‘Piense diferente’ y cómprese el BMW de Steve Jobs

Revista Diners
Steve Jobs fue un hombre perseverante, decidido y sencillo para vestir. Inclusive se rumora que evitaba la ducha y la higiene personal no era lo suyo.
Sin embargo, los automóviles alemanes fueron su debilidad y su principal lujo. La biografía no autorizada que publicó Walter Isaacson el 24 de octubre de 2011, 20 días después de la muerte del genio de Apple, revela que era un entusiasta de los autos y convertibles BMW y Mercedes-Benz. Y su favorito, el Z8, llegó a su colección en el año 2000 por recomendación del multimillonario Larry Ellison, fundador de Oracle.
“El auto es una obra de arte de la ingeniería automotriz y la ergonomía moderna. Se adaptaba perfectamente a su firma, estilo minimalista, acabado de titanio y un interior forrado de cuero negro. Así fue que le dije Steve que debía ser suyo”, contó Ellison a la casa de subastas.
Su amor por el carro fue tal, que registró el vehículo con su nombre, a pesar de dejar al descubierto datos personales como su licencia de conducir, la dirección de su casa y varias facturas con su firma.
Sin embargo, Jobs vendió el carro en 2003 porque no lo usaba con tanta frecuencia como su Mercedes SL 55 AMG. Afortunadamente, el último propietario del Z8 lo dejó en perfectas condiciones, lo que lo convierte en un objeto de deseo para los coleccionistas y fanáticos de Jobs.
El vehículo cuenta con tan solo 25 mil kilómetros de recorrido, accesorios originales como el forro de la carrocería, los manuales de seguridad, dos llaves, su unidad de CD y lo más curioso: un Motorola flip-phone con el que venía el carro originalmente y que Jobs detestaba, según cuenta Isaacson.
Vale la pena destacar que BMW produjo solamente 5.500 unidades del Z8 y que se popularizó rápidamente gracias a la película James Bond: The world is not enough (1999).
La subasta empieza el próximo 6 de diciembre, cuando planean vender el BMW por 900 millones de pesos apróximadamente.