Cinco libros para entender la Segunda Guerra Mundial

A propósito de la conmemoración de la Declaración de Potsdam, el fin de la Segunda Guerra Mundial, Diners le presenta cinco libros para comprender este conflicto que marcó la historia: desde novelas gráficas hasta biografías anónimas.
 
Cinco libros para entender la Segunda Guerra Mundial
Foto: Cortesía de 20th Century Fox / Fotograma de la adaptación fílmica de La ladrona de libros.
POR: 
Pablo Montero Cabrera

El 26 de julio de 1945 se emitió la Declaración de Potsdam durante la conferencia homónima. En ella se establecieron los términos de la rendición incondicional de Japón, marcando así uno de los capítulos finales del conflicto. Pero ¿cómo se llegó a ese punto? ¿Qué ocurrió entre el inicio de la guerra y ese momento? ¿Quiénes narran lo sucedido?

En Diners seleccionamos cinco libros clave para entender el desarrollo e impacto de la Segunda Guerra Mundial. Una selección que va más allá del relato de las víctimas: incluye también la mirada de los victimarios y de observadores externos cuyas voces suelen quedar al margen.

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5. Maus / Art Spiegelman

Segunda Guerra Mundial
Foto: Marhus en Shutterstock / Libro Maus.

No se deje engañar por la apariencia de Maus: ratones, gatos y dibujos en blanco y negro. La novela gráfica de Art Spiegelman no suaviza ni maquilla la historia. Por el contrario, transforma la experiencia del Holocausto en una narración descarnada a través del lenguaje visual.

La historia comienza en el presente, cuando el propio Spiegelman entrevista a su padre, Vladek, un judío polaco sobreviviente del Holocausto. A partir de sus conversaciones, el lector se adentra en los recuerdos de Vladek: su vida en Czestochowa, su matrimonio con Anja, el nacimiento de su primer hijo, su captura como prisionero de guerra y su posterior encierro en guetos y en el campo de concentración de Auschwitz.

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Maus se publicó originalmente por entregas entre 1980 y 1991 en la revista RAW, y luego fue editada en dos volúmenes: Mi padre sangra historia (1986) y Y aquí comenzaron mis problemas (1991). Actualmente, puede encontrarse reunida en un solo tomo.

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Lejos de ser un simple recurso estético, la representación de los judíos como ratones y de los alemanes como gatos es, como explicó el propio Spiegelman en una entrevista con The New Comics en 1988, “una forma para que el lector pase más allá del simbolismo hacia las personas que lo experimentaron”.

El valor de esta novela gráfica trasciende sus premios Pulitzer o Eisner: ofrece una entrada sutil a hechos profundamente reales, evitando que el lector sienta la necesidad de apartar la mirada.

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4. Vida y destino / Vasily Grossman 

Segunda Guerra Mundial
Foto: Cortesía de BBC / Poster del programa de radio de Vida y Destino en BBC.

Tras lo sucedido en la Guerra Fría, es fácil olvidar que la Unión Soviética fue uno de los actores fundamentales de la Segunda Guerra Mundial. La toma de Berlín en mayo de 1945, a manos del Ejército Rojo, fue uno de los episodios decisivos que condujeron al derrocamiento del régimen nazi.

En este contexto, Vida y destino, de Vasili Grossman, ofrece una mirada íntima, crítica y profundamente humana del papel soviético en la guerra. La novela gira en torno a la familia Sháposhnikov durante la batalla de Stalingrado, uno de los enfrentamientos más violentos del conflicto y un punto de inflexión en la retirada nazi.

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Aunque comienza con las hermanas Sháposhnikova, la narrativa se expande hacia un amplio abanico de personajes cuyas vidas revelan las múltiples dimensiones del conflicto. El físico judío Viktor Shtrum, la doctora Anna en la Ucrania ocupada, el coronel Piotr Sháposhnikov, el devoto comunista Krímov y el guardia Dmitri en un campo de prisioneros políticos son solo algunos de ellos.

A diferencia de muchas obras afines al realismo socialista, Vida y destino se aparta de las masas sin rostro para enfocarse en la complejidad moral del individuo. Grossman expone con crudeza las similitudes entre los totalitarismos nazi y estalinista. Por esta razón, medios como The New York Times la han calificado como “una de las mejores novelas de guerra del siglo XX”.

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Pese a tratarse de ficción, la novela está anclada en experiencias reales. Grossman fue corresponsal de guerra durante el conflicto, y sus vivencias están reflejadas en varios personajes, especialmente en Viktor Shtrum.

3. Una mujer en Berlín / Anónimo

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Foto: Cortesía de Prime Video / Fotograma de la adaptación fílmica de Una mujer en Berlín.

