‘Una chica radiante’ y el drama de ser joven durante la Segunda Guerra Mundial

Revista Diners
En la película Una chica radiante, Iréne es una joven de 19 años que, como muchas, sueña con ser actriz. Pero a su alrededor hay varios obstáculos para alcanzar sus deseos. Vive en una familia judía, en el verano de 1942, en París, en medio de la Segunda Guerra Mundial. El conflicto armado le arrebató a su madre y la obligó a madurar muy joven para cuidar de su padre, su abuela y su hermano menor.

Sin embargo, nada de esto parece demasiado para Iréne, quien, en medio de condiciones poco favorables, está dispuesta a descubrir el mundo, nuevos amigos, su primer amor y una pasión inquebrantable por el teatro. Lo que ignora la joven es que el tiempo para cumplir su sueño parece estar agotándose.
Una chica radiante es la ópera prima de Sandrine Kiberlain, una reconocida actriz y cantante francesa, que estrenó en la Semana de la Crítica del Festival de Cine de Cannes en 2021.
En este drama de época -que por momentos se siente contemporáneo-, Kiberlain buscó plasmar la vida cotidiana de sus abuelos en 1942, el deseo de su madre judía por ser actriz y un par de experiencias propias de aquella edad, sin intentar ser biográfica.
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