“Las tripas” sí influyen en la toma de decisiones

Revista Diners
¿Alguna vez ha escuchado la frase ‘hacer de tripas corazón’? Normalmente quiere decir que alguien tiene que actuar como si no pasara nada aunque por dentro se encuentre angustiado o esté en una situación incómoda que implique enfrentar sentimientos difíciles. Aunque la frase se ha utilizado durante décadas y hace parte del uso coloquial, estos científicos acaban de desmitificarla.
Resulta que las tripas (intestinos) revelan más de sus sentimientos y toma de decisiones como ningún otro órgano de su cuerpo. De hecho, si hace memoria, recordará que cuando se ha enfrentado a un problema, su estómago se lo indica mucho antes de que su cerebro lo confirme.
Los psicólogos y neurocientíficos de la Universidad Estatal de Florida Linda Rinaman y James Maniscalco revelaron esta conclusión después de estudiar durante una década la relación que existe entre el cerebro y el estómago a la hora de tomar una decisión o enfrentar un sentimiento.
“Las señales del tracto gastrointestinal pueden frenar comportamientos gratificantes para reforzar sentimientos que ayudan a evitar ciertas situaciones incómodas, como por ejemplo, la inversión de miles de millones en un negocio en el que no está muy seguro”, relató Rinaman en el estudio.
De ahí que los científicos llamaron a este descubrimiento como la retroalimentación sensorial de los intestinos al cerebro, lo que es capaz de moldear sus respuestas y sentimientos ante un evento o situación que lo pongan a elegir.
“El nervio neumogástrico (también conocido como “el nervio vago”) está conectado a los circuitos neuronales centrales que generalmente sirve para limitar o motivar conductas de aproximación dirigidas e incluso a mantener la calma en ciertas circunstancias”, contó Rinaman en el estudio.
Sin embargo, el neurocientífico Maniscalco destacó que este nervio tiene una gran cantidad de sensores que puede ser fácilmente modificados si la persona lleva una mala dieta o si sufre de gastritis.
También podría prevenir enfermedades
Por otro lado, los científicos creen que este descubrimiento puede ayudar a tratar condiciones psicológicas y neurológicas, como por ejemplo, el Parkinson. El estudio de los investigadores del Instituto Karolinska en Estocolmo (Suecia) apoya la conclusión de los científicos, pues éstos afirman que la enfermedad puede empezar en el intestino.
“Nuestros resultados proporcionan evidencia preliminar de la enfermedad. Las personas con Parkinson a menudo tienen problemas estomacales, que empiezan antes de que desarrollen la enfermedad. El intestino tiene una bacteria en particular que desarrollan las personas con Parkinson”, contó el doctor Bojing Liu en el estudio.
Los científicos de la Universidad Estatal de Florida también comentan que si el intestino puede regular emociones también puede influir directamente en los casos de depresión.
A esta afirmación se suma al estudio de 2013 del doctor Charles R. Conway de la Universidad de Washington, quien desarrolló un implante eléctrico para estimular el nervio vago.
“Utilizamos el implante en 13 personas que han sufrido por más de 20 años de depresión y que han intentado tratarse con fármacos. Sin embargo, después de poner el implante, 9 de las 13 personas mostraron una mejoría sustancial”, contó Conway en su hallazgo.
¿Ha sentido que sus tripas le advierten sobre algún peligro o situación de estrés? Escríbanos en el recuadro de comentarios