Latinoamérica no siempre aparece en los primeros lugares de los rankings internacionales de calidad de vida. Sin embargo, algunas de sus ciudades siguen dando ejemplo de resiliencia urbana, buenas decisiones políticas y capacidad de adaptación, incluso en contextos difíciles. Así lo confirma el informe 2025 del Economist Intelligence Unit, que evaluó a 173 ciudades del mundo y destacó a cinco latinoamericanas por encima del resto. El ranking se basó en aspectos que realmente cambian la experiencia de vivir en una ciudad, pues evalúa si hay médicos suficientes en los hospitales, si el transporte funciona sin colapsar, si los colegios públicos alcanzan para la demanda, y si la violencia o la inestabilidad política impiden hacer vida normal en las calles. En últimas, todo lo que define si una ciudad es habitable más allá del paisaje.
Y para que usted las conozca, en Diners le traemos la lista completa junto a los detalles que las hacen en definitiva las mejores del continente. 1. Buenos Aires, Argentina Foto Diego Coppola / Shutterstock. Buenos Aires lidera en la región no por ser la más moderna, sino por seguir siendo una ciudad donde se puede estudiar, moverse y acceder a la cultura sin depender del privilegio. Después de todo, la red de colectivos cubre la ciudad con tarifas accesibles, hay bibliotecas públicas con programación semanal y las universidades nacionales -como la UBA- siguen entre las mejor valoradas de América Latina. A pesar del contexto económico inestable de Argentina, la ciudad conserva una vida urbana que se mantiene activa. Hay espacios públicos bien utilizados, ferias en los barrios, festivales gratuitos y una gastronomía popular que no gira en torno a la alta cocina necesariamente, pero que se mantiene igualmente llamativa. Incluso en medio de crisis, Buenos Aires mantiene instituciones que sostienen el día a día sin que todo dependa del bolsillo o del sector privado, lo que vuelve a la ciudad más soberana. 2. Santiago de Chile, Chile Foto Zigres / Shutterstock. Santiago destaca, entre otras cosas, por su gestión urbana.
El metro sigue ampliando su cobertura, la red de parques urbanos ha crecido bastante y los servicios municipales, desde el reciclaje hasta los trámites digitales, funcionan con una eficiencia que ya desearían otras ciudades de la región. Allí se ha logrado mantener el orden y la conectividad incluso en situaciones de tensión social o cambios políticos como en los últimos años. Además, la inversión pública se nota en proyectos muy concretos: pasos peatonales nuevos, buses eléctricos, bibliotecas comunales y ciclovías que realmente conectan a los ciudadanos. Aunque la desigualdad entre comunas persiste, Santiago ha apostado por intervenciones que mejoran la calidad de vida más allá del centro, y que no dependen exclusivamente del mercado o del turismo para sostenerse. 3. Montevideo, Uruguay Foto Andres Felipe Perez / Shutterstock. Montevideo es probablemente la ciudad más predecible del ranking, en el buen sentido. Hay menos sobresaltos sociales, las reglas cambian poco y los servicios básicos cumplen su función sin mayores problemas. Porque vamos a ser honestos, en una región donde la incertidumbre puede ser parte del día a día, esa estabilidad ya es un mérito enorme. Lo interesante es que esta consistencia no implica estancamiento.
La ciudad ha mejorado su red de transporte sin sobrecargarla de obras (cosa de la que podría aprenderse), ha fortalecido su sistema de salud pública y mantiene una relación saludable con el espacio público: la rambla, los parques y las ferias barriales no han sido desplazados por centros comerciales ni privatizados. Así, muchos de sus habitantes afirman que Montevideo es discreta, pero confiable. 4. San Juan, Puerto Rico Foto SCStock / Shutterstock. San Juan sobresale por tener una infraestructura más sólida que la mayoría de ciudades latinoamericanas, tanto en salud como en gestión de servicios básicos. La recuperación tras los huracanes sirvió como impulso para generar mejoras en vivienda, energía y preparación ante emergencias, que hoy se traducen en una ciudad más resiliente. Como es bien sabido, la vida cotidiana se mueve entre la estructura formal de Estados Unidos y el ritmo del Caribe. Hay una red escolar amplia, espacios públicos cuidados y una relativa sensación de seguridad en comparación con otras capitales de la región.
Aunque la economía de la isla sigue siendo frágil, San Juan ofrece condiciones urbanas ordenadas que no dependen exclusivamente del turismo para mantenerse. 5. Lima, Perú Foto Juan Luis Laurel Acostupa / Shutterstock. Lima ha dado pasos muy específicos para enfrentar sus problemas crónicos. La implementación de corredores de transporte masivo ha mejorado la movilidad en sectores clave, mientras que proyectos de arborización y recuperación de parques han cambiado la cara de zonas que antes eran puro concreto. Por otro lado, la ciudad también ha apostado por descentralizar algunos servicios como nuevos centros de salud en distritos periféricos, iniciativas culturales fuera del circuito tradicional, ferias gastronómicas itinerantes y espacios deportivos al aire libre.
Aunque la desigualdad territorial sigue estando presente en el panorama urbano, Lima ha empezado a abrir alternativas más allá del centro o de los barrios privilegiados, lo que apunta a que en un futuro la podamos ver incluso más arriba. ¿Y las demás? Foto Sandra Moraes / Shutterstock. Bogotá, Ciudad de México, Río de Janeiro, La Habana y otras grandes urbes de la región aparecen más abajo en el ranking, pero no fuera del mapa. Muchas están en proceso de renovación urbana, con obras de movilidad, planes de seguridad o nuevas estrategias para ampliar la oferta educativa y cultural. Pero hay que ser realistas, muchas de ellas no escalan más alto precisamente porque aún no hay un sentido general de confianza, ya sea por el miedo a caminar por las calles, o por la falta de eficiencia en la resolución de sus necesidades. Y es que si bien en el listado aparecen cinco ciudades latinoamericanas entre las 100 primeras, ninguna logra colarse en el top 50 global. De hecho, la primera de la región, Buenos Aires, ocupa el puesto 77. Eso también es una forma de decirnos que incluso las mejores siguen lejos de los estándares que hoy marcan urbes como Copenhague, Zúrich o Melbourne. La brecha persiste, pero también hay señales claras de que se puede mejorar, y al parecer eso es lo que está sucediendo. También le puede interesar: ¿Por qué estas ciudades son las mejores del mundo para vivir en 2025?
