Todo lo que necesita saber sobre Susana y Elvira en su regreso con una película de Netflix

Pablo Montero Cabrera
Entre la esperada segunda temporada de Cien años de soledad y una nueva serie sobre la Toma del Palacio de Justicia, Netflix presentó diez proyectos colombianos que llegarán en los próximos meses. Entre ellos destaca el inesperado regreso de Susana y Elvira, la primera webserie colombiana en alcanzar un éxito masivo, que esta vez vuelve en forma de película.
Como su nombre lo indica, durante tres años internet siguió las historias —auténticas, cómicas y, a veces, emotivas— de Susana y Elvira, mientras exploraban las bellezas y las trampas del amor y las relaciones. Sin tapujos, hablaron con libertad sobre su sexualidad y sus experiencias con los hombres.
En Diners le contamos cómo surgió la webserie, los secretos detrás de su éxito, quiénes dan vida a Susana y Elvira y qué se puede esperar de esta nueva película.
De un blog a fenómeno de internet
En la serie web, las protagonistas fueron interpretadas por Manuela González y Mábel Moreno. Pero, en la vida real, Susana y Elvira existían, aunque con otros nombres. Eran dos jóvenes que, en 2008, crearon un blog para hablar abiertamente sobre sexo, relaciones de pareja y otros temas cotidianos relacionados con los vínculos con los hombres. El espacio cobró fuerza rápidamente gracias a su tono directo y humorístico, y se convirtió en un foro donde millones de mujeres compartían sus experiencias sin filtros.
Como referencia: en su momento de mayor auge, el blog superó las 20.000 visitas mensuales —una cifra considerable para los tiempos previos al auge de las redes sociales— y, en diciembre de 2012, ganó el premio a Mejor Blog en los Premios Tw.co.
Este reconocimiento llamó la atención de Carolina Ángel, directora de la productora audiovisual Mimosa, quien vio en el blog un gran potencial para la pantalla. Las Susana y Elvira originales no dudaron en adaptarlo y, en julio de ese mismo año, lanzaron la serie web.
El episodio inaugural, de ocho minutos de duración, presentó a Manuela González como Susana, una mujer independiente y sin pelos en la lengua, y a Mábel Moreno como Elvira, una romántica empedernida con mala suerte en el amor. Fue escrito por María Fernanda Moreno, Marcela Peláez y Luis Eduardo Jiménez, quien además se encargó de la dirección.
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La historia arranca con Elvira terminando una brelación de seis años y buscando consuelo en su amiga Susana. Juntas consideran probar el yoga para liberar malas vibras, pero no dejan que ninguna situación divertida se les escape sin una buena carcajada.
La primera temporada contó con doce capítulos, y su indudable éxito dio paso a una segunda entrega en mayo de 2013, con el episodio titulado Bienvenida Realidad. Aunque esta segunda parte no tuvo el mismo impacto que la anterior, logró mantener suficiente interés como para dar luz verde a una tercera y última temporada, estrenada en abril de 2014 con el episodio Garibaldi.
¿Un éxito inesperado?

En una entrevista con Los40Colombia, Manuela González explicó cómo el productor colombiano Lucho Jiménez la contactó para unirse al proyecto, y ella aceptó sin dudarlo. En ese recuento, afirmó: “Esto nunca se había hecho antes. Susana y Elvira, no solo en Colombia, sino posiblemente en toda Latinoamérica, fue una de las primeras series web que se realizaron.”
Aunque la suposición de González no era errónea a nivel nacional, el fenómeno de Susana y Elvira no fue del todo singular en el contexto latinoamericano. Para entonces, ya existían otras sensaciones en internet: el chileno Germán Garmendia, con su canal de YouTube Hola Soy Germán, o el grupo ecuatoriano EnchufeTV, que en 2011 ya acumulaban millones de visualizaciones por video. La tendencia era clara, y no había forma de detenerla.
Lo que separaba a Susana y Elvira del resto —y especialmente de la televisión tradicional— era la libertad creativa. La webserie podía hablar con espontaneidad sobre cualquier tema, usando el lenguaje y las formas que más les gustaban a sus creadoras. No importaba si incluían groserías, chistes escatológicos o referencias explícitas a su sexualidad.
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Otra diferencia clave era la autonomía estilística. Con capítulos de no más de diez minutos, la producción requería menos tiempo y recursos, pero exigía mayor ingenio para sacar el máximo provecho de lo disponible. Esto se traducía en escenas más realistas, con humor inteligente y profundamente arraigado en lo cotidiano.
Entre sus episodios más exitosos se encuentran los estrenos de la primera y la segunda temporada, con más de 700.000 visitas cada uno. En general, era raro encontrar un capítulo que no llegara a las 100.000 reproducciones. Se estima que el proyecto alcanzaba más de 5.000 visitas diarias, sin mucha promoción.
En los años siguientes, las creadoras también publicaron tres libros, uno de ellos completamente virtual: Consejos viscerales para casos reales y Lo entendimos todo mal, ambos en 2014, y Con fecha de vencimiento, lanzado dos años después.
Los rostros detrás de Susana y Elvira

Antes de Susana y Elvira, Manuela González ya era una figura reconocida en la industria televisiva colombiana. Había tomado clases de arte dramático mientras cursaba la secundaria en California y, al regresar a Colombia, ingresó al programa de Comunicación Social en la Universidad de La Sabana, el cual abandonó en sexto semestre para dedicarse por completo a la actuación.
Su debut en pantalla fue en 1997, en el programa La mujer en el espejo de Canal A, pero su salto a la fama llegó dos años después, cuando interpretó la versión adulta de la protagonista en Me llaman Lolita, de RCN. A partir de ahí, vinieron múltiples producciones exitosas: El inútil, Ángel de la guarda, mi dulce compañía, En los tacones de Eva, entre otras. Más recientemente, se le ha visto en Perfil falso, de Netflix, donde interpreta a la antagonista Ángela Ferrer.
El camino de Mábel Moreno fue similar. Comenzó estudiando Diseño de Modas, pero rápidamente centró sus esfuerzos en la actuación. Uno de sus primeros papeles destacados fue en la serie La jaula, de Caracol Televisión. Sin embargo, su paso por Susana y Elvira marcó un punto de inflexión en su carrera, al que siguieron proyectos como Narcos, Diomedes, La ley del corazón, La reina del flow, El señor de los cielos y, más recientemente, Medusa, de Netflix, donde interpreta a la antagonista Úrsula.
A diferencia de González, la trayectoria de Moreno también incluye una participación destacada en cine, con películas como Uno al año no hace daño, Carrusel y Cuando rompe las olas.
Susana y Elvira: la película

Después de una década, Manuela González y Mábel Moreno regresan como Susana y Elvira en una película de Netflix, cuyo estreno se proyecta para 2026, primero en salas de cine y luego en la plataforma.
La historia seguirá el reencuentro de las dos amigas en Santa Marta, donde planean lo que han bautizado como “la boda del año”. Y no es para menos. Detrás del glamour y las apariencias, la vida de Susana y Elvira no ha sido nada fácil. Ambas arrastran problemas personales, fracasos profesionales y cuentas pendientes que hacen de este viaje una última oportunidad para reconciliarse consigo mismas… y entre ellas.
La película será dirigida por María Gamboa, reconocida por su trabajo en Mateo (preseleccionada al Óscar), y producida por Pulsar Studios, colaborador habitual de Netflix y otras plataformas como Prime Video y ViX.