Libros de colorear para adultos, más allá del mandala

Los libros de colorear han cobrado fuerza en el mundo. No solo se han convertido en un fenómeno en ventas, sino que se ha comprobado que tienen un poder terapéutico.
 
Libros de colorear para adultos, más allá del mandala
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POR: 
Gabriela Sáenz Laverde

Hay que reconocerlo. Pocas cosas producen tanta alegría en los adultos como entrar en una papelería y comprar útiles escolares. El olor a borrador nuevo o estrenar una caja de colores son sensaciones que inevitablemente nos producen la nostalgia de la infancia: una época más sencilla y sin preocupaciones.

La tendencia de los libros de colorear para adultos toma más fuerza cada día. Aunque, en principio, apela a la sensación de inocencia de la infancia, también se ha convertido en una herramienta terapéutica para trastornos como la ansiedad, la depresión o los ataques de pánico.

The Indie Rock Coloring Book


Pero ¿a quién se le ocurrió esta idea y por qué es tan exitosa? Según Patricia de Narváez, editora de Random House en Colombia, la tendencia estalló en 2014 en Inglaterra y Francia con los libros que se publicaron sobre jardines y plantas. Poco a poco empezó a coger fuerza, a extenderse a otros países y a salir cantidades de libros de todos los temas existentes. “Como editorial, es un fenómeno muy exitoso. Hemos sacado seis libros diferentes con nuestra colección fija Arte-Antiestrés. La idea es que sean diseños bonitos, que tengan un rango de complejidad, de lo más sencillo a lo más complicado, para que reten a la gente, y haya para todos los gustos”, explica Narváez.

Y es que, efectivamente, como fenómeno comercial, los libros para colorear son imparables: en agosto, dos de los diez libros más vendidos en Amazon.com fueron libros de colorear para adultos: Secret Garden: an inky treasure hunt, de Johanna Basford, y Adult Coloring Book: stress relieving patterns, de Blue Star Coloring.

Pero más allá de los patrones repetitivos que ofrecen estos libros o de los clásicos mandalas –figuras para colorear que tienen, además, un componente espiritual–, los libros de colorear existen en un rango casi infinito que va desde paisajes de ciudades imaginarias (Fantastic Cities) hasta monumentos reales (Hidden Paris, Hidden Tokyo), de casas famosas (Famous Buildings of Frank Lloyd Wright) hasta vestidos icónicos del mundo de la moda (The fashion coloring book). La editorial Bantam Books ya anunció el lanzamiento, en octubre, de un libro de colorear con los personajes de la serie de televisión Game of Thrones e inclusive la comediante Abbi Jacobson, famosa por el programa Broad City, lanzó dos libros de sus propias ilustraciones: Color this book: New York y Color this book: San Francisco.

¿Colorear para qué?

París


Según la psicóloga especialista en arte terapia, Vanessa Buriticá, al colorear “se utiliza el hemisferio derecho, que es el que no empleamos mucho, porque es el no racional. Por el contrario, es el que va más hacia las emociones, hacia lo artístico, que a veces dejamos de lado por estar metidos más en lo lógico, en lo comprobable y lo que, de alguna manera, entendemos”.

Buriticá considera que, emocionalmente, la actividad de colorear va a tener un efecto positivo en las personas para que se puedan relajar y calmar. “Si pones a dibujar a un niño de siete años a una familia, los dibujos son muy distintos cuando tiene un buen concepto de su familia que cuando tiene problemas: los trazos, los colores que usa (…) sin darse cuenta, van muy de la mano con lo que está haciendo, que es algo artístico, con lo que está sintiendo, rabia, tristeza o felicidad. Al no estar usando la lógica, va a dejar fluir lo inconsciente, que va ligado con las emociones que muchas veces queremos tapar o no sentir o ponerle una imagen, que es lo que corresponde al hemisferio izquierdo”.

Luis Manuel Silva, psicólogo y profesor de la Universidad Javeriana, coincide con Buriticá al decir que “realizar ese tipo de actividades sí distrae y pone de buen genio, pues tiene la posibilidad de hacer desaparecer temporalmente los pensamientos que generan ansiedad o las preocupaciones. Y en ese sentido no poca gente dice que efectivamente le ayuda a relajarse y concentrarse”.

Por otra parte, existen estudios comprobados sobre la importancia del juego en la salud mental, y colorear es, en este caso, una especie de juego. En 1966, según la revista New Yorker, el psiquiatra Stuart Brown encontró una correlación entre 26 asesinos en serie y la ausencia de juegos en la infancia: el 90 % de ellos no tuvo acceso al juego mientras crecían.

Libro


Esto, por supuesto, no significa que usted se vaya a convertir en un asesino en serie si no se sienta ya mismo a colorear. Pero sí llama la atención sobre la importancia del tiempo de esparcimiento, especialmente en un mundo tan caótico como el actual.

Sin embargo, a pesar de la popularidad de estas publicaciones, hay varias voces que se han pronunciado en contra. Susan Jacoby, autora del libro The age of American unreason (La era de la sinrazón americana), afirma que los adultos que se sumergen en las fantasías escapistas de la infancia están devolviéndose a unos patrones de seguridad para no tener que enfrentar el mundo a su alrededor, y lo relaciona directamente con la recesión que comenzó en Estados Unidos en 2008, durante la cual muchos jóvenes adultos tuvieron que volver a vivir en las casas de sus padres por cuestiones económicas.

Libro Cosas Bonitas


Lo cierto es que el furor por estos libros y por la afición a colorear, “que genera una sensación como la de la meditación, porque se pone la mente en un estado sin pensamientos”, según explica la psicóloga Andrea Bernal, no parece tener cara de acabarse en un futuro cercano. Adelante, consígase una caja de lápices de colores y siéntese a gozar como un niño.

         

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enero
9 / 2020