8 consejos para sacarle el mayor provecho a su finca

Le traemos algunos consejos para sacarle el mayor provecho a su finca si siente que esta le genera solo gastos. Siga estos consejos y notará la diferencia.
 
8 consejos para sacarle el mayor provecho a su finca
Foto: Ilustraciones por Sindy Elefante @SINDYELEFANTE
POR: 
Adriana Macías Villamarín

Si su finca solo le genera gastos es porque tal vez aún no ha identificado alternativas para generar ingresos permanentes. El turismo, el alquiler por días o el cultivo de huertas orgánicas pueden ser opciones muy interesantes para sacarle el mayor provecho a su finca.

El sueño perfecto de vivir en el campo, respirar aire puro, criar gallinas y cultivar su huerta se ha convertido en el desangre financiero de muchos citadinos que compraron finca con esa ilusión o heredaron un pedazo de tierra que no saben cómo administrar.

Por eso, no me extrañó que en un seminario web de inversiones al que asistí hace poco la pregunta más frecuente haya sido ¿cómo puedo poner a rentar la finca de la familia? Y es que después de que se pasa la fiebre o cuando los niños que antes correteaban a las gallinas crecen y se van del país, los que tienen la responsabilidad de cubrir los gastos empiezan a perder toda ilusión.

¿Es posible hacer negocios con una finca sin invertir tanto tiempo y con poco dinero? Pues sí, hoy existen muchas opciones para que esa pequeña granja se convierta en una “vaquita lechera” que le dé flujo de caja contante y sonante, pero va a requerir un poco de esfuerzo para afinar el tipo de negocio que puede tener éxito.

“Volver a nacer”

A los cincuenta años, Adriana Uribe decidió que era el momento de hacer realidad su propósito de vida. Sus dos hijos ya eran profesionales y se habían ido de la casa. Sus días transcurrían entre su agencia de seguros y la asistencia a su mamá, también mayor y enferma.

En lugar de deprimirse comenzó a construir lo que sería su vida futura. Empacó sus cosas, vendió el apartamento, se trasladó a Tunja en una movida maestra que anunció a su familia solo dos días antes de la mudanza para que nadie se opusiera a su idea, y se regaló un semestre sabático para pensar en las posibilidades de negocios que podría desarrollar.

“Todo lo que hice por muchas semanas fue salir a recorrer las veredas cercanas y disfrutar de la comida y el paisaje boyacenses” recuerda hoy, sentada en el comedor de la casita campesina que alquiló a finales de 2019.

En sus continuos paseos vio un terreno con dos casas de adobe, desocupadas, exactamente 28 mil metros cuadrados habitados de manera exclusiva por los perros del propietario y las gallinas de los vecinos que vivían felices en un galpón. Después de hablar con el dueño, Adriana lo convenció de alquilarle el terreno y las casitas por 700.000 pesos.

Ilustración por Sindy Elefante @SINDYELEFANTE


Sin dudarlo, recogió sus pertenencias y se trasladó a su nuevo hogar en la vereda Ricaya Sur del municipio de Chivatá. Meses antes, Adriana y su hijo Juan, que pasaba también una “crisis de propósito existencial” en ese momento, habían hecho el estudio para montar un airbnb en un apartamento en Tunja, por lo que ajustar el modelo para la casa campesina tomó poco tiempo.

Empieza el plan

Con una inversión de 5 millones de pesos hicieron mantenimiento y decoraron la casa, compraron una cama cómoda, un buen colchón, y pusieron algunos de los electrodomésticos de Adriana. El 15 de octubre de 2019 se publicó el primer anuncio de la casa, a una tarifa de 90.000 pesos la noche, y desde entonces vive ocupada; incluso durante la pandemia recibió huéspedes de manera constante.

“Aquí la gente llega enferma de ciudad y yo vendo la tranquilidad del campo, los paisajes, el silencio y la conexión con la naturaleza. Mis clientes son casi todos hípsteres que vienen a probar la calidad del internet una noche y después la toman en alquiler por varias semanas”, dice Adriana.

