La rebelión de los chicos en la Copa Mundial de Fútbol 2014
Adolfo Zableh
Están diciendo que este puede ser el mejor mundial de fútbol desde 1970. No sabría confirmarlo ni negarlo porque estoy viendo torneos de estos desde el 82, aunque en realidad tengo recuerdos reales apenas desde México 86. Lo cierto es que ha sido un torneo raro, con partidos espectaculares más allá de que el nivel de goles haya decrecido a partir de los octavos de final.
En ese mundial del 70 hubo un juego, la semifinal entre Italia y Alemania, que terminó 4-3 después del alargue y fue bautizado como ‘El partido del siglo’ por la prensa internacional. Luego salió alguien, creería que el alemán Sepp Herberger, aunque puedo estar equivocado, a decir que el partido había salido así de bueno por el calor en el que se jugó y el cansancio de los dos equipos, en especial Alemania, que venía de jugarse la vida en tiempos extras contra Inglaterra en cuartos de final.
El hecho es que yo he visto varios partidos y me he acordado de aquel 4-3 del 70 porque se nota que muchos goles y jugadas de peligro han llegado luego de que los equipos no dan más, en especial con los encuentros se disputaron en la parte alta del mapa, donde encima del calor, la humedad del Amazonas acaba a cualquiera, en especial si ese cualquiera es europeo. Más allá de la especulación, este ha sido un torneo para los de este lado del mundo y eso ha traído sus beneficios. Para empezar, desde 1978 no había dos equipos de América entre los cuatro primeros, eso ya es ganancia.
Eso en materia futbolística, porque que el mundial se haya hecho en Brasil y que esté Colombia ha sido una cosa bella, y ahí es donde se vuelve pertinente la foto que abre este artículo. El que ve usted en primer plano se llama Fabián Rozo, director del Diario Marca en Colombia y en realidad le pedí que posará para la cámara para coger al señor de bermuda y camisa blanca que se ve atrás.
Si es usted fanático de la liga inglesa y tiene un ojo entrenado, verá que es Danny Murphy, volante que jugó en varios equipos, especialmente el Liverpool donde estuvo siete temporadas, jugó al lado de Steven Gerrard y ganó aquella final de la Copa UEFA del 2001 contra el Alavés por un inolvidable 5-4. El punto es que a los sudamericanos la FIFA nos está tratando tan bien por estos lados, en especial a los colombianos gracias a que la selección llegó a cuartos de final, que tenemos privilegios que antes no.
La foto fue tomada este viernes en el juego Alemania – Francia y lo curioso de la misma es que a Fabián y a mí nos asignaron puestos de escritorio, monitor con siete canales para ver el partido desde diferentes ángulos, repeticiones especiales y estadísticas, conexión para el computador e Internet, mientras que a Murphy, que además vino como corresponsal de la BBC, le dieron una silla como a un hincha cualquiera. Por eso le pedí a mi colega que me sirviera de excusa para la foto, porque hasta me sentí mal. Si alguien merecía ese escritorio era Murphy, no yo.
Esto antes no pasaba. En 2006 y 2010 éramos los americanos los que nos sentábamos en silla, y más si los equipos que jugaban eran europeos, como pasó el viernes en el Maracaná. Ojalá Colombia, Costa Rica y compañía fueran siempre a los mundiales y llegaran lo más lejos posible, a ver si nos siguen tratando así.
He logrado algo en la vida, ya puedo decir que mandé a la banca a Danny Murphy.