El Caballero del Páramo: la memoria del conflicto contada a través de imágenes

Diners conversó con la fotógrafa Tatiana Aristizábal, autora de El Caballero del Páramo, un fotolibro íntimo que explora los estragos del conflicto armado en Colombia y lo relaciona con los páramos, a partir de una experiencia personal.
 
El Caballero del Páramo: la memoria del conflicto contada a través de imágenes
Foto: Cortesía Tatiana Aristizábal / Interior del fotolibro El Caballero del Páramo
POR: 
Daniel Alejandro Páez

Una tarde del 2015, mientras la fotógrafa Tatiana Aristizábal charlaba con su mejor amigo y compañero de apartamento, ambos amenizaban el fin del día con una lista de canciones que se sucedían en automático cuando comenzaron a sonar las primeras notas de Yo solo le pido a Dios, de Mercedes Sosa. La sala se hizo silencio hasta que Tatiana dijo: “Esa canción me recuerda al secuestro de mi hermano”.  Él solo preguntó con desconcierto: “¿A tu hermano lo secuestraron?”. 

Fue entonces cuando Tatiana se dio cuenta de que nunca había hablado del tema, ni siquiera había exteriorizado el dolor que aquel suceso le provocó, tenía 12 años cuando su hermano mayor fue secuestrado por el ELN. Sin embargo, aquel momento marcó el inicio de un proceso de reconocimiento que influiría a futuro en sus propios procesos creativos y que darían como resultado el libro que acaba de publicar: El caballero del Páramo.

Donde inicia la inspiración, primeros pasos del proyecto

En el 2019, durante ese proceso de sanación que llevó a cabo, casi de manera inconsciente, decidió visitar el páramo de Santa Inés. Quería superar el miedo que le tenía a la zona donde su hermano fue obligado a desplazarse mientras estuvo secuestrado. Sin embargo, también mantenía una genuina curiosidad por conocer aquel paraje del que solo había escuchado en relatos. Aunque al principio no supo con exactitud qué estaba buscando, sabía que quería resignificar el espacio, aprender a mirarlo con otros ojos y encontrar en él una forma de reconciliación. “Tomé un montón de fotos. Cuando volví me di cuenta de toda la problemática que existe alrededor de los páramos y de los frailejones. Luego regresé a las fotos en 2022 para recortar los frailejones de los paisajes, pensando un poco en esa posible ausencia si no los cuidamos” cuenta Tatiana.

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Al principio, el proyecto no nació como un fotolibro, sino como parte de una convocatoria para una fundación italo-latinoamericana. Allí obtuvo una mención de honor, sumado al derecho de exponer sus fotografías en el Museo de Roma, en Trastévere. Debido a toda la atención y curiosidad que recibió por parte del público, decidió adentrarse más en el proyecto, siempre con el fin de entender hasta dónde podía llegar. Algo que también incidió en sus búsquedas personales dentro y fuera de Colombia, pues por aquel entonces estaba radicada en el exterior. Posteriormente, regresó a Colombia para seguir estudiando el frailejón. 

Concluyó entonces que la desgracia medioambiental de aquella planta del páramo tenía algo que ver con su propia tragedia familiar: el despojo de la tierra y la violencia hacia la vida y la libertad. Como todo hacía parte de un mismo relato, Tatiana se convenció de que debía darlo a conocer. 

Frailejón, familia y fotolibro

La artista se planteó diversos retos con El Caballero del Páramo. En primer lugar, el frailejón, aunque era una planta hermosa, no ofrecía mucha variedad. Por tanto, le asustaba que su fotografía se tornara monótona y aburrida. Así mismo,  consideró como un obstáculo tratar de describir los sucesos acontecidos en su familia hace 22 años.   Incluso para ella, ciertos hechos ya se sentían difusos. Aquello podía significar una falta grave de fidelidad al sufrimiento de su hermano, y a muchas otras personas que fueron víctimas del mismo grupo armado en el Kilómetro 18 por allá en el año 2000.

Uno de los hechos que más recuerda, mientras trataba de descifrar cómo construir el fotolibro, fue la vez que su mamá se le acercó para mostrarle una carpeta llena de cartas que ambas escribieron a puño y letra. “Había un programa en esa época que se llamaba Las Voces del Secuestro, llamadas para los seres queridos que uno tenía secuestrados. Yo llegaba del colegio a hacer esa llamada, pero antes escribía para poder saber qué decir. Mi mamá hacía lo mismo” . Las transcripciones le dieron un nuevo aire a su colección de fotos, pero no fue lo último que incorporó. 

Motivada por encontrar diferentes elementos que enriquecieran al Caballero, Tatiana buscó más víctimas y recuerdos. ¨Entonces me acordé que todos los domingos nos reuníamos en la iglesia del Templete con las demás familias e hicimos unas camisetas que decían «Kilómetro 18. Atrás, no más secuestros», Mi mamá me pasó esas camisetas”.

Cuando la memoria es colectiva

El Caballero del Páramo se convirtió progresivamente en un trabajo colectivo. Contó con ayuda valiosa como la de Carlos Tofiño, un amigo que le ayudó en el proceso de escribir el relato. También contó con Marcela, una de las víctimas del mismo secuestro, quien se ofreció a contarle todo lo que recordaba, al igual que le prestó una carpeta repleta con recortes de periódico. La familia de Tatiana también le brindó su apoyo, especialmente su hermano mayor. Nunca tuvo una sola palabra de oposición, por el contrario solo se encontró con frases llenas de orgullo que la alentaron a crear un producto cada vez más bello. 

Finalmente, Tatiana dialogó con Santiago Escobar Jaramillo, editor de Raya Editorial, con la idea de construir un fotolibro de la mano de su casa. Primero, la fotógrafa le mostró el trabajo que había realizado para su exposición en Trastévere. Luego, intentó explicarle la intención tras el libro. “Hasta ese momento apenas estaba aprendiendo a verbalizar lo del secuestro, y me costó sacar las palabras para explicárselo. Al final le dije «y esto es un paralelo con el conflicto armado» y eso lo convenció “, menciona. 

Ambos trabajaron por mucho tiempo, a veces incluso ella debía tomarse pausas de uno o dos meses para reponerse emocionalmente de los hallazgos, de las verdades desentrañadas entre charlas y fotografías, entre cartas y confesiones. Ella investigaba y tomaba las fotografías, mientras Santiago le ayudaba a darle forma. Para el 25 aniversario del secuestro de su hermano, la maqueta estaba lista. ¨Cuando le pasé la maqueta a mi hermano, él se sentó con mis sobrinos de 14 y 11 años, les contó todo. Él es una persona muy compuesta, es raro verlo llorar, pero se le salían las lágrimas cuando le explicaba cosas a mis sobrinos sobre las fotos¨ Dijo la autora sobre la primera versión del fotolibro. 

Hoy El Caballero del Páramo ya está disponible a la venta, pero no es lo último de Tatiana Aristizabal y su relato de los humedales. La fotógrafa aún desea continuar expandiendo su obra aquí, en Colombia. Quiere realizar una exposición para el segundo semestre del año con la participación de más víctimas del mismo secuestro. 

¨Aún falta mucho por hacer, pero poder decir que este paso se logró me emociona enormemente”.

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abril
9 / 2025