Carne de laboratorio: la comida que puede llegar a su mesa

Después de la hamburguesa de carne artificial, que salió en 2013, científicos han seguido investigando las posibilidades de la producción industrial de la carne artificial.
 
Carne de laboratorio: la comida que puede llegar a su mesa
Foto: Unsplash/ C.C by 0.0
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Revista Diners

La próxima vez que tenga un bife sobre el plato piense, por un segundo, que el corte que siempre vino de una vaca, en unos pocos años, podrá ser el resultado de una ecuación mecánica de la impresora. Es probable que cuando ese día llegue lo primero que hará, será abrazar toda la incredulidad del mundo para ver si este experimento milagroso guarda las mismas virtudes de la musculatura bovina: las hebras, el jugo rosado que fluye tras el primer pinchazo, y por supuesto, el sabor.

La carne artificial, o de laboratorio, en menos de cinco años podrá ser la alternativa a la carne vacuna: tan cuestionada por animalistas y ambientalistas, ya sea por la inmoralidad contemporánea de comer animales o por la contaminación ambiental que genera la producción ganadera.

En 2013, un grupo de científicos encabezado por Mark Post, en la universidad de Maastricht dio con la receta de la carne de hamburguesa de laboratorio, al tomar células madre de la vaca y convertirlas en fibras de músculo. El problema es que el trozo costó 330.200 dólares, un precio imposible para producir carne artificial industrialmente.

El año pasado la empresa Mosa Meat, impulsada por Mark Post, sorprendió con la noticia de que la carne artificial estaba cerca de llegar al mercado.

Para hacerlo, hay que tomar las células del músculo de una vaca o de un cerdo a través de una biopsia, aislarlas y hacer que proliferen en el laboratorio, —tal como lo hacen dentro del animal— hasta lograr un nuevo tejido. A este habría que añadirle grasa para lograr el mismo gusto de la carne animal.

Mosa Meat no es la única empresa desarrollando carne artificial, están empresas como Super Meat, en Israel, y Shojinmeat, en Japón. También destaca el caso de Memphis Meat, la empresa en la que han invertido millonarios como Bill Gates y Richard Branson, después de haber creado una albóndiga con carne de pollo y pato artificial.

Es difícil prever la manera en que el mundo se adaptaría a un cambio económico y cultural como este, pero ya hay preguntas sobre la mesa: por ejemplo ¿qué pasará con los ganaderos? El caso de Illtud Dusnford, cofundador de la empresa de biotecnología Cellular Agriculture, proviene de una familia que tradicionalmente ha vivido del campo, sin embargo, al embarcarse en una empresa productora de carne artificial, ha dado un paso hacia el futuro.

“En mi pequeña granja en el oeste de Gales, lo que me gustaría ver es que fuimos capaces de mantener una gama de razas de ganado nativas muy, muy tradicionales, aunque sea a escala muy pequeña, pero con una calidad y cuidados excelentes” dijo Dunsford para la BBC.

Hay un acuerdo en que la disminución de la producción de carne aliviaría el gasto de agua. ¿Pero esta carne tendría contendría los mismos nutrientes de la vaca? Según los investigadores, sí, porque al producirse a partir de células madre, crece con la ayuda de nutrientes naturales.

Prepárese porque la dieta del siglo XXI está próxima a incluir la carne artificial y, seguramente, usted estará vivo para comerla.

         

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abril
2 / 2019