¿Aportar a pensiones o invertir en otros activos? Aquí la respuesta
Adriana Macías
Como dice Marcelo Duque, autor del libro Cómo planeo ser un pensionado feliz, no hay que esperar a tener la edad de jubilación para preocuparse por este tema. Mucho menos si se tiene en cuenta que las nuevas generaciones están cada vez más presionadas por las preocupantes noticias sobre el creciente déficit que debe cubrir el Estado cada año para pagar las pensiones de los colombianos.
Bomba pensional fue el titular de mi autoría que generó revuelo en el periódico El Tiempo por allá en 1995. Paradójicamente, el mismo titular aparece cada dos o tres años en los medios, la más reciente a mediados de noviembre cuando se reveló que en los últimos diez años el número de pensionados de Colpensiones se había incrementado en un 53 %.
Según Juan Ricardo Navas Ojeda, director ejecutivo de Su Amigo Pensional, la realidad es que la población envejece de manera acelerada y esto pone en aprietos al sistema pensional porque cada vez hay menos aportantes por cada pensionado. Las cifras del experto evidencian que mientras en 1990 había 8 cotizantes por 1 pensionado, en 2018 solo se registraron 4,6 cotizantes por cada pensionado y en el año 2060 la relación será de 1 cotizante por 1 pensionado.
¿Por qué ocurre este fenómeno? Sencillamente porque las nuevas generaciones tienen menos hijos, si es que deciden tenerlos, o prefieren adoptar una mascota que no está en capacidad de generar ingresos. En mi familia, por ejemplo, mi hijo de 25 años, mi sobrino de 30 años y dos hermanos de mi esposo declararon que no les interesa tener hijos.
Por este tipo de posturas cada día tenemos menos niños menores de 14 años en el país, pues en un periodo de 13 años pasaron de representar el 30,7 % de la población a ser el 22,6 %, mientras crece a toda velocidad el grupo de los mayores de 15 años. En términos simples, este es el cambio que se vive en todo el mundo en la pirámide poblacional.
En este contexto, en el que se vería lejana la posibilidad de obtener una pensión digna, muchos se preguntan si no resulta más razonable invertir en activos como finca raíz, negocios o acciones y aportar menos a pensiones.
Revisemos con lupa esta alternativa. Mi primera recomendación es realizar los aportes que reflejen la realidad de los ingresos percibidos, pues con la entrada en operación del Documento Soporte Electrónico, la Dian tiene “en vivo” los reportes de los pagos efectuados por las empresas a todos los proveedores no obligados a presentar factura.
Con esa información, sin duda alguna, la UGPP (Unidad de Gestión Pensional y Contribuciones Parafiscales de la Protección Social) perseguirá por cielo, tierra y mar a quienes no aportan lo que corresponde, como me advirtió un asesor de Colpensiones hace algunos años, cuando sugerí que teniendo ya las semanas no habría necesidad de continuar aportando.
Prepararse para cubrir el riesgo
Marcelo Duque es el líder de la empresa Cómo me Pensiono, una organización que asesora financiera y jurídicamente a las personas que desean asegurarse una pensión digna, y en su ejercicio profesional ha visto muchos casos frustrados de quienes apostaron por las inversiones y descuidaron sus aportes a pensión.
“Está el caso del que aportó menos tiempo y no se pudo pensionar, entonces pidió que le entregaran la plata y creyendo que era un financiero dilapidó ese capital ahorrado. Los aportes para pensión son sagrados y no se deberían devolver porque la persona puede cometer errores en su estrategia financiera”, dice el experto.
Casualmente, un día antes de la entrevista con Duque me tomé un café con una amiga que no alcanzó las semanas de cotización requeridas para pensión, aunque en los primeros diez años de vida profesional sí logró hacer un ahorro importante en un fondo privado de pensiones. “La semana pasada fui al fondo y me dijeron que tengo una platica ahorrada, entonces el próximo año, que ya cumplo los 57 años, la voy a pedir para invertirla”, me dijo con cara de contenta.
Un poco desconcertada le pregunté sobre el tipo de inversión que pensaba hacer, “pues en finca raíz, en qué más si yo no sé nada de inversiones”, fue su respuesta contundente. A mi amiga le queda poco más de un año para elegir bien el inmueble que planea adquirir, pero ella confía lograr al menos el 12 % anual que le renta un apartamento que compró en Manizales hace algunos años.
Lo cierto es que las condiciones de la economía han cambiado mucho, especialmente si se tiene en cuenta que la inflación cabalga sobre el 11 % anual, lo que de entrada ya se le comió la rentabilidad que le genera el inmueble en la actualidad.
¿Esto significa que lo mejor es apostarlo todo a la pensión? No necesariamente, incluso Duque sugiere que, junto con los aportes pensionales, las personas también deberían educarse para invertir sus excedentes en un plan de retiro que les permita alcanzar la libertad financiera años antes de recibir la pensión o, por lo menos, complementar sus mesadas con ingresos adicionales producto de buenas inversiones.
Viene aquí mi segunda recomendación: siempre será una buena decisión ahorrar para invertir en activos bien elegidos, pues es claro que la vida productiva de la mayoría de las personas empieza a decaer hacia los 45 años, justo cuando se acercan a los últimos tramos de su historia pensional.
