de tan arduo proyecto.

La estatua de Zeus en Olimpia, Grecia

Con sus impactantes 12 metros de altura, el Zeus de Olimpia representaba la devoción de los griegos por sus divinidades. Su autor fue el gran escultor griego Fidias, quien también participó en la construcción del Partenón y esculpió la Atenea que ocupaba la sala central del mayor edificio de la Acrópolis de Atenas.

La escultura estaba hecha de oro y marfil y se encontraba en el santuario de Olimpia. Zeus, el padre de los dioses, aparece sentado en un trono decorado con esculturas y pinturas, y luce una corona de olivo. En su mano derecha sostenía una Niké (la diosa de la victoria), y en la izquierda un cetro.

Se cree que Fidas terminó esta obra aproximadamente sobre el 430 a.C., que fue destruida en el siglo V d.C. por un incendio. Otra teoría indica que fue trasladada a Constantinopla y que allí fue destruida.

El templo de Artemisa, en Éfeso, Turquía

Artemisa era hija de Zeus y hermana melliza de Apolo, y se le conocía como la diosa griega de la fertilidad, la caza y la guerra. El rey Creso de Lidia le rindió un homenaje a la mujer mandando a construir este templo, diseñado por el arquitecto Querefonte, en el siglo VI a.C.

Ciento veintisiete columnas de aproximadamente 20 metros conformaron esta maravilla y actualmente solo se conserva una. Se dice que en su interior se encontraba una estatua de la diosa Artemisa, y que este era un objeto de culto.

La National Geographic publica en un artículo que “un pastor llamado Eróstrato provocó un incendio que destruyó el templo en el siglo IV a.C. A pesar de que fue reconstruido siguiendo las líneas del anterior, terminaría siendo arrasado por los godos en el siglo III d.C”.

Mausoleo de Halicarnaso, Turquía

Desde la construcción de esta maravilla del Mundo Antiguo, el término mausoleo se entendió como un monumento funerario lujoso, pues el rey Mausolo tenía como propósito que este fuera un espacio donde pudieran perdurar los restos suyos y de su esposa a lo largo de los siglos.

Cuando Artemisia (la esposa) enviudó, fue la responsable de ejecutar el proyecto, que estuvo liderado por los arquitectos Sátiro y Piteo. Después de 20 años de construcción y obras, el mausoleo se terminó en el 350 a.C.

Esta estructura es una de las que más perduró, pues tras resistir continuas invasiones, finalmente se derribó en un terremoto en el siglo XIV.

Jardines Colgantes de Babilonia, Irak

¿Se imaginan que en pleno siglo XXI las esposas pudieran pedirle a sus cónyuges que construyan un gran jardín para apreciar los pasajes? Pues aunque no es probable que pase en esta época, esa fue la petición de la princesa Amytis de Meda, a su amado Nabucodonosor II, en el siglo VI a.C, y allí nacieron los Jardines Colgantes de Babilonia.

Ya que no hay ningún tipo de evidencia de su aspecto real, se cree que los jardines yacían sobre una construcción similar a una pirámide que tenía distintos niveles de terrazas teñidas de vegetaciones, creando el efecto de estar suspendidas en el aire.

Según las palabras del escritor e ingeniero griego Filón de Bizancio, en el siglo IV a.C, “el llamado Jardín Colgante, con sus plantas por encima de la tierra, crece en el aire. Las raíces de los árboles forman un tejado sobre el suelo”. Se dice que este lugar habría existido hasta el 126 a.C., cuando los persas destruyeron la ciudad.

Faro de Alejandría, Egipto

Según la National Geographic esta maravilla del mundo Antiguo “con aproximadamente 160 metros de alto, se convirtió en una de la grandes referencia para los navegantes del Mediterráneo en la antigüedad”.

Además de su inigualable biblioteca, construída en la costa, Alejandría era famosa por el faro, construido en el siglo III a.C en la isla de Pharos. Esta estructura estaba hecha con grandes bloques de vidrio para resistir la erosión marina.

Estuvo en pie durante un milenio, y en el siglo XIV se derrumbó, producto de un terremoto.

Coloso de Rodas, Grecia

La estatua de 32 metros de altura que le daba la bienvenida a los visitantes que llegaban al puerto de Rodas en el año 280 a.C, se compara con el Cristo Redentor de Río de Janeiro en Brasil y con la Estatua de la Libertad en Estados Unidos, pues sus tamaños son relativamente parecidos. El único pero es que algunos historiadores dudan de la veracidad de la existencia de esta majestuosa figura.

Esta maravilla del Mundo Antiguo rendía homenaje al Dios del sol Helios, protector de la ciudad, y fue esculpida por el griego Cares de Lindos. Aunque por siglos ha permanecido en el imaginario de muchas personas, esta escultura solamente existió solo 50 años, ya que fue derribada por un terremoto.

La Gran Pirámide de Gizeh, Egipto

Esta es la única de las siete maravillas del mundo Antiguo que sigue en pie, y además es la más antigua de ellas, por eso cada año millones de turistas se reúnen cerca de El Cairo para contemplar este gigantesco monumento donde yacen los restos del faraón Keops.

Fue construida hace 4.500 años, con bloques de piedra blanca y se cree que se necesitaron más de 100.000 trabajadores de sol a sol para construirla durante 20 años. Actualmente la vemos sin su cobertura de caliza blanca, pues ha desaparecido con el paso de los años.