¿Qué pasó con los actores originales de El Chavo del Ocho?

¿Qué pasó con el actor que interpretó a Quico? ¿Qué actriz conservó los derechos de su personaje? ¿Quién logró convertirse en una destacada figura del doblaje latino? En Diners le contamos qué ocurrió con los actores de El Chavo del Ocho después del final del programa.
 
¿Qué pasó con los actores originales de El Chavo del Ocho?
Foto: Cortesía de WarnerMedia Direct y HBO Max / Fotograma de la serie Chespirito: sin querer queriendo.
POR: 
Pablo Montero Cabrera

En su primera semana, la serie biográfica Chespirito: Sin querer queriendo, enfocada en la vida de Roberto Gómez Bolaños y su camino a la fama, se convirtió en el contenido más visto de HBO Max en Latinoamérica, y alcanzó incluso el segundo lugar a nivel mundial. Un ejemplo claro del fenómeno televisivo en que se ha convertido.

A lo largo de ocho episodios, la serie ha cautivado a los espectadores desde la creación del Chapulín Colorado hasta las tensiones románticas entre Roberto Gómez Bolaños y Florinda Meza (rebautizada en la ficción como Margarita). Para muchos, El Chavo del Ocho y su elenco eran ya un recuerdo lejano de la infancia, pero el interés por la serie original y sus actores ha resurgido con fuerza.

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Por eso, en Diners le contamos qué fue de los protagonistas de El Chavo del Ocho: desde los programas de Carlos Villagrán tras su salida, hasta cómo María Antonieta de las Nieves terminó, casi por accidente, quedándose con los derechos de la Chilindrina.

Unas salidas agridulces

Chavo del Ocho
Foto: Cortesía de WarnerMedia Direct y HBO Max / Fotograma de la serie Chespirito: sin querer queriendo.

Como se retrata en la serie biográfica, Carlos Villagrán (rebautizado como Marco en la ficción) se fue desencantando poco a poco de El Chavo del Ocho. Se ha reportado que, mientras miembros del elenco como Florinda Meza ganaban hasta 10,500 pesos mexicanos durante los últimos años del programa, otros como Villagrán recibían apenas 650 pesos semanales. Esta diferencia lo impulsó a buscar nuevos horizontes fuera de la sombra de Bolaños. En 1976 lanzó un álbum musical titulado Quico y, dos años después, abandonó la vecindad.

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Según se muestra en la serie, Bolaños le dio en su momento una autorización verbal para seguir usando al personaje de Quico. Con eso, Villagrán viajó a Venezuela para producir El niño de papel en 1981. Sin embargo, como suele decirse, las palabras se las lleva el viento si no se ponen por escrito. Por restricciones de derechos de autor, Villagrán nunca pudo utilizar al Quico original y se vio obligado a modificar al personaje para evitar problemas legales. Un año después del fracaso de El niño de papel, lanzó Federrico, el programa más exitoso de su carrera en solitario. Parte de su éxito se atribuye a la participación de Ramón Valdés en su primera temporada.

(Le puede interesar: ¿Le ha estado mintiendo la serie biográfica de Chespirito?)

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Un año después de la salida de Villagrán, Valdés también abandonó El Chavo del Ocho. Aunque se rumorea que su salida estuvo motivada por desacuerdos con Florinda Meza, lo cierto es que su ausencia dejó un vacío evidente en la serie. Sin Don Ramón, el Chavo ya no tenía a quién desobedecer; la Bruja del 71, a quién seguir; Doña Florinda, a quién abofetear; ni Don Barriga, a quién cobrarle la renta.

A diferencia de Villagrán, Valdés regresó brevemente al programa en 1981. Sin embargo, su estado de salud ya era delicado: un año antes había sido diagnosticado con cáncer de estómago. Falleció en 1988, a los 64 años.

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Villagrán, por su parte, continuó interpretando versiones alternas de Quico en distintos programas, aunque nunca logró alcanzar la popularidad que tuvo en la vecindad. Entre sus títulos más recordados están Kiko Botones y ¡Ah, qué Kiko!

La basura de un hombre es el tesoro de otra mujer

Chavo del Ocho
Foto: Cortesía de WarnerMedia Direct y HBO Max / Poster de la serie Chespirito: sin querer queriendo.

En el programa web Ventaneando, hace más de un año, María Antonieta de las Nieves, recordada por su papel como la Chilindrina, reveló detalles exclusivos sobre su salida de El Chavo del Ocho.

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Recordó que, hacia principios de los años noventa, Roberto Gómez Bolaños dijo que “ya no quería hacer al Chavo. Ya no se sentía cómodo siendo un niño. Estaba cansado, se sentía viejo”. Aunque el programa como tal había terminado en 1979, los personajes de la vecindad continuaban apareciendo en Chespirito, que se mantuvo al aire hasta 1994.