Por eso, para Juan Ricardo Navas lo más recomendable es comenzar a construir un capital desde muy joven, preferiblemente en un Fondo Privado de Pensiones que permite elegir los diversos portafolios de inversión, en lugar de esperar a estar en la recta final de la vida productiva para pensar en la jubilación.
¿Le parece una bobada invertir algo extra para tener ingresos automáticos en un futuro? Recuerde que cada año se incrementa la expectativa de vida de las personas, aunque esta longevidad muchas veces viene acompañada de dolencias propias de la vejez. En este escenario, se requieren más recursos para cuidar la salud de los abuelitos que para planes de turismo, así que contar con diversas entradas de dinero garantizaría una vejez digna y sin mayores preocupaciones.
En este sentido, Navas señala que una buena alternativa sería adquirir productos de rentas periódicas en monedas como dólares, euros o libras porque “tiene sentido programar una mesada en moneda fuerte y gastar en un país como el nuestro que vive presiones inflacionarias”.
Según el experto, quien haya invertido en dólares al inicio de 2022 ha mejorado su capital alrededor del 17 % efectivo anual solo por el efecto de la devaluación, eso sin tener en cuenta la rentabilidad que ofrecen las inversiones en títulos de renta fija, que podría estar alrededor del 5 % efectivo anual a largo plazo.
Independientes, ¡pilas con sus aportes!
Si a los empleados los ronda el fantasma del desempleo después de los 45 años, a los trabajadores independientes los pone en riesgo la mala práctica de aportar sobre valores inferiores a sus ingresos reales para “no regalarle plata al Estado”.
“Según la ley, los independientes deben cotizar como mínimo sobre el 40 % de sus ingresos, pero hay muchos casos de gente que gana 10 millones de pesos y cotiza sobre 1 millón, sin tener en cuenta que los aportes a pensión cubren vejez, pero también invalidez en caso de enfermedad o accidente y generan una pensión de sobrevivencia para la familia, que depende del aportante cuando este fallece”, explica Duque.
En este punto, el caleño relata un caso dramático de un cirujano plástico de 40 años, casado con una mujer más joven y con dos niños muy pequeños, que ganaba honorarios por 40 millones de pesos mensuales, pero por consejo del contador solo aportaba sobre 1 millón. “Tristemente, en un atraco los delincuentes lo asesinaron y de la noche a la mañana su esposa pasó de vivir con lujos a luchar para darles de comer a sus hijos; fue un caso realmente impactante”, dice el experto.
Por ello, Navas explica que todas las personas deberían prepararse para enfrentar eventos que no cubre el aporte pensional, como el riesgo de desempleo. También es muy importante aprender sobre impuestos y no dejar en manos de los contadores la liquidación de impuestos. “Depender de un solo ingreso laboral para lograr la pensión es demasiado riesgoso, pero también es necesario aprender sobre las retenciones y los impuestos a cargo para obtener la mayor eficiencia tributaria”, explica el experto.
En este caso, el experto señala que los aportes a pensión generan una tasa interna de retorno cercana al 23 % anual, una rentabilidad que muy pocas inversiones pueden asegurar. Y aunque nadie se pensiona con el 100 % del ingreso base de cotización, para quienes están en Colpensiones sí es muy atractiva la idea de multiplicar los aportes en los últimos diez años porque se supone que la mesada se calculará con base en el promedio aportado durante esa década.
¡Pero ojo! La UGPP monitoreará el crecimiento desmesurado de los aportes y en los últimos años se han presentado casos en los que se tumban estos superaportes. El caso más cercano fue el de la hermana de mi anterior contador, quien después de aportar durante veinte años como independiente sobre un salario mínimo, de la noche a la mañana incrementó diez veces su ingreso base de cotización. “La UGPP hizo una investigación y no la dejaron aumentar la cotización, así que se fregó”, me dijo en aquella época el contador.
La alternativa que sí se puede proponer en la empresa, cuando se tiene un empleo o es el dueño de su propio negocio, son los planes patrocinados de pensiones o Planes Institucionales que, según Navas, son poco conocidos por los contadores, aunque permiten que se realicen aportes complementarios a través de un Fondo Privado de Pensiones Voluntarias, con lo cual se optimiza la planeación de la pensión y se puede acceder a los beneficios tributarios establecidos en la ley para planes de pensiones patrocinados y quienes participen en ellos.
Según la página web de Colpensiones, en esta alternativa la empresa se constituye en patrocinadora y realiza aportes al plan de cada uno de los partícipes (empleado persona natural), dejando definidas unas condiciones previas, como la permanencia del trabajador en la empresa durante un periodo definido o un plazo explícito de vigencia del plan para que el beneficiario tenga el derecho a ese ahorro.
Como dicen los expertos consultados, cada caso es particular y no existe una fórmula única en materia de plan pensional, pero lo que sí queda claro es que a nadie le hace daño ahorrar para invertir, en lugar de ahorrar para gastar, pues con buenas elecciones se podrá contar con ingresos automáticos adicionales mucho antes de acceder a la pensión y se afrontarán con mayor tranquilidad los futuros titulares de prensa que anuncien el crecimiento de la bomba pensional.
¿Se puede quebrar el Estado? ¿Es posible que el gobierno decida tomar los aportes pensionales de los colombianos para gastarlos a su amaño? Los dos expertos coinciden en que esta posibilidad es muy remota y más bien se realizarán sucesivas reformas al sistema pensional para garantizar su viabilidad en el largo plazo.