¿Qué hay que hacer para evitar el caos financiero cuando muere un ser querido?

Pautas para evitar el caos financiero y paliar de la mejor manera posible la pérdida de un ser querido.
 
¿Qué hay que hacer para evitar el caos financiero cuando muere un ser querido?
Foto: Randy Mora
POR: 
Cristina Lucía Valdés Lezaca

Uno se muere y nada se lleva. Sin embargo, puede dejarles a sus seres queridos muchos dolores de cabeza traducidos en deudas, activos que no conocen, información que nunca les comunicó sobre cuentas bancarias, créditos o hipotecas, planes funerarios e, incluso, una familia paralela. Pero, por el contrario, también puede dejar las cuentas claras, un testamento, un seguro de vida e instrucciones precisas sobre cómo proceder en caso de que usted fallezca. De usted depende irse y dejar la casa en orden o crear angustia y enredos financieros entre sus familiares.

Por eso, aunque suene duro y difícil, recuerde que la muerte y los impuestos son lo único seguro que uno tiene en la vida, y que si ama a los que lo rodean, es mejor que tome las medidas necesarias para que su partida no les afecte más allá del dolor de la ausencia y la pérdida emocional.

Según Javier Angulo, director de la ONG Finanzas con Propósito, las situaciones de riesgo que se presentan ante la muerte de un ser querido pueden ser, a grandes rasgos, tres: que deje mucho y no haya estipulado cómo repartir la herencia; que deje deudas que afecten la estabilidad económica de la familia, o que nunca haya comunicado nada acerca de sus cargas financieras y sus ahorros.

Por eso el experto recomienda contar con una serie de documentos claves que facilitan los trámites legales que deben seguirse cuando muere un familiar cercano.

Información de todas las cuentas bancarias: ahorros, chequeras, tarjetas de crédito, hipotecas y otros créditos.
Pólizas de seguro: de vida, accidentes y gastos médicos.
Inversiones: en bolsa, fondos de inversión y cooperativas.
• Planes funerarios de previsión.
• Documentos de propiedades como escrituras, títulos de propiedad de automóviles, joyas y obras de arte.
• Una carta o documento con instrucciones a los familiares sobre cómo proceder en caso de muerte.

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SOBRE HERENCIAS Y TESTAMENTOS

Cada familia tiene sus particularidades y en casos de sucesión pueden presentarse infinidad de situaciones que solo las personas del círculo cercano conocen. Por eso es recomendable contar con la asesoría de un experto que conozca al dedillo lo que estipula la ley en estos temas, más aún cuando la persona que fallece no ha dejado instrucciones claras ni testamento, o lo deja mal designado.

La abogada y docente de la Universidad del Rosario Clara Carolina Cardozo, experta en derecho de familia, indica que los elementos básicos para tener en cuenta en materia de herencias son: el causante, es decir, la persona que fallece; los sucesores, que son los llamados a recoger los bienes; la masa sucesorial, o sea, el conjunto de bienes que deja la persona fallecida, y las órdenes sucesoriales.

Estas últimas son las escalas de prelación que determina la ley y que ubican en primer lugar a los descendientes, es decir, a los hijos del difunto, sean estos legítimos, adoptivos o extramatrimoniales, debidamente reconocidos; luego vienen padres, abuelos, hermanos, cónyuges, sobrinos y así sucesivamente. En este punto no entra la sociedad conyugal ni la sociedad patrimonial entre compañeros permanentes, que se liquida antes de la herencia. “Es decir, los problemas de pareja se solucionan antes de resolver los de la sucesión”, explica Cardozo.

Si alguien tiene una edad muy avanzada o sabe que va a morir pronto, y todavía está casado, recomienda que se realice una separación de bienes. Esto es mejor, ya que si le sobrevive la pareja “va a ser muy terrible para ella tener que ver la pelea que puede haber entre hijos, yernos y nueras por lo que dejó. Al liquidar la sociedad conyugal, cada uno sabe lo que tiene, y no se presenta ese problema de presenciar esta clase de disputas”.

La especialista agrega que en el Código General del Proceso aparece la figura jurídica denominada partición en vida. Esto quiere decir que antes de fallecer una persona puede solicitar una respectiva autorización judicial para dividir sus bienes entre sus hijos.

Por otra parte, Cardozo indica que si existe una sociedad o empresa familiar, es necesario que quede muy claro quién va a asumir la dirección de la sociedad y cómo va a ser administrada después de la muerte de la persona que la estableció. “La crisis que genera la muerte no es solo en el interior de la familia, sino cómo hacer para que no muera también la empresa”, puntualiza.

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HERENCIAS NO TAN GRATAS

¿Qué pasa con las deudas cuando una persona muere? Todas las deudas de personas naturales son heredables, pues se heredan activos y pasivos. Sin embargo, si esta deuda está respaldada por un seguro, este pasivo podrá ser cubierto.

Los créditos de personas naturales cuentan con seguros asociados, los cuales están creados para cubrir el riesgo de muerte de los clientes y/o la destrucción de las garantías, como ocurre con los automóviles. Los clientes tienen la opción de tomar los seguros que ofrecen los bancos o endosar otros seguros a favor de la entidad financiera donde poseen su crédito, siempre y cuando cumplan con determinadas condiciones.

Lo mejor para asegurar el futuro de hijos y nietos es contratar una póliza de vida que ampare no solamente las deudas, sino que proteja el patrimonio y todo lo que la persona ha construido a lo largo de su vida. Dichas pólizas cancelan el saldo de la deuda de la obligación financiera en caso de muerte e incapacidad total y permanente sin perjudicar el patrimonio familiar. Esto le da al asegurado mayor tranquilidad de cara a una situación de calamidad, pues garantiza que el capital de su familia no se verá afectado en su ausencia. Además, es posible que les deje un recurso en capital a sus beneficiarios, que permita cubrir necesidades importantes por un periodo de tiempo.

CONSEJOS PARA UN BEL MORIR

-Haga un testamento. Puede acudir a expertos para asegurar que se cumplan todos los trámites legales. Un testamento es el primer paso para asegurar que usted tiene claridad sobre sus deseos y control sobre quién se queda con qué y en qué momento.

-Abra un fideicomiso. Los especialistas indican que las estructuras de las familias modernas pueden resultar muy complicadas, pues ya el divorcio dejó de ser un tema tabú (en Colombia por cada matrimonio civil hay tres divorcios). Por eso los segundos matrimonios y los hijos de diferentes relaciones son muy comunes. Un fideicomiso puede proteger el valor de sus activos para sus hijos y asegurar un ingreso para la pareja que le sobrevive.

-Monitoree sus posesiones. Mantenga un listado actualizado de sus activos e ingresos, con una copia de su testamento. Esto puede prevenir que algunos activos queden en el aire si su familia no está enterada de sus asuntos financieros.

-Abra cuentas conjuntas.
Es importante asegurar que sus familiares cercanos puedan seguir pagando las cuentas con el dinero de su patrimonio y para ello considere la apertura de cuentas conjuntas y la adquisición de seguros de vida.

-Sea claro. Es mejor que su familia se entere de sus deseos para evitar sorpresas. Esto resulta clave en caso de que usted esté estipulando algo inusual en su testamento.

         

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abril
20 / 2017