Un paraíso indeseable en ‘Las Iguanas’, la nueva serie colombiana de HBO Max

Mateo Arias Ortiz
Se hacen llamar Las Iguanas. Se saludan con besos, se dicen que se aman, sonríen, gritan, celebran. Este grupo de amigos de la universidad está feliz de reunirse después de años para recibir a Helena (Isabel Gaona), quien volvió a Colombia después de mucho tiempo de vivir en el exterior.
Así empieza Las Iguanas, la nueva miniserie colombiana dirigida por Frank Benítez que se puede ver en la pantalla de HBO Max.
Todo se ve bonito en la gran casa de campo en la que van a pasar el fin de semana. Está aislada, en medio de una vegetación exuberante sobre la represa de Prado, Tolima. Pero cuando anochece la fiesta se pone pesada y todo se empieza a poner más turbio y excesivo.
Ni su buena educación, ni la alta clase a la que pertenecen, ni el cariño que se tienen son capaces de evitar la tragedia. Conforme la noche avanza, se gesta un episodio terrible que termina en una violación.
“Todo el mundo se puede relacionar con esta historia. A mí me ha pasado: uno está en una fiesta en la que todos están felices y de pronto algo pasa: alguien se estrella en el carro o alguien rompe una puerta de vidrio. Pongo estos ejemplos que son menos graves que una violación, pero son situaciones que dañan las fiestas”, cuenta Silvia Varón, la actriz colombiana que representa a Silvie en Las Iguanas, en una conversación con Diners.
Por su parte, Isabel Gaona, que hace el papel protagónico en la serie, dice que la idea era buscar “el quiebre entre las violencias. Todo empieza muy lindo, pero se pueden entrever unos comportamientos y gestos sutiles que van alimentando eso que después transforma la noche. Un momento de dicha absoluta se desconfigura y se vuelve una tragedia”.
Así se gestó la producción
La historia inicialmente estaba pensada para contarse en una película. El colectivo LDC, en el que participan actores como Pilar Díaz, John Mora, Esteban García y la misma Isabel Gaona, fue el encargado de escribir el guion.
Sin embargo, no habían encontrado la financiación para el proyecto hasta que se ganaron una beca del Ministerio de las TIC para hacer una miniserie y la idea se adaptó para contarse en cuatro capítulos.
“Para nosotros que Las iguanas esté en HBO Max es un orgullo porque esta es una producción independiente. Le metimos la ficha para tener un producto de buena calidad y lo logramos. La beca nos garantizaba que la serie saliera en todos los canales nacionales, pero con el streaming podemos llevarla más allá de nuestras fronteras”, cuenta Gaona.
El producto final no es para menos: el trabajo visual, la música, las actuaciones y el guion están a la altura de las series internacionales.
Esto se logró, en gran medida, gracias al lugar en el que se grabó la serie. Según Gaona, la represa de Prado “es como otro personaje de la historia: interviene en ella. Limita y confronta a los personajes. No solo es un telón de fondo”.
A la casa en la que se hospeda este grupo de amigos solo se puede llegar después de un trayecto de 40 minutos en lancha. Eso da una idea de cuán internado en la naturaleza está este escenario, lo que termina volviéndose un arma de doble filo, pues no se puede escapar de él con facilidad. Lo que podría ser un paraíso se vuelve un lugar indeseable.
Sin embargo, por fuera de la historia oscura y violenta que se narra en la serie, la experiencia de rodaje fue poderosa y transformadora para los actores.
Para Varón, “Prado no solo fue importante para los personajes, sino para nosotros como intérpretes. El hecho de habernos internado más de un mes en este paraíso fue una experiencia única. Estábamos en plena pandemia y yo estaba encerrada, entonces que me dijeran que iba a tener esta posibilidad para mí fue un regalo”.
La violencia de las clases altas
Gaona explica que la idea de Las Iguanas era mostrar que las violaciones y los abusos no solo se cometen en los sectores marginales de la sociedad. En la serie esto sucede en un grupo de amigos de clase alta.
“En las altas esferas, la violencia más fuerte es el silencio. Hay muchas apariencias que deben cuidarse. Entonces se permiten y callan situaciones complicadas para que la burbuja no estalle. En Las Iguanas se muestra esa indolencia de las clases altas: se intenta hacer que todo siga igual en una situación en la que es imposible que eso pase”, dice Silvia Varón.
Gaona cuenta que el villano de la serie se gestó de manera que no se viera tan común: “No es el típico galán malvado. Es un tipo agradable, que seguramente es muy inteligente. Y es porque así pasa. Los malos no son diablos con cachos y cola, son personas encantadoras y tiernas que pueden cruzar límites y volverse agresivos”.
Con esto se visibiliza una realidad de la que no se escapa ninguna clase, ninguna nacionalidad ni escenario. Y se logra de una manera verosímil y contundente, lo que hace de Las Iguanas una serie que vale la pena ver.