La sabiduría del papa Francisco en 10 frases

Revista Diners
Jorge Mario Bergoglio, el papa Francisco, falleció a sus 88 años. Aunque luego de un mes de batallar con enfermedades propias de la vejez, y tuvo una aparente recuperación, este lunes 21 de abril El Vaticano anunció su fallecimiento. En el ocaso de su papado, otros líderes religiosos lo exaltaron por contribuir y cerrar las brechas con otras religiones, en particular con la comunidad judía, donde realizó análisis y conclusiones sobre la paz, la justicia y la reconciliación, siguiendo así el ejemplo de Juan Pablo II y Benedicto XVI.
El Santo Pontífice alcanzó a participar de la Semana Santa y a salir a la Plaza de San Pedro, y en el tradicional mensaje de Pascua dijo: “Cuánta voluntad de muerte vemos cada día en los numerosos conflictos que afectan a diferentes partes del mundo. Cuánta violencia percibimos a menudo también en las familias, contra las mujeres o los niños. Cuánto desprecio se tiene a veces hacia los más débiles, los marginados y los migrantes”. Pese a sus problemas de salud, Francisco decidió salir a la Plaza de San Pedro en el Papa Móvil para saludar a los feligreses.
En Diners recordamos sus frases más célebres, que sirvieron para detener el tiempo y reflexionar sobre el estado de la humanidad, el amor, la aceptación del otro y la familia.
1. “No se dejen robar la alegría, no se dejen robar la esperanza”
En Bogotá, Colombia, el papa Francisco se animó a decir esto en su visita del 8 de septiembre de 2017 cuando exhortó a los fieles a mantener la esperanza y la alegría a pesar de las adversidades causadas por la guerra y la corrupción en el país.
2. “La misericordia es para todos”
En 2019 llamó la atención a los católicos para aceptar a los que son diferentes con esta frase. Enfatizó que Dios está disponible para todas las personas sin excepción, pues Él fue quien nos amó primero.
3.”Jóvenes, no le tengan miedo al futuro”
La incertidumbre se recrudece día a día en el mundo, pero el papa Francisco llamó la atención de los jóvenes y los animó a enfrentar el futuro con valentía y confianza, pues Dios está con todos nosotros.
4. “Abusar de los niños es una enfermedad”
Los crímenes de algunos feligreses condenan a la iglesia católica a un estigma sin precedentes. El papa Francisco abordó los abusos sexuales dentro de la iglesia, calificando el acto como una enfermedad que debe ser atacada sin contemplación.
5. “El aborto, un problema humano y no religioso”
En 2018, le preguntaron al papa Francisco sobre la legalización del aborto a la llegada de un vuelo de Dublín, Irlanda, donde Francisco sorteó la situación para no comprometerse con nadie y dijo que el aborto era un problema que trascendía lo religioso, para ser algo netamente humano.
6. “La mujer, en la Iglesia, es más importante que los obispos y los sacerdotes”
En 2013, rumbo a Roma, el papa Francisco se vio tentado a explicar la labor de la mujer dentro de la iglesia católica, a lo que respondió de una forma afable que sin las mujeres no existiría la humanidad, lo que en su momento escandalizó a otros líderes religiosos.
7. “Si una persona es gay y busca al Señor, ¿quién soy yo para criticarlo?”
En exclusiva para el diario argentino La Nación, el papa Francisco aseguró que no tiene nada en contra de la comunidad LGBTIQ+, incluso se mostró abierto a que asistieran a la iglesia, desde el respeto y el amor.
8. “Hay corrupción en el Vaticano”
Cómo olvidar la faceta de denuncia del papa Francisco, exactamente de noviembre de 2016 cuando decidió destapar la olla del vaticano y explicar que hay corrupción dentro de la santa sede, pese a mostrar una imagen compasiva y de transparencia.
9. “La Iglesia no crece por proselitismo sino por atracción”
En busca del crecimiento de la iglesia católica en el mundo, el papa Francisco dijo que la única forma de crecer en comunidad y expandirse a través de las fronteras es con un testimonio auténtico, hecho que tiene más efecto que el proselitismo hipócrita.
10. “Dios no se cansa nunca de perdonar, somos nosotros los que nos cansamos de acudir a su misericordia”
El papa Francisco parafraseó a Jesús con esta frase en la que deja entrever la sabiduría y misericordia de Dios para con los pecadores, dando así libertad, misericordia, esperanza e inclusión a quienes se sienten inmerecidos del amor de Dios.