“La amabilidad es una cualidad que se aprende”, César Mejía Acosta

El antioqueño habló con Diners sobre su nuevo libro ‘La ocho claves de la amabilidad’ donde muestra cómo esta cualidad puede abrir puertas laborales, sentimentales y familiares.
 
“La amabilidad es una cualidad que se aprende”, César Mejía Acosta
Foto: Tatiana Syrikova en Pexels
POR: 
Óscar Mena

“Sí se puede cortar con los patrones que heredamos de los padres. En esta vida uno descubre que hay dos caminos: el de la violencia y el de la amabilidad. Yo tuve el privilegio de moldear mi vida con el segundo camino y empecé a trabajar en proyectos sociales y las oportunidades se me fueron dando”, comenta César Mejía Acosta, autor del libro Las ocho claves de la amabilidad, ganador de la Beca del Ministerio de Cultura en la que reconoce la efectividad de su metodología tanto en poblaciones rurales como grandes y pequeñas empresas.

Es así como este antioqueño, apasionado por mostrar las buenas acciones de las personas en Colombia, creó una herramienta práctica que sirve de manual a todos los interesados que quieren desarrollar la cualidad de la amabilidad.

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El principio de la amabilidad

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César Mejía Acosta. Foto: Remberto Nieves Ortega.

Mejía Acosta creció en un hogar dividido por la violencia de su padre y la amabilidad de su madre. Con estos ejemplos empezó a forjar lo que quería ser en la vida y con su historia, más sus estudios de psicología social, empezó a realizar en Antioquia una serie de experimentos para demostrar que la amabilidad sí paga.

De esta forma publicó su primer libro El contagio de la amabilidad y se convirtió en asesor de empresas y universidades, como la EAFIT, donde pudo profundizar esta cualidad y convertirla en una herramienta que los lectores pueden utilizar tanto en la oficina como en sus familias.

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“La amabilidad es como una materia nueva de la universidad. Al principio es algo desconocido, pero a medida que la estudia y la práctica, se convierte en un conocimiento vital para su vida”, explica Mejía, quien asegura que esta cualidad no es una característica pasiva que surge espontáneamente, sino que hay que reforzarla todos los días con micro actos tan sencillos como saludar a la persona que se encuentra en el ascensor o en la esquina de su cuadra.

La amabilidad no es de hipócritas

“Debemos acabar con esa idea de que si la amabilidad no viene del corazón entonces no es pura, porque en realidad es una cualidad que puede venir del cerebro y tiene más valor porque se trata de algo trabajado, es decir, de algo que implicó un esfuerzo consciente”, explica Mejía Acosta.

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Es así como el autor sugiere que para empezar a practicar la amabilidad es necesario ponerle fecha y horas, además de practicar todos los días con pequeños actos, seguido de actos de empatía, tomar la iniciativa, modular el tono de voz y finalmente de mostrarla a los demás para que se convierta en algo que se puede replicar. 

“Este libro está diseñado para que empiece por el capítulo que más le llame la atención. Cada uno está acompañado con una historia de éxito, donde sus protagonistas cosechan la amabilidad y tienen grandes retribuciones por esta cualidad”, comenta Mejía, quien invita a los lectores a adaptar el método a ritmo y necesidad de cada lector.

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Las contradicciones del colombiano

En el libro de Las ocho claves de la amabilidad, Mejía reflexiona sobre la contradicción inherente de los colombianos, quienes se enorgullecen de ser las personas más alegres del mundo, pero que no reconocen que también son violentos, pues según Medicina Legal en el país 2 de cada 3 muertes no tiene que ver con grupos armados, sino con otras formas de muerte violenta. 

“Somos una contradicción bonita”, dice Mejía, recordando que, aunque somos rápidos para dar un saludo amigable, en nuestras familias y lugares de trabajo, a menudo también mostramos lo peor de nosotros mismos.

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El tema de la amabilidad en el trabajo es uno que Mejía explora en profundidad. Como mentor de líderes empresariales, ha visto de primera mano cómo la falta de amabilidad puede dañar una organización. Muchos jefes se quejan de que, aunque intentan ser amables, no logran conectar con sus empleados. Para Mejía, esto se debe a la falta de una verdadera comprensión de lo que significa ser un líder amable. “La amabilidad es una cualidad que se aprende y practica, por eso no es solo cuestión de decir unas cuantas palabras correctas, se trata de un proceso de crear un ambiente donde la gente se sienta valorada y respetada”, señala.

Mostrar la amabilidad

De las ocho claves de la amabilidad, Mejía se queda con la que resalta la importancia de mostrar esta cualidad al mundo, porque es necesario hacerla visible en un mundo donde escasea. 

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A través de la autoevaluación y la práctica diaria, se puede programar la amabilidad en su vida cotidiana. Este cambio no solo puede mejorar sus relaciones personales, sino que también impacta su carrera profesional. “En el libro cuento la historia de Juliana, quien atendía a los usuarios en atención al cliente de una EPS y que practicando la amabilidad la fichó un empresario para su negocio”, concluye Mejía Acosta.

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septiembre
19 / 2024