De las Nieves, sin embargo, no compartía ese desgaste. Incluso planeaba lanzar una discoteca infantil, y en medio de ese proyecto acudió al Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) para registrar un personaje parecido a la Chilindrina, similar a lo que hizo Villagrán. Allí descubrió que Horacio Gómez Bolaños, hermano de Chespirito y representante legal del elenco, había olvidado renovar, desde hacía más de quince años, los registros de todos los personajes de El Chavo del Ocho.

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Aunque tuvo la oportunidad de registrar a todos, optó por quedarse únicamente con lo que consideraba suyo por derecho. Así, en 1994, dio inicio a su carrera en solitario con el programa Aquí está la Chilindrina. Una vez que Bolaños y su equipo descubrieron el registro, intentaron demandarla por el uso del personaje, pero no tuvieron éxito.

Este episodio rompió para siempre la relación entre De las Nieves y Bolaños, la cual nunca llegó a restablecerse antes de la muerte de él en 2014. A pesar de ello, se sabe que De las Nieves fue una figura clave en la producción de la serie biográfica y colaboró de cerca con Paola Montes, la actriz encargada de interpretarla.

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El que escapó de la sombra de Bolaños

Chavo del Ocho
Foto: Cortesía de WarnerMedia Direct y HBO Max / Fotograma de la serie Chespirito: sin querer queriendo.

Villagrán, Valdés y De las Nieves intentaron hacerse un nombre fuera del universo creado por Bolaños, pero nunca lograron dar el salto definitivo. Hasta el día de hoy, siguen recorriendo Latinoamérica con versiones adaptadas de Quico y la Chilindrina. Sin embargo, hubo un integrante de la vecindad que sí logró superar la sombra de El Chavo del Ocho: Édgar Vivar, el entrañable Señor Barriga.

En sus años de juventud, nadie hubiera imaginado que el destino de Vivar estaría frente a las cámaras. Se graduó como médico clínico en la Universidad Nacional Autónoma de México, y no fue sino hasta 1964 que comenzó su carrera como actor, tras egresar del Centro Universitario de Teatro.

(Siga leyendo: Los secretos y curiosidades que revela la serie biográfica de Roberto Gómez Bolaños)

Según se muestra en la serie biográfica, su entrada a El Chavo del Ocho fue casi accidental: Bolaños lo vio en un comercial de televisión y lo consideró perfecto para interpretar al cobrador de renta.

Como el resto del elenco, Vivar perdió popularidad tras el final del programa. Sin embargo, a partir de la década del 2000, volvió a destacarse gracias al doblaje de voz. Debutó con el personaje de Max en el cortometraje El show del vampiro, pero su repunte llegó poco después, al dar voz al Chef Gusteau en Ratatouille, a Dug en Up y a Silas Pietraserín en Mi villano favorito.

Aunque tal vez no sea el regreso más sonado, estos papeles se suman a su constante esfuerzo por reinventarse dentro de la industria del cine y la televisión.

El resto del elenco

Más allá de las controversias o los regresos triunfales, el resto del elenco de El Chavo del Ocho continuó su vida sin pena ni gloria.

Rubén Aguirre (el Profesor Jirafales), incluso durante su tiempo en el programa, nunca dejó de participar en otras producciones cinematográficas. En 1998 regresó a la televisión con Las soñadoras y también se desempeñó como narrador en Atínale al precio. En sus últimos años, antes de retirarse en 2013, se convirtió en productor y dirigió su propio circo. Falleció tres años después, en su casa de Puerto Vallarta, a los 82 años.

Angelines Fernández (la Bruja del 71) no se alejó del universo de Chespirito en 1991 por desacuerdos con Bolaños ni por buscar una carrera propia, sino por problemas de salud derivados del tabaquismo y la hipertensión. Curiosamente, fue la más reconocida del elenco antes de El Chavo del Ocho, con una trayectoria que incluía trabajos junto a figuras como Cantinflas y Arturo de Córdova. Falleció en 1994, a los 69 años.

Florinda Meza, la doña de la vecindad, aún está con vida. Se casó con Gómez Bolaños en 2004 y, tras su muerte en 2014, ha dedicado gran parte de su tiempo a preservar su legado. A principios de los años noventa intentó hacerse un nombre como escritora, con las producciones Milagro y magia y Alguna vez tendremos alas, pero no obtuvo mayor reconocimiento.

Durante la década del 2000, su presencia en medios se centró principalmente en giras y entrevistas donde hablaba de su paso por El Chavo del Ocho. Aunque algunos creen que Meza tiene control legal sobre las creaciones de Chespirito, lo cierto es que todos los derechos están en manos de sus hijos, lo que explicaría su ausencia en el desarrollo de la serie biográfica.

Vea también: Los momentos más controversiales y emotivos de Sin querer queriendo

         

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julio
22 / 2025