10 canciones de José José para diferentes momentos de una relación

El pasado 28 de septiembre murió José José, el ‘príncipe de la canción’. En Diners lo recordamos con una selección de 10 de sus mejores canciones.
 
10 canciones de José José para diferentes momentos de una relación
Foto: Tomada del canal de YouTube José José Oficial
POR: 
Revista Diners

Notas altas, notas graves. A todas llegaba con facilidad. Potencia, delicadeza. Manejaba los matices de su voz con una calidad magistral. José José no solo fue uno de los cantantes más importantes en la historia de México. También fue una de las voces más aclamadas de un continente que encontraba en sus canciones una vía de desahogo.

Sus discos sirvieron como catarsis para varias generaciones que encontraban momentos de su vida representados en las historias que contaba, que acompañadas de una emoción que se transmitía fácilmente, lograron permanecer en la memoria colectiva de aquellos que compraron más de 100 millones de sus discos.

Un récord para la música en español

José José fue uno de los artistas más importantes de la música en español. Incluso, en 1982 se inscribió en el libro Guinness Records con “Promesas”, un álbum que alcanzó 18 millones de copias y que para el momento era el más vendido de un artista de habla hispana.

Para nadie es un secreto que José José era adicto al alcohol. Aunque algunos señalan que la razón fueron los desamores, otros insisten que fue una gran frustración laboral lo que lo llevó al alcoholismo, pues, en 1973, existió la posibilidad de que ‘El príncipe de la canción’, grabara un disco junto a ‘La voz’, el cantante estadounidense Frank Sinatra.

Pero esta colaboración jamás ocurrió. Las disqueras RCA Víctor (a la que pertenecía José José), y Reprise Records (Sinatra), no se pusieron de acuerdo y uno de los sueños más grandes del artista mexicano no pudo lograrse. Esta historia se encuentra registrada en Esta es mi vida, la autobiografía de José José.

Los compositores detrás de sus canciones

Aunque el cantante también compuso algunas de sus canciones, como Si alguna vez, Amor para los dos, Linda disco y otras más, sus mayores éxitos fueron creados por otros compositores. Roberto Cantoral García, por ejemplo, es el autor de El triste; Rafael Pérez Botija escribió Gavilán o Paloma, Volcán, Desesperado, Payaso y otras más. Incluso, su amigo Camilo Sesto escribió Si me dejas ahora, de 1979.

A estas canciones con letras potentes José José les sumó su poderosa voz, que forman una playlist que podría aplicarse a diferentes momentos de una historia de amor (o desamor, como prefiera verlo.) Diners reunió diez de ellas para recordar-y homenajear-, al ‘Príncipe de la canción’.

Cuando ya se conocen tanto se quieren a pesar de los defectos: Te quiero tal como eres (1978)

Es el momento de la relación en el que todo va bien. En el que la rutina tiene un aspecto positivo. Donde se entienden, se quieren, se conocen y construyen desde allí. Ya no es necesario querer impresionar, basta solo con ser quienes son. Por eso: “Quiero saber si siempre vas a ser la misma que yo conocí, espero que tú creas siempre en mí
tal como yo he creído en ti. Dije te amo y es para siempre, pues nunca te voy a dejar, así te quiero, así me gustas, como eres tú te voy a amar”.

Cuando uno de los dos empieza a cambiar y hay sospecha de infidelidad: ¿Y quién puede ser? (1986)

A veces la pareja puede pasar por una época en la que está distante, pensativa, indiferente. En la mente de la otra persona comienzan a escribirse teorías de conspiración para intentar entender el cambio. Una de las opciones que seguramente se aparece es la de la presencia de otra persona. Alguien que ha llegado para irrumpir en la historia de la pareja.

“Yo no sé que le ha pasado, que la encuentro pensativa. Ante todo indiferente, preocupada y distraída. Si la miro fijamente no sostiene la mirada, como si temiera verse por sus ojos delatada”.

Cuando la relación está por terminar y alguno de los dos la quiere salvar: La nave del olvido (1970)

Entonces parece que todo está por perderse. Aparecen las ganas de salvarlo todo en el último momento. Es hora de una última acción, quizás una última súplica.

“Espera, aún la nave del olvido no ha partido. No condenemos al naufragio lo vivido. Por nuestro ayer, por nuestro amor, yo te lo pido. Espera, aún me quedan en mis manos primaveras para colmarte de caricias todas nuevas, que morirían en mis manos si te fueras. Espera un poco, un poquito más, para llevarte mi felicidad. Espera un poco, un poquito más, me moriría si te vas”.

