La Filarmónica Joven de Colombia, un motor de cambio social

La Filarmónica Joven de Colombia, uno de los proyectos culturales bandera de la Fundación Bolívar - Davivienda, se presentó con excelentes resultados en cinco países centroamericanos.
 
La Filarmónica Joven de Colombia, un motor de cambio social
Foto: Cortesía Fundación Bolívar Davivienda
POR: 
Revista Diners

Un éxito total. Así se puede calificar la gira de la Filarmónica Joven de Colombia, que los llevó a actuar en escenarios de Colombia y Centroamérica. Antes de su viaje, la orquesta agotó las entradas en Medellín y Bogotá, durante sus presentaciones en el Teatro Metropolitano y el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo respectivamente.

Durante la gira, la orquesta contó con la dirección del maestro venezolano Rafael Payare, uno de los directores con mayor proyección internacional. También contó con la participación de solistas como el violinista norteamericano Joshua Bell, el pianista colombiano Eduardo Rojas y el violinista ruso Dimitri Berlinsky.

Entre el repertorio que tocaron se encontraban obras como el Concierto para Piano y Orquesta en La menor, Op. 16, de Edvard Grieg; Concierto para violín y orquesta No. 1, Op. 26, de Max Bruch; Sinfonía No. 10, de Dmitri Shostakovich, y, finalmente, una obra del compositor colombiano Adolfo Mejía denominada Íntima.

La gira por Centroamérica comenzó en Honduras el 3 de julio pasado en el Teatro Nacional; continuó en El Salvador, en el Teatro Presidente; luego pasó por Guatemala, en el Teatro Nacional y Costa Rica, en el Teatro Mélico Salazar, y finalizó en Panamá el pasado 10 de julio en el Teatro Balboa.

Esta experiencia fue de gran provecho para los músicos, aunque les demostró que los escenarios para la música filarmónica en estos países todavía es una tarea pendiente por parte de las autoridades culturales. “Para los músicos es importante tocar en teatros y en escenarios donde las complejidades sean retos por superar.

Pero esto no es solo en Centroamérica, en Colombia también hay lugares con muchas dificultades para los artistas. Por ejemplo, los escenarios en las ciudades pequeñas y las presentaciones al aire libre siempre tienen dificultades.

Creo que esto hace parte del entrenamiento de los músicos, para que se le midan a todo, porque cuando uno hace presentaciones en escenarios en Europa o en Estados Unidos, todo es tan ‘perfectico’, que tocar en condiciones adversas nos permite adaptarnos a situaciones más complejas”, explica Fernando Cortés McAllister, director ejecutivo de la fundación Bolívar – Davivienda.

UN MOTOR DE CAMBIO

La Joven, como se refieren muchos seguidores de esta orquesta, es uno de los proyectos más importantes de esta fundación. Desde su creación, se ha encargado de apoyar a personas talentosas que ven a la música como su proyecto de vida. “Parte de lo que hacemos es entender cómo funciona el ámbito cultural en el país.

Cuando uno se involucra en este tipo de proyectos identifica cuáles son las debilidades dentro del ambiente cultural. Dónde hay falta de apoyo, de infraestructura, de capacidades técnicas y así entendemos en qué se puede ayudar”, apunta Cortés.

Desde su creación en 2009, la fundación ha apoyado el desarrollo del talento artístico y musical de los jóvenes en Colombia, como un motor de cambio personal y social. “Hoy hay más de cuarenta facultades de música en Colombia, hace 25 solo habían cuatro. Esa demanda hace que en un país que avanza económicamente, también haya jóvenes que quieren hacer cosas distintas, fuera de lo elemental”, explica.

La fundación busca apoyar jóvenes que se encuentren entre los 16 y los 24 años porque es la edad en la que están comenzando su pregrado o buscando hacer su maestría en música.

“Llevo más o menos seis años como percusionista. Entré a la Filarmónica Joven a los 18 años, es decir, desde la temporada 2015 – 2016. Actualmente estoy terminando mi pregrado en Maestro en Música en la Universidad de Caldas. Mi experiencia en la orquesta ha sido maravillosa para mi carrera; no solo porque he tenido la oportunidad de compartir con grandes maestros, sino también porque hay espacios para compartir con compañeros de otras ciudades.

Gracias a Dios este año tengo la posibilidad de ir a la Orquesta de Las Américas, y otras más. Además, estoy muy agradecido con la fundación porque me concedió una beca. Este año estaré en Polonia, Alemania, Ucrania y Escocia”, dice Juan Sebastián Sánchez Duque.

En ocho años de gestión, la fundación ha potenciado el proyecto de vida de más de 500 músicos. “Por la orquesta han pasado muchos jóvenes que han inspirado a muchos más, y que vienen trabajando detrás de ellos. Esto ha hecho que los que vienen pidiendo pista, entren con mucho más nivel y le aporten, con su talento y trabajo, muchas más cosas a la orquesta”, afirma Cortés.

Para el próximo año, durante marzo y abril, están preparando una gira europea por Suiza, Austria y Alemania, bajo la dirección del colombiano Andrés Orozco-Estrada, así como su participación en el Festival Internacional de Música de Cartagena.

“Nos gusta trabajar con directores que no solamente sean músicos extraordinarios, sino que también vean a la orquesta como un proyecto social que ayuda a todo un ecosistema, que no solo les represente un reto profesional, sino que también sea un ejemplo de vida”, finaliza Cortés.

         

INSCRÍBASE AL NEWSLETTER

TODA LA EXPERIENCIA DINERS EN SU EMAIL
julio
18 / 2018