Los sueños del artista Álvaro Barrios

Dominique Rodriguez Dalvard
Es imposible no rendirse a las tentaciones que nos ha propuesto Álvaro Barrios desde siempre, a esos universos de ensoñación y seducción, de Adonis y San Sebastianes, de artistas reverenciados de la historia del arte del siglo XX humanizados y sexualizados; ante sus historias de amor escenográficas y llenas de fantasía.
El artista cartagenero, pero barranquillero de corazón, ha construido una obra a lo largo de las décadas cargada de originalidad y culto por la belleza. También de humor, sobre todo en la obra pictórica de sus últimos años, recreaciones a manera de cómic de escenas imaginadas del arte moderno con sus principales protagonistas.
Sin embargo, lo interesante de esta muestra curada por María Belén Sáez de Ibarra es que nos presenta una visión total del trabajo del artista, y si bien se muestra el trabajo en pintura arriba mencionado, tan importante para definir la obra de Barrios del último tiempo, la curadora se detiene con minuciosidad en sus inicios, dándonos las pistas suficientes para entender la dimensión conceptual de este artista clave de nuestro país.
Y allí aparece entonces su necesaria referencia a Marcel Duchamp, aquel artista francés que se atrevió a desacralizar los íconos del arte a comienzos del siglo XX: introdujo un orinal –con firma incluida– en una exposición (que por supuesto fue rechazado) y le pintó unos bigotes a la Gioconda con una leyenda que, leída de corrido, traduce “tiene calor en el trasero” (LHOOQ).
El aporte de Duchamp, no obstante, no se reduce a estos dos hitos, y tantos más, su valor en el análisis del movimiento será fundamental para miles de artistas que recogerán sus investigaciones a lo largo del siglo pasado. La hondura de su pensamiento también será fuente de inspiración y para Barrios alcanzará la dimensión de devoción.
Así, él repasará sus pasos (por eso la estrella que se esculpió en la corona de la cabeza, homenajeándolo), se hincará frente a sus obras y las recreará (¿cómo olvidar a Rose Selavie en clave del artista colombiano? Allí Barrios se viste de mujer, como lo hizo Duchamp trasgrediendo anticipadamente las discusiones de género; la sexualidad en Barrios será tema principal, abordada siempre desde la sensualidad).
Finalmente, Sáez de Ibarra también desea hacer énfasis en su faceta de instalador, en esos enormes montajes que ha ido construyendo a lo largo de los años, haciendo de su obra un espectáculo para observar desde todos los ángulos. Barrios nos mete en sus sueños, nos hace soñar. Gracias por eso.