Las memorias de Michelle Obama en ‘Mi historia’

Juan Gustavo Cobo Borda
En el cumpleaños 58 de Michelle Obama hacemos un repaso por Mi historia, su biografía publicada por Plaza & Janés, donde revela las inicios de su familia en la esclavitud, su juventud en la Universidad de Princeton y luego en Harvard donde se graduó en Leyes. También el apartado donde le enseñó a Barack Obama el verdadero significado de la política para los Estados Unidos.

Michelle Obama en ‘Mi historia’
Con un bisabuelo que era nieto de esclavos, Michelle Obama nació y vivió en el sur de Chicago, en el segundo piso de la casa de sus tíos abuelos.
Ambiciosa y controladora, planificó su vida de mujer negra con arrojo y determinación. Así llegó a vivir en una casa de 132 habitaciones, 35 baños y 28 chimeneas, donde residió de 2009 a 2017 como la primera dama de Estados Unidos.
Con más de 79 millones de votos, su marido Barack Obama había obtenido el cargo de presidente de Estados Unidos, primer hombre negro en lograrlo.
Fundamentalismo y racismo
No eran tiempos fáciles. Quiebra de instituciones financieras, inmenso desempleo, guerras en Irak y Afganistán que involucraban soldados norteamericanos y el comienzo de la pesadilla que aún subsiste:
Demasiadas armas de fuego disponibles para iniciar esa trágica secuencia de matanzas indiscriminadas en colegios, universidades, iglesias y discotecas.
Así, la historia personal se inserta en la nacional y lo que subsiste es el comprensivo aliento de sus padres. Ellos siempre trataron a ella y a su hermano Craig como adultos.
Su padre, Fraser Robinson, trabajó más de veinte años para la ciudad de Chicago como supervisor de las calderas en una planta de filtración de aguas situada a orillas del lago. Su mayor orgullo, un Buick Electra de dos puertas y color bronce. La esclerosis múltiple que padeció finalmente lo inmovilizaría en su silla de ruedas.
El amor con Barack Obama
Michelle, alumna brillante, ya sea en la escuela o en las universidades de Princeton y Harvard donde se graduó en Derecho, entraría a trabajar en el bufete Sidley & Austin de Chicago. Allí llegaría un también joven abogado de Harvard, del cual se enamoraría en una verdadera aventura de pasión, matrimonio y dos hijas, Malia y Sasha, que la obligaron a tratamientos de fertilidad y zozobras. El resto ya es historia.
En el caso de Michelle se destaca su preocupación por los soldados heridos, sus campañas en contra de la obesidad infantil y la alimentación saludable. También, el crear un huerto orgánico que produciría muchas de las verduras consumidas en la residencia. Pero el libro también se ilumina con escenas muy humanas, como un encuentro con Nelson Mandela y la reina Isabel de Inglaterra.
Testimonio honesto y válido del crecimiento de una familia en torno a sus dos hijas. Y cómo Trump ya intentaría sabotear el legado de Obama no solo en salud.