BrewPub, una cervecería a 42 metros de altura para disfrutar de la vista capitalina
Maria Camila Botero
Para hablar de BrewPub, la cervecería más alta de Colombia, se necesitan dos nombres: Óscar y Álvaro Ballesteros. El primero es arquitecto y el segundo ingeniero civil, dos hermanos que trabajan juntos en todo y que en el 2019 construyeron este rooftop ubicado a 42 metros de altura en el norte de Bogotá: carrera 7 # 123 – 35 y calle 106a # 19 – 22.
Esta terraza de 570 metros cuadrados tiene una vista privilegiada. Por un lado podrá apreciar los cerros orientales y el cielo que se pinta de naranja al atardecer y por el otro los edificios que visten a la capital colombiana y los carros que desde el piso 11 de la Torre 123 parecen de juguete.
El nombre de este rooftop viene del término inglés brewpub, que acoge a todo establecimiento que produce la cerveza en el mismo sitio en que se vende, para así garantizar la frescura de la bebida. Sin embargo, en Colombia esta marca está registrada por los hermanos Ballesteros.
De cervezas a la alta cocina
Además de gozar de una gran vista, son justo las cervezas artesanales uno de sus mayores atractivos. Por el momento cuentan con cuatro clases, todas tipo ale entre los 4.7 y 5 grados de alcohol: amber, golden, brown y passion fruit. Su preparación está bajo la dirección de la maestra cervecera Leiddy Rincón Infante, juez certificada de la Beer Judge Certification Program (BJCP).
Pero también se caracterizan por sus cocteles de autor —no puede irse sin probar su especialidad ‘Ballesta’— y una variada carta de alta cocina que incluye desde comida peruana hasta cortes de carne angus certificada, hamburguesas de búfalo y de salmón, picadas, salchichas alemanas, langosta, espárragos envueltos en tocineta y opciones vegetarianas como hamburguesa a base de berenjena y bowl de vegetales con tofu.
Los precios están, en promedio, entre $25.000 y $58.000, aunque tienen un plato de $780.000: el Tomahawk Steak de 1.200 gramos que alcanza hasta para tres personas y que según Óscar Ballesteros, todo el que lo prueba regresa a pedirlo. “Es uno de los mejores de la ciudad”, asegura.
Empezar en medio de una pandemia global
BrewPub nació a finales del 2019, aunque la idea se venía gestando desde el 2016. Fue gracias a la hija de Álvaro Ballesteros, estudiante de Administración de Empresas de la Universidad Externado de Colombia y administradora del rooftop, que los hermanos hicieron realidad el proyecto. “Ella tenía que crear una empresa para un trabajo de la universidad y mi hermano le habló de esa idea que teníamos. Resulta que su propuesta ganó y a partir de eso nos motivó”, recuerda Óscar.
Cuando tomaron el espacio en el que se encuentran actualmente, solo era una terraza con el piso en cemento y nada más. “Tuvimos que hacer todo el montaje desde cero”, dice Óscar y saca una hoja blanca de su billetera con los planos que hizo a mano meses atrás. “No soy muy bueno dibujando”, recalca entre risas.
Como querían tener la fábrica cervecera en el mismo establecimiento, tuvieron que subir los tanques hasta el piso 11. “Cada uno pesa una tonelada. No cabían por el ascensor. Nos tocó contratar una grúa petrolera y cerrar la carrera Séptima desde las 11 p. m. hasta las 6 a. m.”
Luego de su titánica tarea y de casi cinco meses de montaje, pudieron abrir las puertas de la cervecería más alta de Colombia. Todo iba bien y se estaban dando a conocer rápidamente, hasta que llegó la pandemia. Afortunadamente vendieron cervezas a domicilio y se idearon otras estrategias para seguir adelante, pero fue un golpe fuerte que hasta este año pudieron superar.
La historia de fortaleza detrás de BrewPub
Más allá del concepto innovador, la historia de resiliencia tras BrewPub es digna de ser contada. “Me he quebrado muchas veces”, me dice Óscar Ballesteros, quien desde los 18 años negociaba con carros. Luego, cuando tenía 22, se le ocurrió la idea que los situó a él y a su hermano en los titulares de la prensa mundial.
“Estábamos tomando cerveza cuando pensé en que sería muy bacano traer a la realidad la Duff de los Simpson, la que siempre toma Homero”, recuerda. Fue así como años después, en el 2010, sacaron la marca en Colombia y poco a poco se expandieron a Chile, Brasil, Argentina y México. “Hasta que en el 2013 se nos presentó un pequeño contratiempo”, dice riendo.
Ese ‘contratiempo’ fue la demanda que 20th Century Fox les interpuso y que los tuvo en litigio durante dos años. Finalmente llegaron a una conciliación y dejaron de producir la marca en toda Latinoamérica. “Aunque la cerveza golden ale que ofrecemos en el establecimiento es la misma receta de Duff”, agrega.
Durante ese proceso, los hermanos montaron la constructora Ballesteros y se alejaron del mundo cervecero, aunque siguieron con las ganas de volver con algo grande. Así llegaron a BrewPub y siguen trabajando para alcanzar metas mucho más ambiciosas.
Cielo cervecero y otros planes
“Creo mucho en el poder de la mente y la ley de la atracción. Ya tuvimos una transnacional y sabemos cómo manejar el mercado, así que queremos llegar a Medellín y Cartagena. Luego a Ecuador, Costa Rica y Puerto Rico, hasta que se vuelva una cadena muy reconocida”.