Dado el éxito de la casita de adobe, Adriana le pidió permiso al dueño del predio para habilitar el galpón que ocupaban las gallinas de los vecinos. Sorprendido con el pedido, pero feliz de ver que su finca había comenzado también a renacer en las manos de esta citadina le concedió el permiso, sin incrementar el canon de arrendamiento.

Dadas las condiciones del galpón, la inversión ascendió a 20 millones de pesos, pero valió la pena hacerlo, pues desde enero de 2021, cuando publicó en la plataforma el anuncio del loft, no ha tenido un solo día desocupado el espacio.

Cosechando los frutos

En tres meses, las dos casas le han reportado ingresos por 10 millones de pesos, Adriana ya alcanzó la calificación de superhost por su esmerada atención a los huéspedes y se prepara para acondicionar la casa que habita actualmente para recibir familias más grandes. “Es probable que me toque alquilar una habitación mientras me organizo de nuevo, pero acá puedo tener una tarifa más alta porque sería para seis personas”, dice convencida del paso que dará.

Las metas de Adriana van mucho más allá de ampliar su negocio. Ahora quiere vincular a las comunidades de la vereda para que puedan replicar su experiencia, recibir huéspedes en las casas campesinas y aportar a la economía de las familias rurales. El principal problema del municipio es la falta de agua, que afecta la productividad de sus cultivos.

Regresar a las raíces

Felipe Camargo tuvo una vida profesional muy exitosa. Durante 25 años viajó por el mundo como parte del equipo del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, pero nunca olvidó su infancia en la finca de su abuelo, en Sopó.

Por eso, hace dos años negoció su pensión anticipada y regresó a vivir en su añorada tierra, junto a su hermana Amalia y su madre, quien falleció a comienzos de este año.

“Mi sueño era regresar a la finca y volverla productiva nuevamente, porque me di cuenta de que tenemos el privilegio de contar con una tierra fértil, donde hay agua porque estamos al lado de un río y tenemos un bosque nativo junto al piedemonte”, dice.

Felipe invirtió en la recuperación del hato ganadero y le compró a su trabajador las ocho vacas que tenía. Después de estos 24 meses de arduo trabajo logró convertirse en proveedor de Alpina, gracias a la alta productividad de sus 45 vacas de ordeño, y cuenta con 26 terneras y novillas adicionales.

sacarle provecho a su finca Ilustración por Sindy Elefante @SINDYELEFANTE


“La venta de la leche nos ha permitido llegar a un punto de equilibrio para cubrir todos los costos de la finca; pasamos de tener un trabajador mal pagado, a tres trabajadores fijos con contratos formales, más una persona que ayuda en la casa”, asegura.

Historia familiar

En paralelo, su hermana Amalia también regresó a Sopó. Su apuesta productiva son las hortalizas orgánicas, que distribuye personalmente cada semana a sus clientes en Bogotá. Para ampliar su oferta tiene alianzas con varios productores de la región que también adelantan prácticas orgánicas en sus cultivos.

La finca orgánica El Portete entregó su primer pedido a finales de junio de 2020, en plena pandemia, y hasta abril de este año ha cumplido con la entrega mensual de unos 80 mercados de hortalizas orgánicas. En apenas dos fanegadas y media tienen una amplia gama de productos: cilantro, hierbabuena que exportan, cebolla puerro, cebolla larga, papa pastusa, papa criolla, rábanos, lechugas de todo tipo y aromáticas variadas.

Felipe y Amalia han comenzado a implementar otras estrategias para ser autosostenibles: instalaron un sistema de energía solar que provee el 40 % del consumo; la huerta les genera todas las hortalizas que consumen; tienen gallinas que les dan unos huevos gigantes y procesan parte de la leche para hacer quesos y otros derivados lácteos.

Todo el proyecto de esta finca gira en torno a la sostenibilidad, gracias a que Felipe estudió manejo de recursos ambientales en Australia. Para mejorar sus técnicas agrícolas durante la pandemia, Amalia hizo un curso virtual en el Sena sobre manejo de huerta y de gallinas; ahora está descifrando las claves del marketing digital con el fin de ampliar su red de clientes.