Si Vida y destino revelaba cómo las ideologías pueden destruir a las personas incluso lejos del campo de batalla, Una mujer en Berlín continúa esa reflexión desde otro ángulo: las víctimas dentro del propio régimen nazi.

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La obra abarca el periodo entre el 20 de abril y el 22 de junio de 1945, en un Berlín ya capturado y ocupado por el Ejército Rojo. A través de un diario personal, la autora narra la experiencia de una mujer en esos días finales del conflicto: las violaciones sexuales por parte de soldados rusos y la decisión de buscar protección al establecer una relación con un oficial soviético. Como ella misma lo describía: un “dormir por comida”.

No es un libro que oculte la crudeza de sus escenas ni la realidad de los hechos. Sin embargo, las agresiones sexuales no son el único eje de la narración. También se retratan con lucidez los bombardeos, el colapso de la vida urbana, el comportamiento del enemigo y el trabajo forzado durante la limpieza de la ciudad.

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Como afirmó Los Angeles Times en su reseña, la relevancia de este libro radica en que constituye “una voz sin distorsiones para todas las mujeres en la guerra y sus consecuencias, independientemente de su nombre, nación o etnia. En cualquier lugar”.

A pesar de su publicación anónima, en 2003 un editor alemán identificó a la autora como Marta Hillers, periodista fallecida dos años antes. En 2008, la obra fue adaptada al cine por Max Färberböck, con la actuación de Nina Hoss, y en 2009 se convirtió en una obra presentada en el Festival New Worlds, en el Teatro Arches de Glasgow.

2. Si esto es un hombre / Primo Levi 

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Foto: Cortesía de Hachette / Libro Si esto fuera un hombre.

Si Maus funciona como un punto de entrada, Si esto es un hombre es una revelación total. Primo Levi no elude la realidad de las víctimas: la expone con crudeza.

El memoir del escritor judío italiano comienza con su captura por la milicia nazi debido a su vínculo con la resistencia antifascista, y su posterior traslado al campo de concentración de Auschwitz. El nombre, al principio, no significa nada para él ni para sus compañeros. Sin embargo, pronto se convierte en sinónimo de la extirpación de toda decencia y respeto humano.

Al exponer sus experiencias en Auschwitz, Levi profundiza en las dimensiones filosóficas del conflicto e invita al lector a reconsiderar los conceptos de “bien” y “mal” en su lado de la alambrada: un mundo de prisioneros medio muertos de hambre.

Más allá de su evidente relevancia histórica y moral —al mostrar cómo se deshumanizó sistemáticamente a millones de personas—, Si esto es un hombre vendió 1.500 ejemplares en el año de su publicación, en 1947, y para 1958 ya se había traducido a varios idiomas. Medios como The New Yorker lo consideran “una de las memorias más nobles y poderosas de los campos de exterminio nazis”, mientras que The Observer (1987) lo calificó como “uno de los libros verdaderamente necesarios de este siglo”.

1. La ladrona de libros / Markus Zusak

Segunda Guerra Mundial
Foto: Hamdi Bendali en Shutterstock / Libro La ladrona de libros.

¿Qué mejor título para cerrar una lista de libros sobre la Segunda Guerra Mundial? Publicada en 2005, La ladrona de libros no busca el mismo realismo ni el testimonio de Maus o Si esto es un hombre. En cambio, se enfoca en un elemento que suele perderse entre cifras y estadísticas: el peso de la muerte.

Narrada por la propia Muerte, la historia comienza cuando Liesel Meminger ve morir a su hermano mientras viajan hacia su nuevo hogar adoptivo, y comete su primer robo: El manual del sepulturero. Pronto llega a casa de sus nuevos padres adoptivos, los Hubermann. La señora Rosa es estricta, pero la ternura de Hans y su dedicación para enseñarle a Liesel a leer hacen un buen contrapeso. Sin embargo, la estabilidad se desmorona cuando un judío aparece en su sótano, un hombre con quien Hans combatió en la Primera Guerra Mundial.

La ladrona de libros presenta un grupo de personajes a los que es imposible no querer, y eso es precisamente lo que el autor quiere: que el lector se involucre. Para ello, rompe con las convenciones literarias, introduciendo ilustraciones, anotaciones al margen y recursos gráficos que explican el contexto más que las propias palabras.

La perspectiva de Liesel también importa. Se trata de una niña inocente en el corazón de la Alemania nazi, una mirada que revela cómo vivieron los ciudadanos del común la guerra, con sus miedos, ansiedades y pérdidas. Al igual que Vida y destino, la novela rompe con el concepto de la masa sin rostro para acercarnos a una familia en concreto.

Como ninguna otra obra en esta lista, La ladrona de libros no parece una novela histórica hasta que, inevitablemente, se convierte en una.

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julio
31 / 2025