‘Una vida, muchas vidas’, reseña del libro autobiográfico de Gustavo Petro
Gustavo Petro se posesionó como presidente de la República. Esta es la reseña de su libro autobiográfico publicado por editorial Planeta.
El 3 de octubre es la fecha que se especula para un posible encuentro con el asteroide FT3. La NASA ya se pronunció.
El 3 de octubre es la fecha que se especula para un posible encuentro con el asteroide FT3. La NASA ya se pronunció.
FT3 es un viejo conocido de la NASA. Este asteroide de 340 metros de diámetro apareció por primera vez en 2007 cuando los radares del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra dieron aviso de su distancia con el planeta.
De ahí que la NASA le prestara especial atención y analizara todas las posibilidades de riesgo que podría representar para el planeta. “Es casi imposible un impacto inminente contra la Tierra. Existe una en 11 millones de posibilidades que el FT3 impacte la Tierra”.
Sin embargo, algunos medios sensacionalistas aseguraron que este asteroide se puede juntar con el cuerpo celeste QV89, descubierto en 2006, y desviar su trayectoria hacia nuestro planeta.
Por supuesto, la noticia se viralizó y llegó a los oídos de los mismos científicos de la NASA.
De ahí que tuvieron que emitir un comunicado explicando que no existe tal posibilidad. “De ser así, tenemos suficiente tecnología como para desviar asteroides, como por ejemplo, nuestra Misión DART”, explican los expertos.
Evidentemente existen cientos de miles de cuerpos espaciales (asteroides) que pueden ser potencialmente peligroso.
Por ejemplo, el QQ23, descubierto el 21 de agosto de 2006, que tiene un diámetro de 173 mil metros cuadrados y viaja a 16.737 kilómetros por hora, pero no hay posibilidades de que caiga en la Tierra.
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La NASA asegura que todo el tiempo están entrando a la atmósfera miles de cuerpos espaciales.
En esta categoría están los meteoritos, asteroides y rocas, pero que son tan pequeños que se diluyen en el aire y se convierten en polvo.
Sin embargo, en 1908, un meteoro de 188 metros de diámetro se estrelló en Tunguska, Rusia.
Ahí se incendió un bosque de dos hectáreas, además de estremecer el suelo a 400 kilómetros a la redonda.
Lo mismo sucedió el 15 de febrero en 2013, cuando un bólido (meteoro luminoso) se estrelló en Cheliábinsk, Rusia. Sobrevoló la atmósfera terrestre hasta impactar a 80 kilómetros por hora, causando heridas leves en 1491 personas.
Para que un asteroide destruya a la Tierra, en proporciones apocalípticas, tendría que tener 500 kilómetros de diámetro (más grande que Japón y sus islas) y viajar a 72000 kilómetros por hora.
Si existiera un cuerpo espacial de estas proporciones, según geofísicos de la NASA, destruiría de inmediato la corteza terrestre, provocando un maremoto, pulverizando todo a su alrededor.
Además de desprender grandes trozos de roca que caerían con fuerza nuevamente sobre el planeta, generando en cuestión de horas un lugar inhabitable para cualquier ser vivo.