¿Por qué hay personas que simplemente no nacieron para bailar?
Revista Diners
Bailar hace parte de la vida y la cultura y así lo hemos visto a través de la historia. Algunos historiadores aseguran que comenzaron siendo rituales de cortejo y que hasta hoy sigue siendo una realidad. Incluso, la Universidad de Northumbria realizó un estudio -si había necesidad de eso- en donde asegura que 90 % de los hombres y mujeres utilizan la danza para conseguir pareja. Pero y entonces: ¿Qué pasa con los que no tienen en su sangre este preciado don?
La “desgracia” de no saber bailar
Las personas que coordinaron brazos, piernas y no agacharon la cabeza para ver los pies, se llevaron toda la atención por sus potenciales parejas. En cambio, otros a duras penas lograron caer en una que otra nota, logrando espantar a sus posibles conquistas.
Pero no se preocupe si usted no sabe bailar, la Universidad de Duke salió en defensa de los arrítmicos y halló que saber moverse hace parte de nuestra naturaleza, que solo falta explorar un poco más los movimientos. Según los expertos el 97 % de los bebés, pueden detectar el ritmo en el útero.
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“Estuve en clases de baile pero ni así aprendí”
¿Qué pasa con ese 3 % de las personas que no logran acertarle a un paso de vallenato ni de merengue así estuvieran en clases?
La Universidad de McGill reveló en un estudio en el que explica que estas personas probablemente tienen amusia congénita. “Este es un problema que afecta a un porcentaje mínimo de la población mundial. Ellos no pueden percibir la música a través del tono, el tiempo o el ritmo”, contó en la investigación Brian Mathias, profesor del Centro de Lenguaje y Música de McGill, en Montreal (Canadá).
Aunque es bastante extraño que usted tenga esta condición, como lo resalta Mathias, resulta probable que las personas que no llevan el ritmo tengan un “latido sordo”, lo que explica por qué no pueden encontrar el ritmo en ningún género musical. Si este es su caso, no se preocupe, hay una solución.
1. Practicar hasta que le duela
Los expertos recomiendan que lo primero que debe trabajar es la seguridad. “El miedo a la vergüenza hace que las personas estén rígidas e incómodas. El baile juega en esa delgada línea en la que le puede salir bien un paso y quedar como un galán, o tropezar y sentirse estúpido”, cuenta Henkjan Honing, psicólogo coautor del estudio.
Luego de superar sus miedos, ensaye con los pasos más básicos de su género musical favorito. Una vez le encuentre sentido al baile, le será más fácil integrarse a una fiesta sin quedarse sentado “a cuidar los tragos”.
En este mismo estudio encontraron que a las mujeres les gustan más los hombres con variabilidad y amplitud de movimientos de cuello, tronco y un especial gusto por los movimientos de la rodilla derecha. En cambio, los hombres prefieren las mujeres que incluyan movimiento de cadera, más movimientos asimétricos de brazos y muslos.
2. Bailar es difícil aunque no lo parezca
Bailar es uno de los actos más difíciles que puede hacer una persona. En primer lugar, tiene que procesar la música, comprender el ritmo, luego tener un buen sentido de la coordinación y ejecutar los movimientos.
Todo esto en cuestión de segundos. Por eso, pregúntese a qué grupo quiere ser parte, a los que tiene movimientos coordinados y es la sensación, o el que le pisa los pies a todo el mundo y se va antes de la fiesta.
¿A qué grupo pertenece a los que saben o no saben bailar? Escríbanos a nuestras redes sociales