Cuatro rutas para conocer el eje cafetero a través del cine

Daniel Alejandro Páez
Cuando uno piensa en cine, es normal imaginarse los gigantes taquilleros de Hollywood, con valores de producción inmensos y locaciones en todas partes del mundo, en especial en Estados Unidos. Pero si uno piensa en lo local, es decir, ese cine que se hace en Colombia, ya comienzan a aparecer nombres como La estrategia del Caracol, La pena máxima, Cóndores no entierran todos los días… Todas ellas películas con valores más modestos, pero con relatos mucho más cercanas que tienen en común a las grandes ciudades del país como lo es, por supuesto, Bogotá.
Sin embargo, esta tierra cuenta con muchos otros espacios que cuentan historias no solo por la narrativa de un guión, sino también por el entramado cultural del territorio mismo. Bajo esa idea, en Diners le traemos una lista con algunas películas y series grabadas en lugares mágicos como los que conforman el Eje Cafetero, un sector del país bien conocido por su paisaje floral y colorido que nos sigue cautivando desde el séptimo arte.
Café con aroma de mujer (1994)

No se puede hacer una lista de este estilo sin mencionar a esa producción que puso al Eje Cafetero en el panorama de la televisión. Café con Aroma de mujer es un clásico de siempre que catapultó la carrera de Margarita Rosa de Francisco, gracias a su papel como Teresa, o como todos la recordamos, Gaviota. En la novela, ella es una recolectora de café que se enamora de Sebastián Vallejo, heredero de una familia cafetera. Su amor enfrenta barreras sociales, prejuicios y demás obstáculos. Tras quedar sola y embarazada, Gaviota lucha por reencontrarse con él, mientras se muestra el mundo rural cafetero y la desigualdad de clases en Colombia.
La grabación de esta novela se dividió en diferentes lugares del país, algunos incluso en el exterior como Nueva York. Sin embargo, la mayoría de capítulos y escenas se grabaron en municipios del Eje. Por ejemplo, la casona caficultora que en la novela se llama Hacienda Casablanca, en realidad se llama Hacienda Venecia, y queda ubicada a las afueras de Manizales, allí se llevan a cabo recorridos guiados que explican la tradición del café y datos interesantes acerca de las grabaciones.
Otra locación insigne es Finlandia, pues sus casas coloniales dotaron a la serie de un ambiente único de época, lo que la convirtió en el municipio donde más escenas se grabaron. No obstante, la casa que se utilizó para representar el hogar de Gaviota fue consumida por un incendio que se llevó varias casonas más. Afortunadamente, el incendio sucedió poco después de acabada la producción.
El Páramo (2011)
Ambientada en una base militar real ubicada a 4.300 metros de altitud, El Páramo narra la historia de un grupo élite de nueve soldados enviados a investigar el silencio repentino de una guarnición aislada. Al llegar, descubren que solo un enigmático sobreviviente permanece en el lugar. Atrapados sin posibilidad de comunicarse ni escapar, el aislamiento extremo comienza a quebrar su estabilidad mental, mientras se desvanece la línea entre realidad y paranoia, y se diluye la certeza sobre quién -o qué- es realmente el enemigo.
Este filme se grabó en la Base Militar Cerro Gualí, en la vía Caldas – Tolima. Un trayecto conocido por su abundante neblina y una temperatura que puede bajar hasta los menos 3 grados. Entre frailejones y lagunas, uno puede hacer el recorrido en carretera, pues también conduce hacia el Parque Nacional Natural Los Nevados. En el camino es posible ver a los militares patrullando por la zona, quienes cuentan con entusiasmo diversas historias de fantasmas y sucesos paranormales a los turistas más curiosos.
Encanto (2021)

La ganadora del Óscar a mejor película animada en 2022, Encanto es un homenaje de Walt Disney Animation Studios a los colores más representativos de Colombia. La película tuvo en su creación a talentos locales como Mauro Castillo, María Cecilia Botero e incluso Maluma. Además, contó con piezas musicales originales de artistas como Carlos Vives y Sebastián Yatra. La película cuenta la historia de los Madrigal, una familia que vive escondida entre las montañas y cuyos miembros tienen dones mágicos, excepto Mirabel, la protagonista. Cuando la magia que protege su hogar comienza a desvanecerse, ella se convierte en la única esperanza para salvar a su familia.
Si bien esta no es una producción colombiana, los creativos encargados del proyecto recorrieron partes de Colombia durante dos semanas con la asesoría de Alejandra Espinosa (Hija de la historiadora Diana Uribe) con el objetivo de aprender sobre la cultura. Una de las referencias que usaron fue la Hacienda Bambusa de Armenia, Quindío, fue de este lugar en el que se inspiraron para crear el hogar de los Madrigal. También es de destacar que los paisajes montañosos -repletos de vegetación- se inspiraron en el Valle del Cocora, uno de los parajes más populares de Salento.
Como detalle curioso, la escena que transcurre durante el pasado de la abuela Madrigal y la canción Dos Oruguitas, está inspirada en la celebración de la Noche de Velitas, una tradición que en Quimbaya se vive con el Festival de Velas y Faroles. Así mismo, esos recuerdos trágicos tienen una connotación que recuerda a La Violencia, una época de conflicto en el país que sucedió entre los años 40s y 60s.
Rapunzel, el perro y el brujo (2024)
Para culminar esta lista, traemos el primer y único largometraje cien por ciento Quindiano que ha llegado a las salas de cine, una cinta independiente producida y dirigida por Andrés Roa, quien diseñó una experiencia que no es ni de terror ni de suspenso: el género de esta película es “asusto”, una forma de referirse a los relatos sobrenaturales de la tradición oral andina. La historia sigue a un soldado conocido como El Perro, quien tras escapar de sus captores, se refugia en la casa de un campesino. Allí, descubre que su familia cree que su hija fue escondida por duendes. Así, él se involucra en una búsqueda que desvela toda clase de secretos.
Para las locaciones, se escogieron principalmente lugares de Buenavista, tales como la Reserva Natural Santa Rita, pues recordaban al director los paisajes de su infancia en los 90s cuando su abuelo le contaba sobre los mitos de los bosques. También se usó la Finca Maracaibo para representar la casa donde suceden los misterios, pues es una edificación de 1936, lo que le brinda un aura clásico y de misticismo ideal para los fines de Roa.
Cabe destacar que gran parte las escenas no fueron creadas en espacios específicos, sino que fueron parte de un proceso de experimentación donde el equipo técnico visitó diferentes cañones, cafetales y bosques del municipio de Buenavista, por lo que incluso ciertos detalles de la grabación, así como la historia misma del filme, son un misterio.