Aprenda a hacer pesto en su casa de tres maneras distintas
Revista Diners
Probablemente lo primero que se le venga a la cabeza cuando escucha la palabra pesto es la típica salsa verde hecha con albahaca, piñones, ajo, aceite de oliva y queso. Lo que probablemente no sepa es que la palabra ‘pesto’ del término genovés ‘pestare’ significa machacar en mortero, por lo que técnicamente cualquier salsa hecha utilizando este método podría denominarse pesto.
Es por eso que, si bien la receta tradicional genovesa es un gran acompañamiento para sus comidas, hay varias cosas que usted puede hacer para darle un toque personal a esta preparación. Desde cambiar los piñones por almendras o nueces pecanas, hasta cambiar la albahaca por col rizada, brócoli o incluso tomates secos. Y no se preocupe si no tiene un mortero, aunque no sea la ‘forma tradicional’, todo esto lo puede hacer también en una procesadora o licuadora.
Pesto alla trapanese
INGREDIENTES
250 g de tomates maduros
50 g de almendras
25 g de albahaca fresca
50 g de queso parmesano o pecorino
Un diente de ajo
Aceite de oliva (c/n)
Sal (c/n)
PREPARACIÓN
Empiece por machacar (en un mortero o una procesadora) la albahaca, las almendras, el ajo, el queso, el aceite de oliva y la sal. A continuación, haga un corte superficial en cruz en la parte inferior de los tomates y escáldelos, es decir, sumérjalos en agua hirviendo por 5 segundos e inmediatamente después transfiéralos a un recipiente con agua fría. Así podrá retirarle la piel a cada uno más fácilmente. Una vez lo haya hecho, píquelos en dados pequeños y agréguelo a la mezcla anterior.
Pesto de tomates secos
INGREDIENTES
30 g de nueces pecanas tostadas sin sal
Un diente de ajo
Sal (c/n)
Una taza de tomates secos
20 g de albahaca fresca
Queso parmesano (c/n)
Aceite de oliva (c/n)
PREPARACIÓN
Para esta preparación, simplemente se debe machacar primero el ajo con las nueces y la sal hasta obtener una mezcla arenosa. Tenga cuidado de no sobre procesar en este punto, pues podría terminar con una mantequilla de almendras en vez de un pesto. En seguida, agregue el resto de los ingredientes. El aceite de oliva ayuda a la emulsión de la mezcla y, por lo tanto, a tener un pesto mucho más uniforme, por lo que es mejor si lo va agregando poco a poco hasta que llegue a la consistencia deseada.
Pesto de col rizada
INGREDIENTES
30 g de col rizada
30 g de nueces de castilla
2 dientes de ajo
Queso parmesano o queso romano
Aceite de oliva (c/n)
Sal (c/n)
PREPARACIÓN
Si usted está haciendo un pesto que no va a consumir inmediatamente, es mejor que escalde las hierbas con el fin de que la preparación no pierda color y sabor mientras se conserva. Para esto, al igual que con los tomates de la primera receta, basta con sumergir la col rizada en agua hirviendo por 5 segundos e inmediatamente transferirla a un bowl con agua fría. Así logrará un producto con un verde vivo que no se descolorará en la nevera.
Ahora, para la receta, es bastante similar a las demás. Comienze procesando o machacando el ajo con las nueces y la sal hasta obtener una mezcla arenosa. En seguida agregue la col escaldada, el queso y el aceite de oliva. Recuerde, este último agréguese progresivamente hasta alcanzar la consistencia deseada, lo cual puede ser entre un cuarto y media taza de aceite de oliva.
Como puede ver, el pesto es una preparación muy personalizable. Así que si alguna de estas medidas le parece excesiva o, al contrario, cree que podría necesitar un poco más de alguno que otro ingrediente, siéntase en completa libertad de ajustarlo a su gusto.
Además, recuerde que, al igual que la receta original, estas recetas de pesto son ideales para acompañar con pastas o sándwiches de carnes frías. Pero, también es una gran opción acompañarlas simplemente con una galleta salada o una tostada.
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