La artista Lorenza Panero presenta ‘Geografías emocionales’ en el Museo del Chicó

Disfrute hasta el 26 de mayo de la exposición ‘Geografías emocionales’ en el Museo del Chicó que invita a habitar el alma a través de la luz, el color y la memoria.
 
La artista Lorenza Panero presenta ‘Geografías emocionales’ en el Museo del Chicó
Foto: Lorenza Panero
POR: 
Óscar Mena

Pinturas, luminografías, esculturas e instalaciones adornan los interiores del Museo del Chicó de Bogotá. Parece que no se necesitan mayores palabras para que los espectadores conecten con su mensaje: evocar cómo se siente habitar este planeta. Así es Geografías emocionales, la más reciente exposición de la artista colombo-americana Lorenza Panero, una propuesta que transforma la emoción en lenguaje visual.

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“En mi trabajo exploro la vulnerabilidad y la supervivencia”, dice la artista, y esa declaración atraviesa cada rincón de la muestra como un hilo invisible. Hay en sus piezas una tensión constante entre lo efímero y lo eterno, entre lo que duele y lo que florece.

La exposición, que estará abierta hasta el 26 de mayo, cuenta con 19 obras que giran en torno a la primavera, no solo como estación del año, sino como metáfora de transformación. Panero parte de La consagración de la primavera, la pieza musical de Igor Stravinsky, para componer un homenaje plástico a la renovación vital. “El crecimiento y el cambio, la violencia permanente, crean la realidad que quiero que quede reflejada en mi obra”, explica.

El secreto de la luz para Panero

Lorenza Panero

Las formas que emergen en las obras de Panero son simultáneamente delicadas y potentes. La luz se convierte en materia, el color en emoción, y el espacio en un campo simbólico donde se articula lo íntimo, lo político y lo espiritual. No hay una narrativa explícita, pero sí una partitura visual: movimientos, pausas, ritmos que el visitante percibe con el cuerpo más que con la mente.

A esto se le suma “la madre naturaleza”, como dice Panera, que está también presente en todas sus obras. Así se puede ver en Geografías emocionales donde aparece como un personaje capaz de relatar anécdotas. La artista construye paisajes interiores donde la montaña, el agua, la selva y el llano se convierten en símbolos emocionales. Su obra nace del territorio, pero se eleva hacia lo universal: la memoria, la pérdida y la esperanza.

Lorenza Panero

No es casual que la exposición se ubique en un museo rodeado de jardines. Desde ahí, la obra establece un diálogo silencioso con el entorno, borrando las fronteras entre lo real y lo simbólico. “Cada obra es una afirmación de nuestra humanidad”, dice Panero, y lo que afirma no es una certeza, sino una búsqueda.

Un mensaje oculto en Geografías emocionales

Lorenza Panero

Cada obra funciona como un umbral hacia lo invisible. Espacios por donde se filtra el recuerdo, la emoción y el instante. “Cada marca, cada elemento existe en el espacio con vida propia y movimiento autónomo”, afirma, y es esa autonomía la que hace que sus piezas se sientan más como presencias que como objetos.

En Geografías emocionales, la complejidad se condensa en una experiencia sensorial profunda. “Es poesía, es emoción, es experiencia”, resume la artista, y no hay mejor forma de describir lo que ocurre al recorrer la exposición.

Por eso sus obras invitan a detenerse, a observar desde la intuición, a entrar en contacto con lo que normalmente evitamos. No hay grandes declaraciones, solo verdades sutiles que flotan en el aire.

Lorenza Panero, una artista entre dos mundos

Lorenza Panero, Geografías emocionales,

Panero divide su tiempo entre Bogotá y Nueva York. Esa doble pertenencia se refleja en su obra: una mezcla de culturas, lenguajes y sensibilidades. Pero más allá de la geografía física, su trabajo habita un territorio propio: el de la emoción como espacio habitable, como tierra fértil donde se siembran preguntas.

“La esencia es el encuentro con la fragilidad de lo transitorio, y lo fundamental de la materia”, dice Panero. Y así, entre capas de luz, pigmento y silencio, sus obras trazan un mapa que, como sugiere el título de la exposición, es profundamente emocional.

         

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mayo
15 / 2025