Definitivamente no se pudo, pero no aún no se deciden a dejarse del todo: Vamos a darnos un tiempo (1981)

Decidieron alejarse. Tal vez en el momento es lo mejor. El tiempo nos da perspectiva sobre lo que ha ocurrido. Nos da perspectiva sobre nosotros mismos. No es un adiós, es un hasta luego, ya volveremos a hablar.

“¡Qué difícil es cuando las cosas no van bien! Tú no estás feliz y eso me pasa a mí también”… Y luego “Pero antes déjame decirte que te quiero, que tu amor es la única cosa que yo tengo. Si me voy de tu lado es porque no quiero perderlo. Lo que tú y yo necesitamos solo es tiempo. Tiempo para curar nuestras heridas. Tiempo para empezar de nuevo nuestras vidas”.

Ya todo se fue al suelo, y aún cuando acordaron despedirse, no se es inmune a la tristeza. Es el momento en el que la ‘tusa’ está activada: El triste (1970)

En este proceso de desamor hay días difíciles, en los que pareciera que nada sale bien. E incluso, por momentos, uno no quiere parecer fuerte sino vivir con contundencia ese dolor de haber terminado la relación, porque a pesar de todo, la sigue (o lo sigue) queriendo. Porque también quedaron cosas buenas, y tal vez esas son las que más duelen.

Hoy quiero saborear mi dolor. No pido compasión ni piedad La historia de este amor se escribió para la eternidad. El triste todos dicen que soy. Que siempre estoy hablando de ti. No saben que pensando en tu amor, en tu amor, he podido ayudarme a vivir. He podido ayudarme a vivir”.

Secuelas de la ‘tusa’ parte II: Almohada (1978)

Pareciera que nada va a volver a ser como antes. La añoranza de ese viejo amor juega una mala pasada y se termina imaginando todo lo que no es, que él o ella regresa, pero no es así. Al final del día se está solo con las angustias y la tristeza abrazadas a una almohada.

“Por eso regreso borracho de angustia. Te lleno te besos y caricias mustias. Pero estás dormida, no sientes caricias. Te abrazo a mi pecho, me duermo contigo. Más luego despierto, tú no estás conmigo. Solo está mi almohada”.

Cuando parece que todo está terminado, superado, y uno de los dos empieza a salir con otra persona: Lo dudo (Anda y ve, 1983)

Luego llegan unos días soleados, optimistas. Incluso, puede que uno sienta que ya está todo solucionado y que es momento de seguir con la vida. Pero vuelve y pasa, por cosas de la vida hablaron de nuevo y ella o él confiesan que están saliendo con otra persona. Se siente una combinación de dolor que golpea el ego.

“Anda y ve, te está esperando. Anda y ve, no lo hagas por mí, que al fin y al cabo somos solo amigos.. Anda y ve, te veo nerviosa. Anda y ve y que sientas con él lo que en su día sú sentías conmigo. Pero lo dudo”.

Para el momento de la reflexión: ¿qué es el amor? ¿sí nos quisimos? ¿nos amamos?: El amar y el querer (1977)

Ya tenemos los sentimientos un poco más interiorizados, entendidos. Entonces pensamos si de verdad quisimos tanto como pensamos. Es el punto filosófico y existencial en el que se ponen los ojos sobre la relación de la manera más objetiva posible. Acá se trata de entender qué fuimos y qué es lo que queremos.

El que ama no puede pensar. Todo lo da, todo lo da. El que quiere pretende olvidar, y nunca llorar, y nunca llorar. El querer pronto puede acabar. El amor no conoce el final. Es que todos sabemos querer, pero pocos sabemos amar”.

Cuando terminaron ya ‘final final esta vez sí es en serio’: He renunciado a ti (1983), (También podría ser Amnesia, 1990)

Después de mucho pensar, sentir, sanar, por fin podemos decir que ya todo está solucionado. Que todo acabó y aún así vuelvan a verse. El ciclo se cerró definitivamente.

“Te habrás fijado que no te busco. Que pasa el tiempo y no voy por tu casa. Que no me ves por los sitios que pasas. He renunciado a ti, he renunciado a ti porque es pura fantasía nuestro amor. Ilusiones que se forjan con el tiempo. Porque es tanta la distancia entre los dos que es difícil que podamos entendernos”.

Volver a enamorarse después de sufrir: Lo pasado pasado (1978)

No solo basta con cerrar el ciclo de una relación pasada. También hay que saberse dar una oportunidad cuando se siente. Esta canción es una oda a eso, que a pesar de haber sufrido una gran desilusión, vale la pena volver a intentarlo.

“Pido un aplauso para el amor que a mí ha llegado. Mil gracias por tanto y tanto amor. Vivo enamorado. Hoy me he enamorado. ¡Qué feliz estoy, soy feliz! Ya todo he olvidado. Y a todo el pasado ya le dije adiós. Ya lo olvidé”.

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mayo
30 / 2020