“El látigo de la indiferencia” es real, y aquí lo demostramos

La Universidad de Indiana reveló los efectos físicos y psicológicos de sentirse ignorado.
 
“El látigo de la indiferencia” es real, y aquí lo demostramos
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Revista Diners

La indiferencia no solo es algo que se puede sentir en una relación amorosa, esa sensación tan presente en los boleros. Esta actitud también se vive todos los días en el trabajo, con su familia e incluso en una conversación de WhatsApp: el famoso “me dejaron en visto” que tantas relaciones modernas ha dañado.

En el siglo XXI el aislamiento que nos lleva a ignorar a los demás (y por consiguiente a que nos ignoren) está creciendo a pasos agigantados; por eso los psicólogos de la Universidad de Indiana estudiaron los efectos de la indiferencia en la mente y cuerpo.

Para estudiarlo, los investigadores consultaron a más de 300 estudiantes. Los participantes fueron grabados presentándose ante un público que tenía la instrucción de ignorar por completo su mensaje por medio de bostezos, distracciones e incluso yéndose en medio de la presentación para atender una llamada. En fin, debían enviar todo tipo de señales que demostraran su indiferencia.

 

Durante las presentaciones cada sujeto tenía puesto un casco para recoger la actividad cerebral, al igual que sensores de actividad cardiaca. Luego de 1 año de pruebas, los psicólogos revelaron los siguientes efectos:

Consecuencias físicas

Los sujetos analizados eran personas llenas de confianza en sí mismas, seguras, y no presentaban ningún síntoma anormal antes de la prueba. Sin embargo, después de la prueba empezaron a tener trastornos del sueño, mareos, sudoración excesiva, dolores de cabeza, náuseas y taquicardia.

Falta de autoestima

“Cuando las personas hacen un esfuerzo por llamar la atención, como en un discurso o en una relación, y fallan. Pierden autoestima y ganan sentimientos de confusión al no reconocer un argumento claro ante la indiferencia”, comentó el doctor George Krucik en la investigación.

Disforia

La disforia se traduce a un estado letargo de tristeza, ansiedad e irritación. La persona que está expuesta a una constante actitud de indiferencia, suele presentar estos síntomas y puede convertirse en una afección crónica. Sin embargo, los expertos recomendaron comer chocolate y tomar café para contrarrestar este punto.

Apatía

Luego de estar expuestos a la indiferencia, el 60% de los encuestados se convirtieron en personas apáticas y desinteresadas en las actividades que les planteaban los psicólogos. Para ser más exactos, la indiferencia les produjo una lesión en el lóbulo frontal derecho. Los expertos compararon este problema a un accidente cerebrovascular.

 

Pérdida de interés

Finalmente los investigadores encontraron que los sujetos de estudio eventualmente se volvieron completamente indiferentes a sí recibían atención o no, bien sea en situaciones amorosas, laborales y sociales.

También encontraron que la rutina diaria cambió rotundamente. Algunos sujetos que practicaban algún deporte lo cambiaron por estar sentados frente al televisor; otros que les gustaba salir a fiestas, ahora se la pasaban en sus celulares.

Entre tanto, los investigadores encontraron que los sujetos se recuperaron solos y volvieron a la normalidad. Sin embargo, advierten que las personas que han recibido indiferencia durante mucho tiempo debe someterse a un tratamiento psicológico.

 

Algunos consejos para evitar los daños de la indiferencia son:

Determine por qué existe indiferencia

Vea todas las posiciones y analice por qué su pareja, jefe o amigos son indiferentes ante usted. Así logrará mayor comprensión, compasión, empatía y posiblemente encuentre lo que provocó esa actitud a usted.

Enfóquese en lo importante

Si está en la última etapa, en la que usted también es indiferente, establezca límites en los mensajes negativos que haya recibido en el pasado. Por lo general estas impresiones vienen de usted mismo, por lo que los investigadores le sugieren enfocarse en lo que realmente lo apasiona o le importa, bien sea un proyecto, o tal vez un hobbie que tenga olvidado.

Solucione problemas

Una forma práctica para identificar si usted es indiferente es la incapacidad para encontrar soluciones a sus problemas. Por eso, los psicólogos le recomiendan empezar a hacer una lista de las cosas que no funcionan o que podrían mejorar en su vida. Luego tiene que preguntarse en cada una ¿Puedo solucionarlas o aceptarlas como son y seguir adelante? Esto lo ayudará a impulsar su motivación y salir de ese estado de pasividad.

Vale la pena destacar que los encuestados son estudiantes, es decir personas de 18 a 34 años, edad que coincide con las cifras de la Fundación para la Salud Mental del Reino Unido que muestra que el mayor miedo de estos jóvenes es terminar solos e ignorados en la sociedad.

         

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mayo
2 / 2018