Jóvenes escritores en Diners: María Carolina Vegas

En una soleada (y ventosa) mañana de agosto, la Terraza Diners recibió a la bogotana María Carolina Vegas, quien acaba de lanzar su primera novela, "El cuaderno de Isabel".
 
Jóvenes escritores en Diners: María Carolina Vegas
Foto: /
POR: 
Gabriela Sáenz Laverde

Isabel Bellamonte es una periodista exitosa. Vive sola, en un aislamiento autoimpuesto, junto a su gato, en un apartamento del norte de Bogotá. Isabel es, aunque cueste creerlo, feliz.

Pero Isabel tiene cáncer. Y tiene que tratarse. Tiene que pedir ayuda, abrirse al mundo y depender de otros; su peor pesadilla.

Es la premisa de “El cuaderno de Isabel”, la primera novela de la periodista bogotana María Carolina Vegas, que acaba de lanzar Editorial Grijalbo. Vegas pasó por las oficinas de Diners para conversar sobre su novela.

Isabel es una periodista exitosa pero vive muy cerrada al mundo, es un personaje que cae mal…

Cuando yo la estaba escribiendo me cayó muy mal, no me la aguantaba. Pero también con el tiempo empecé a encontrarle luces y sombras. Los personajes no pueden ser tan malos ni tan buenos. Y aunque este personaje me caía re gordo desde el principio (porque si la conociera en persona claramente no habría ningún tipo de empatía), mientras más iba escribiendo más me iba haciendo amiga de ella; iba entendiendo más su lado de la historia. Fue como conocer a una persona con la que al principio uno tiene cero química y al final ya la quería mucho.

Y eso se siente a través de la historia.

Sí, a los personajes hay que ir sacándoles las capas, como a una cebolla, hasta encontrarle la pulpa. También es lo que pasa con el libro; al principio ella es una persona completamente hermética y poco a poco va soltándose. Empieza uno a entender por qué ella actúa como actúa, y trata a la gente como la trata.

¿Usted cree, como periodista, que el oficio obliga a las mujeres a cerrarse de esa forma?

Totalmente. El periodismo es una profesión muy masculina (aunque a mí no me gusta hablar de términos de masculino o femenino), en el sentido que no tiene ningún tipo de horario, espera que tú entregues tu vida al trabajo y si no lo haces eres malo. Punto. Entonces siento que algunas mujeres que logran tener éxito, o una carrera buena dentro del periodismo, finalmente tienen que sacrificar muchos aspectos de su vida y de su parte femenina. En Isabel está muy marcado eso que yo vi de primera mano en las salas de redacción y a lo que nunca quise pertenecer. Nunca quiero tener que sacrificar mi vida por mi profesión. Porque además se supone que hoy nosotras podemos elegir y tenerlo todo, ¿no?

El personaje de la mamá de Isabel es uno de los más interesantes, hablemos de ella.

Por la edad que tiene, ella está metida en ese discurso de la mamá perfecta, la esposa perfecta, el ama de casa perfecta, la señora de sociedad perfecta, y eso es muy complicado. Muchas veces en su aparente inocencia, porque estas mujeres casi siempre tratan de mostrarse como las madres virginales, hay muchos secretos escondidos detrás donde uno no tiene ni la más mínima idea de lo que está pasando.

El encuentro de los dos personajes después de la primera quimioterapia de Isabel es quizás la escena más conmovedora…

Es una cuenta pendiente de Isabel con su mamá. De no haber sido por la enfermedad, quizás nunca hubiera aceptado a su mamá en su vida. La acepta porque sabe que es la única persona que le puede ayudar, y no está dispuesta a mostrar esa vulnerabilidad ante nadie más.

El cuaderno de Isabel
María Carolina Vegas
Grijalbo Editores
37.000 pesos

         

INSCRÍBASE AL NEWSLETTER

TODA LA EXPERIENCIA DINERS EN SU EMAIL
agosto
4 / 2014