Trying, la serie de Apple Tv+ que aborda el complejo proceso de adopción
Adrián David Osorio Ramírez
En una de esas noches de confinamiento buscaba una serie para despejarme del ambiente hostil de la pandemia y el aburrimiento que traían consigo los meses de encierro. Trying llegó como un respiro de humanidad, ternura y esperanza.
Luego de engancharme con producciones de la plataforma de Apple Tv+ como Defending Jacob y The Morning Show -que por cierto, al comprar un producto de la marca se obtiene un año de suscripción gratis-, Trying se convirtió rápidamente en mi favorita de este servicio de streaming.
Esa misma noche comencé y terminé la primera temporada de la serie, que se compone de 8 capítulos de 30 minutos cada uno. La historia se centra en Nikki y Jason, una pareja de jóvenes que no pueden tener hijos.
Trying, una serie de intentos
Tras varios intentos fallidos para concebir, la pareja se plantea la oportunidad de adoptar. A partir de allí se desarrollan los sucesos que presentan a un par de enamorados, comprometidos con su relación y con un sueño que a veces parece alejarse: ser padres.
Con una casa pequeña, trabajos que no llenan sus expectativas pero mucho amor, Nikki y Jason inician el pedregoso camino de la adopción, en el que deberán enfrentarse a su realidad y a un proceso complicado, largo y muchas veces costoso.
En la vida real, fuera de la pantalla, el proceso suele ser igual de complicado en muchos países. En Colombia, por ejemplo, en 2020 fueron adoptados 1.036 niños, 435 de ellos a familias extranjeras. El trámite en el país se constituye de tres etapas generales. La primera es administrativa, allí se presentan la solicitud y todas las certificaciones requeridas.
Luego, en la etapa judicial un juez determina si los padres adoptivos cumplen con todos los términos de la ley. Y finaliza con una etapa de seguimiento en la que se constatan las condiciones idóneas del entorno para el menor. Las familias son evaluadas en términos de idoneidad moral, mental, física y social.
La historia continúa
Este año Trying regresa con su segunda temporada -la tercera ya fue confirmada-. Una nueva aventura en la que nuestra pareja protagonista descubre que conectar con una niña o niño no es tan sencillo como esperaban.
Diners conversó con Esther Smith (Nikki) y Rafe Spall (Jason) sobre la continuación de esta particular historia.
Al iniciar este proyecto, ¿imaginaron que llegaría a una segunda y tercera temporada?
Rafe Spall: Cuando haces un programa como este, solo esperas que a la gente le guste lo suficiente como para obtener una segunda temporada. Cuando terminamos la primera estábamos con el corazón roto porque fue muy especial hacerla juntos. Realmente amamos hacer esta serie y espero que eso se evidencie en la pantalla.
Cuando nos enteramos de la segunda temporada estábamos maravillados porque nos encanta hacer esto y yo estaría feliz de hacerlo durante muchos años. Además, creo que Andy Wolton, el escritor, tenía en su mente el arco narrativo y cuántas temporadas le gustaría hacer. Pero siendo egoísta, me gustaría hacer 25 (risas).
Muchas veces las segundas temporadas no logran continuar con fluidez la historia que contó la primera. ¿Hizo esto que el desafío fuera mayor esta vez?
Esther Smith: No, siempre es emocionante cuando tienes la oportunidad de hacer un programa de televisión que tiene varias temporadas porque puedes ver crecer a los personajes, ver cómo se desarrollan y a dónde los llevará la historia.
Y con la segunda temporada la historia hubiese podido tomar cualquier dirección y eso es lo bello de la serie. El desarrollo en este caso proviene de una madurez de los personajes, luego de decidir adoptar y dar un paso adelante.
Todavía tienen muchos obstáculos, competencia y hay mayor rechazo, porque encuentran una niña de la que se enamoran pero hay una desilusión mayor si no la obtienen.
Foto cortesía Apple TV+
Antes de grabar Trying ¿conocían todo el proceso legal de adopción?
Rafe Spall: No sabía nada sobre adopción y me sorprendió. Quiero decir, no sé cómo es en Colombia o en otros lugares del mundo, pero es muy difícil adoptar un niño aquí y no lo sabía. Esto definitivamente me ha hecho sentir mayor respeto por las personas que eligen hacerlo porque es un proceso largo y arduo, que implica mucha intromisión en la vida personal.
Esther Smith: No tenía ni idea de lo difícil que era el proceso de adopción aquí y eso ha sido algo increíble de aprender humildemente. Además, lo bueno de ser parte de una historia que muestra y educa a las personas sobre lo que es este proceso, es obtener la retroalimentación de quienes han estado involucrados en él. Han visto el programa y se sienten representados. De alguna manera eso valida la serie.
Lo que más cautiva de la primera temporada es la capacidad de pasar de comedia a drama en una misma escena. ¿Sigue esto en la segunda temporada?
Rafe Spall: Sí. En definitiva, el tono es el mismo, que es esa mezcla de comedia y drama que le da identidad al programa.
Esto continúa en la segunda temporada y en realidad es el tipo de cosas que me gusta ver. Por lo tanto, también es el tipo de series en las que me gusta actuar. Así que no me resulta difícil hacerlo, es un reflejo de la forma en la que experimento la vida, esa cosa que va de triste a divertido al mismo tiempo. Usamos el humor como una forma de afrontar situaciones difíciles.
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