¿Qué tienen en común Anna Delvey y Simon Leviev, los estafadores de Netflix?

Anna Delvey es una personalidad de la alta sociedad neoyorquina, que a través de Instagram revela sus conexiones, viajes y extravagante estilo de vida, dignos de su procedencia como heredera alemana. Sin embargo, una periodista llamada Vivian está dispuesta a averiguar quién es realmente esta mujer, hasta descubrir que no es ninguna millonaria, sino una rusa que logró -como los mejores estafadores- engañar a varias personas adineradas.

Creada por Shonda Rhimes ‒la mente detrás de Grey’s Anatomy‒, ¿Quién es Anna? se basa en el artículo “Cómo Anna Delvey engañó a la alta sociedad neoyorquina”, escrito por Jessica Pressler para New York Magazine en 2018. En la miniserie, la actriz estadounidense Julia Garner (The Assistant) personifica de manera precisa a la supuesta estafadora, y Anna Chlumsky (Veep) da vida a la periodista obstinada.

Por su parte, el documental El timador de Tinder presenta una crónica de las acciones de Simon Leviev. El isaraelí se hace pasar por magnate, millonario y jet-setter, al tiempo que conquista a varias mujeres por la famosa aplicación de citas para robarles millones de dólares.

De los productores de El impostor y No te metas con los gatos, la historia revela la verdadera identidad de este sujeto y muestra la lucha de las mujeres engañadas que buscan entregarlo a la justicia.

¿Quién es Anna? conoce a El timador de Tinder

Con ambas producciones Netflix deja claro que las historias inverosímiles están de moda. Y aunque las vidas de Anna Delvey y Simon Leviev sean totalmente diferentes, sus caminos tienen varias similitudes interesantes que detallamos a continuación.

1. Falsas riquezas

Tanto Anna como Simon le pusieron estilo a sus fraudes con la ayuda de títulos notables aunque completamente inventados. Simon se presentaba como el hijo del multimillonario Lev Leviev, magnate de la industria de los diamantes que, si bien es una persona real, sus lazos sanguíneos con Simon –cuyo nombre verdadero es Shimon Hayutar– no lo son.

Anna también fingió ser de la nobleza, en este caso como una adinerada heredera alemana respaldada por un gran fideicomiso. Pero, al igual que su apellido, el título y el fideicomiso eran falsos; y su nombre verdadero es Anna Sorokin.  

2. Crimen a la moda

Al cometer una estafa para robar millones es necesario vestirse apropiadamente. Para completar sus identidades embaucadoras y engañar a sus víctimas, Anna y Simon usaban ropa lujosa de diseñadores como Balenciaga, Gucci y Prada.

3. Fraude en vacaciones

De Grecia a Marruecos, Anna y Simon construyeron una fachada extravagante para un estilo de vida que incluía viajes con todos los lujos por el mundo -y todas las publicaciones en Instagram para demostrarlo-.

4. De las suites a las calles

Conforme se iban desenredando los detalles de sus crímenes, muy pronto Anna y Simon se encontraron viviendo en las calles. El resultado de robar dinero de sus cercanos fue encontrar todas las puertas cerradas y ningún sillón para dormir.

Cuando finalmente los descubrieron, ambos estafadores terminaron comiendo las sobras de alguien más: Anna en el metro y Simon en el centro comercial.

5. Tras las rejas

Dicen que se cosecha lo que se siembra, incluso cuando se es un estafador. Aunque hayan vivido una gran vida durante un breve tiempo, Anna y Simon fueron arrestados y acusados por sus delitos.

Hay quienes piensan que a los estafadores no se les aplicó todo el peso de la ley (Simon vive en libertad en Israel y Anna cumplió su sentencia en 2021 y está en proceso de ser deportada a Alemania), pero ambos pagaron de alguna manera.

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