De la finca a los hoteles paisaje

Con la pandemia, la empresa del caleño Felipe Lerma triplicó sus ventas. Felipe es el director de Vimob, firma que fabrica y vende viviendas modulares móviles que pueden instalarse en cualquier terreno, porque es posible transportar las piezas y luego armar la vivienda en tiempo récord, sin imprevistos en el presupuesto y en los acabados, y sin residuos contaminantes.

Durante esta época muchas personas aceleraron la construcción de una segunda vivienda en zonas campestres, para disfrutar de la naturaleza en condiciones bioseguras. “Con este cambio en las necesidades de los clientes logramos pasar de una facturación de casi 1.000 millones de pesos en 2018, a más de 2.000 millones a diciembre del año pasado”, asegura este arquitecto que decidió cerrar su estudio para apostarlo todo a las viviendas modulares.

Curiosamente, la pandemia activó los negocios en el Valle del Cauca, pues antes sus mayores ventas se realizaban en Cundinamarca y Antioquia, regiones en donde la tradición de la finca está muy arraigada. “En mi departamento somos más de la rumba, la fiesta y la socialización nocturna, pero con esta coyuntura la gente cambió las costumbres y ahora busca estar más cerca del campo”, señala Felipe.

El objetivo de Vimob ahora es impulsar la alianza que suscribió con Aviatur para desarrollar proyectos de hoteles paisaje, en los que se busca aprovechar terrenos ubicados en el piedemonte o en las montañas para instalar módulos Vimob con todas las comodidades de un hotel cinco estrellas.

Una iniciativa poderosa…

Felipe cuenta con el visto bueno de Jean-Claude Bessudo, fundador de Aviatur, para avanzar en la iniciativa. Esta alternativa se dirige a los turistas de mayor poder adquisitivo, extranjeros especialmente, pues implica inversiones aproximadas de 2.000 millones de pesos para iniciar operaciones. “En departamentos como el Valle, actividades como el avistamiento de aves tienen un potencial enorme, y se orientan a segmentos de altos ingresos en países como Inglaterra, Japón y Canadá; el proyecto apunta a este tipo de turistas”, señala con convicción Felipe.

Lo más atractivo de la propuesta es el acompañamiento a los clientes en la estructuración del proyecto, la construcción de los escenarios financieros, la definición de las inversiones y el desarrollo de estudios de mercado para validar la viabilidad de la iniciativa.

Consejos para aprovechar el potencial agropecuario de su finca

•Conozca el tipo de cultivo más conveniente para su terreno y empiece con pequeñas extensiones.

•Adopte prácticas de agricultura orgánica y sostenible, pues le generarán mayor diferenciación y mejores precios en el mercado, además de realizarse en pequeñas extensiones de tierra.

•Apóyese en las comunidades cercanas a la finca para ampliar su oferta de frutas y hortalizas, de tal manera que sus mercados sean muy completos.

•Defina claramente el mercado que planea atender, identifique las fuentes de contactos y potenciales clientes: amigos, colegas y compañeros de estudio pueden ser los grupos ideales para comenzar a darle forma a su negocio.

•Cultive productos variados, de esa manera tendrá unos cultivos más sanos y una oferta más amplia.

•Aproveche las redes sociales para dar a conocer su oferta, siga a influenciadores de la nutrición y la vida sana y comparta con ellos sus contenidos y productos.

•Capacítese en prácticas agrícolas sostenibles y ecológicas, no deje todo en manos de los trabajadores o campesinos aliados, pues es su patrimonio el que está cosechando.

•Cuente con el apoyo de un técnico o tecnólogo en temas agropecuarios, que le brinde asesoría y orientación sobre la mejor manera de aprovechar los terrenos.

 


¿Qué opina de estos consejos para sacarle el mayor provecho a su finca? Pruébelos y déjenos saber si ha notada la diferencia.

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junio
15 / 2021