El Edificio García, donde viven los artistas en Barranquilla
John Better
Aptos 34, 37 y 41
La diseñadora, el escultor y la chica de Francia
Tina Neumann prepara su colección de invierno para la Semana de la Moda de Bogotá. Sobre el piso hay retazos de pieles de exóticos animales: cocodrilos, babillas y pitones. También hay trozos de telas de diferentes texturas. “Ese es gobelino”, anota, señalando un pedazo de tela semejante al forro estampado de un mueble. “Es una tela algo rústica pero divina para el invierno”, declara esta diseñadora colombiana cuyo estilo ha sido definido como una fusión “Hippie-chic relax y vanguardia urbana”. Hace cinco años vive en el edificio y dice parecerle la mejor opción para estar en Barranquilla, ya que estar instalada en el centro de “la Arenosa”, es un poco como vivir en La Habana. Tanto ha influido en ella este edificio que en 2011 diseñó una colección inspirada en su arquitectura, y agrega que otra razón para habitar aquí es estar rodeada de grandes personajes. “Siempre estará de moda vivir aquí”, finaliza Tina, apenas vestida con una fresca blusa y un corto short. Luego se arrodilla sobre sus magnificas telas, donde sus piernas desnudas rozan la áspera piel teñida de un cocodrilo.
Al escultor Haime Correa hay alguien que no lo quiere. Nacido en Ciénaga, Magdalena, en palabras de este hombre que fue alumno de Francis Bacon cuando era un estudiante de arte en Inglaterra, “el edificio es el lugar perfecto para trabajar, un espacio lleno de luz y ventilación”. Su taller guarda una colección de figuras arqueológicas Tayronas y Tumaco, esculturas coloniales del siglo XVIII y obras de su autoria que penden del techo. “Aprendí a hablar inglés en mis épocas de estudiante gracias a Henry Huxley, sobrino de Adolf Huxley”, comenta Correa, mientras inserta una reproducción en miniatura de la infanta Margarita de Austria dentro de una caja de madera blanca, material de su próxima exposición. La obra escultórica de este artista está presente en Barranquilla en el boulevard del Parque de los Fundadores, un gran sarcófago de concreto y vidrio donde flota un hombre semidesnudo. “El héroe caído –hace referencia a la escultura del parque– me ha costado mas de una critica en esta ciudad que cree que todo obra debe tener un carácter carnavalero. Y los comentarios más crueles vinieron de esa negra”, dice. A lo largo de la conversación Haime Correa interrumpirá de vez en cuando para hablar del odio que le tiene a la “negra”, un reconocido artista plástico del Caribe colombiano quien se mofa de su estilo fúnebre.
Cecile Lavergne en Barranquilla se quedó. Nacida en Toulouse, suroeste de Francia, ciudad rosa donde nació Carlos Gardel, tiene una maestría en gestión de conflicto armado y acción humanitaria. Llegó a Colombia por primera vez en 2005 y regresó en 2008 para hacer un doctorado de estudios políticos, que actualmente termina. Hoy en día trabaja en una ONG de atención a la población desplazada y vulnerable en Barranquilla
“Estoy escribiendo una novela que se inspira en el García y sus habitantes”, dice Cecile, quien parece haber perdido casi por completo el acento de su Francia natal. En su espalda lleva tatuado el mapa de Colombia, asunto que habla por sí solo de su amor por el país. Pero no todo es plácido: se encuentra amenazada por grupos al margen de la ley. Sin embargo, ella dice estar en el lugar donde debe estar, y se siente segura cuando cruza el umbral que le da la bienvenida a ese extraño y bello lugar al que todos llaman con familiaridad “el García”, ese edificio de historias magníficas y personajes memorables, tan vigente hoy como ayer.