Entrevista con Roberto Andó, director de la película La Confesión

Ya está en las salas de cine La Confesión, un 'thriller' que involucra a los altos mandatarios del Fondo Monetario Internacional y el G8. Conversamos con su director.
 
Entrevista con Roberto Andó, director de la película La Confesión
Foto: /
POR: 
Revista Diners

Sus películas Viva la libertad y La confesión hablan sobre personas poderosas y tratan de probar que estas tienen un lado humano, incluso arrepentimientos. ¿Cree en la humanidad de los políticos?

Los políticos son seres humanos como todos los demás, e independientemente de que nos gusten o no, ellos son hombres y mujeres que tienen miedos, fragilidades, obsesiones, sentimientos, ambiciones, mezquindad. Ahora, en estos tiempos donde los medios de comunicación son predominantes, la política está teñida por la personalidad, el carisma y la habilidad de estos políticos para jugar un rol público. Y la política misma luce como la exhibición de una neurosis.

Entonces definitivamente diría que sí, que los políticos son humanos. Esto no significa que necesariamente sean buenos seres humanos, ni que se muevan por la búsqueda del bien común. Al contrario, muchas veces no lo son.

¿Diría que La confesión es más una declaración política o una alegoría del ethos de la humanidad?

La película tiene el estilo de una moraleja, o de un cuento de hadas alegórico. Pero también se mueve por un camino de absoluto respeto por las reglas y los comportamientos de la “tribu política” a la cual representa. Yo creo que una película debe ser un puente entre la imaginación y la realidad, pero esta tarea y su búsqueda requiere una cierta cantidad de escrupulosos.

[diners1]

[/diners1]

En La confesión, hay una frase sobre la muerte de Daniel Rochè que dice –más o menos– que solo los artistas se suicidan porque no pueden soportar la crueldad de este mundo, no los economistas. Además, dos artistas están invitados al hotel durante la crucial reunión del G8. ¿Cree que los artistas (incluyendo a los cineastas) pueden ejercer política y despertar tanto a las sociedades como a las personas del poder?

El hecho de que en la película estén presentes una escritora de literatura infantil y una estrella de rock tiene que ver con el realismo de la historia al que me refería anteriormente. Yo consulté con un diplomático que trabajó en la organización de las reuniones del G8 en Italia y otros Estados, y me confirmó que a veces este tipo de personas populares son invitadas. La mayoría de ellos vienen del mundo cultural o del entretenimiento, y participan en estos eventos gracias a su rol en ONGs que luchan por causas humanitarias, como la cancelación de deudas de los países pobres, por ejemplo. Las personas a las que hago referencia son artistas con mucho éxito como Bono, Bob Geldof, Angelina Jolie, símbolos que tratan de ayudar a otros y al mismo tiempo tratan de quitarse el sentimiento de culpa por ser tan ricos.

Por cierto, no creo que los artistas sean más generosos que las personas del común. Creo que el arte, el verdadero arte, puede abrir un espacio para la compasión, para el sentimiento de solidaridad y conexión con los otros, para un acercamiento ético y civil a los temas importantes de la vida humana. A veces, de hecho, diría que, en muy pocos casos, el arte puede ser útil para revelar un aspecto del poder, de forma cómica, dramática, satírica o incluso de manera religiosa. De alguna forma, el arte le quita prestigio al poder.

¿Por qué escogió a un monje para mantener el secreto en la película? ¿Cree en el poder la Iglesia/religión?

Para mí el monje que encarna Toni Servillo no es un representante de la Iglesia, es solo un hombre. La historia nos muestra que los monjes siempre han sido excéntricos y subversivos en su relación con el poder central de la Iglesia. Lo que me interesó de este personaje fue la intensidad de la experiencia humana durante su tiempo aislado en el monasterio, su hábito al silencio. Solo existen 200 Monjes Cartujos en el mundo. Un número tan bajo debe significar algo. Pero en la película, este monje es un extraño, un visitante indiscreto, un militante de la compasión, quien no tiene ninguna otra bandera sino su amor hacia los seres humanos y su fé en ellos. Él es un símbolo, representa la ideología que se opone a la economía que gobierna el mundo hoy en día.

¿Cree que el nivel actoral de Toni Servillo ayudo a que la película a mantenga el misterio hasta el final? ¿Por qué lo escogió para un papel tan ambiguo?

Toni Servillo es uno de los grandes actores de nuestro tiempo, y con su cara, su talento actoral, puede perfectamente representar nuestra era. Yo lo llamaría un actor-creador, uno de esos artistas con lo que uno siempre desea imaginar un papel.

¿Cómo ve el futuro de la Unión Europea? Teniendo en cuenta que Grecia ha colapsado socialmente después de años de austeridad severa, Italia está al borde de una crisis financiera y el Brexit.

Grecia es un gran país, geográfica y culturalmente es el corazón de nuestra civilización. En Grecia algunos políticos no han podido representar el pasado y la memoria del país. Las nuevas generaciones están pagando un precio muy caro para superar sus dificultades. Ese es el tema de La confesión, defender un identidad, una voz que no debería ser construida y manejada por los bancos, una voz que debería emerger y superar los vacíos políticos. Pero soy optimista sobre Grecia, creo que todos somos Grecia.

         

INSCRÍBASE AL NEWSLETTER

TODA LA EXPERIENCIA DINERS EN SU EMAIL
enero
13 / 2017